En 2023 abrirá sus puertas en Manchester el centro de wellness urbano más grande del mundo
Los miembros de gimnasios británicos se muestran más confiados en la segunda reapertura del sector
El Gobierno de Inglaterra se comprometió a no volver a cerrar gimnasios
El pasado 25 de noviembre los gimnasios de Inglaterra consiguieron que el Gobierno se comprometiera a no volver a cerrarlos a pesar de continuar atravesando la pandemia por COVID-19. El debate -y posterior resolución del Parlamento- llegó tras la presentación que realizó UK Active, el organismo que nuclea y representa a todas las organizaciones deportivas, gimnasios y centros de ocio. “Sin importar en qué nivel (fase) de contagio nos encontremos -bajo, medio o alto- los gimnasios no van a volver a cerrar. A pesar de que la actividad física no ha sido declarada esencial, sí se logró que no haya nuevos cierres incluso en el peor nivel de contagios”, explica Miguel Rodrigo, director de Fitness en la cadena David Lloyd Clubs. Ésta es una decisión positiva para el sector cuya recuperación económica va de la mano con el futuro de la salud de la población. Todavía se requiere un paquete de apoyo para 2021 que incluya una combinación de desgravación de la tasa empresarial, exenciones del IVA e incentivos que no sólo ayuden a reconstruir el sector, sino también a que más personas retomen el ejercicio físico. “Las dos principales fuerzas para presionar al Gobierno han sido, por un lado, la organización UK Active, cuya arma fue utilizar las cifras oficiales de contagio por COVID-19 en gimnasios. Desde el 25 de julio al 11 de octubre y con más de 45 millones de visitas, la tasa de contagio fue de 0,99 casos por 100 mil visitas”, agrega Rodrigo.
“Y por otro lado –prosigue- fue una presión grande la que ejerció la sociedad misma, porque se crearon más de 12 peticiones online y se consiguieron poco más de 615 mil firmas para pedirle al Gobierno que tratara este tema. Cualquier petición que se realice y que recolecte más de 100 mil firmas, el Gobierno debe llevarla al Parlamento”. ukactive ha hecho estudios propios para poder presentarle al Gobierno y que éste tuviera una base sólida para fundamentar esta decisión. Gracias al sector del fitness, 17 millones de personas realizan la cantidad mínima de ejercicio semanal recomendado y el 65% de los pacientes con cáncer hacen sus rehabilitaciones en centros de fitness y deportes. “Por cada libra gastada en la promoción del deporte y actividad física hay un retorno de 4 libras que el Estado se ahorra en costos de salud. Con todo esto, el Gobierno optó por darle este status al sector y ahora somos un poco más intocables. Es un gran paso, así que en la fase 3 lo único que no se permitirá son las clases grupales”, concluye Rodrigo.
Por su parte, Huw Edwards, director ejecutivo de UK Active, dice que a pesar de que este anuncio muestra un cambio positivo en el deseo del Gobierno de fortalecer la capacidad de recuperación física y mental de la nación, decepciona observar que el ejercicio grupal en espacios cerrados está prohibido en el Nivel 3. “Se harán gestiones para hacerlos cambiar de parecer”, remarca.
Los pacientes con cáncer que se mantienen activos tienen un mejor pronóstico, según un estudio sueco
Los pacientes con cáncer que se mantienen activos tienen un mejor pronóstico que las personas sedentarias que sufren dicha enfermedad, según un estudio realizado por el Instituto Karolinska de Suecia. La investigación fue realizada con animales y seres humanos, específicamente con ratones y 8 hombres cuyas edades eran de entre 34 y 51 años.
En el estudio con ratones, los científicos observaron que la actividad física cambia el metabolismo de los glóbulos blancos y, por lo tanto, mejora su capacidad para atacar las células cancerosas. “De esta manera, se puede explicar por qué el ejercicio ayuda a ralentizar el crecimiento del cáncer”, afirmaron los expertos.
“La biología detrás de los efectos positivos del ejercicio puede proporcionar nuevos conocimientos sobre cómo el cuerpo mantiene la salud, así como ayudarnos a diseñar y mejorar los tratamientos contra el cáncer”, señala Randall Johnson, profesor del Departamento de Biología Celular y Molecular del Instituto Karolinska.
“Una explicación plausible es que el ejercicio activa el sistema inmunológico y, por lo tanto, refuerza la capacidad del cuerpo para prevenir e inhibir el crecimiento del cáncer. Nosotros ampliamos esta hipótesis al examinar cómo las células T citotóxicas del sistema inmune, es decir, glóbulos blancos especializados en matar células cancerosas, responden al ejercicio”, dice Johnson.
Para probar este enunciado, los científicos suecos dividieron a los ratones con cáncer en dos grupos. Luego, dejaron que un grupo se ejercitara regularmente en una rueda mientras que el otro conjunto permanecía inactivo. El resultado mostró que el crecimiento del cáncer disminuyó y la mortalidad bajó en los animales que se mantuvieron activos.
“Nuestra investigación muestra que el ejercicio afecta la producción de varias moléculas y metabolitos que activan las células inmunitarias que combaten el cáncer y, por lo tanto, inhiben el crecimiento de la enfermedad”, destaca Helene Rundqvist, investigadora principal del Departamento de Medicina de Laboratorio del Instituto Karolinska Institutet.
“Esperamos que estos resultados contribuyan a una comprensión más profunda de cómo nuestro estilo de vida impacta en nuestro sistema inmunológico y ayuden al desarrollo de nuevas inmunoterapias contra el cáncer”, concluye Rundqvist. La investigación contó también con la participación de científicos de la Universidad de Padova, en Italia, y de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra.
“Los riesgos de contagio de Covid-19 en un gimnasio se pueden reducir dramáticamente”, dice Jonathan Ball, de la Universidad de Nottingham
ukactive instó a los gobiernos del Reino Unido a clasificar a los gimnasios como servicios esenciales
La organización ukactive instó a los gobiernos del Reino Unido a clasificar a los gimnasios como servicios esenciales. Este pedido se realizó porque, según esta agrupación, a menos que los clubes deportivos y centros de fitness se consideren vitales para la salud pública, miles de sitios se verán obligados a cerrar permanentemente en caso de un segundo cierre.
“Dado que el Gobierno se enfrenta a decisiones difíciles sobre restricciones para controlar el virus, las instalaciones de fitness y de salud deben reconocerse, junto con el comercio minorista esencial, como un servicio vital para la nación”, destaca Huw Edwards, director ejecutivo de ukactive.
Además de este pedido a las autoridades del Reino Unido, ukactive solicitó un paquete de ayuda al sector de £500 millones de libras esterlinas. “El sector del fitness tiene un papel crucial que desempeñar para mantener a las personas en buenas condiciones para luchar contra el COVID-19 durante el otoño y el invierno europeo”, destaca Edwards.
“Hemos estado compartiendo -continúa- los últimos datos del sector con las autoridades, mostrando que la cantidad de personas con casos confirmados de COVID-19 que han visitado los gimnasios, antes de ser confirmadas como positivas, es extremadamente baja. Esto demuestra los enormes esfuerzos que se están haciendo para garantizar que la gente no vaya a entrenar si está infectada”.
El Chartered Institute for the Management of Sport and Physical Activity (CIMSPA) y ukactive declararon anteriormente que hasta el 48% de las instalaciones públicas de acondicionamiento físico podrían cerrar a fines de 2020, lo que resultaría en la pérdida de aproximadamente 300 mil puestos de trabajo.
“Debemos permanecer atentos y seguir monitoreando la situación de cerca, para que el gobierno y las autoridades locales estén armados con la mejor evidencia posible para informar las decisiones sobre el sector. Sin una intervención urgente, hasta la mitad de los gimnasios del Reino Unido podrían cerrar para siempre”, concluye el director.
Fuente: Health Club Management MagazineLos gimnasios del Reino Unido mantienen bajo control al COVID-19 dentro de sus instalaciones, según ukactive
Los gimnasios del Reino Unido mantienen bajo control al COVID-19 dentro de sus instalaciones, según lo reflejan las últimas cifras publicadas por ukactive, el organismo agrupa a la industria británica del fitness. Los datos provienen de más de 1.500 centros deportivos y fueron tomados de las visitas recibidas entre el 25 de julio y el 13 de septiembre.
La investigación arrojó como resultados que hubo 22 millones de visitas a esas 1.500 instalaciones de acondicionamiento físico durante los dos meses posteriores a la reapertura, y el número de casos de coronavirus registrados por cada 100 mil visitas fue de 0,34 en Inglaterra, sin evidencias de que se produjera transmisión comunitaria del virus.
El total del Reino Unido, que tiene en cuenta diferentes fechas de reapertura en las naciones descentralizadas, fue de solo 0,35 casos por cada 100 mil visitas. “Los datos muestran que los protocolos de monitoreo e informes en el sector están ayudando a controlar el virus y a garantizar la seguridad de los clientes”, dice Huw Edwards, director Ejecutivo de ukactive.
Los casos reportados en el estudio de ukactive representan incidentes en los que las autoridades informaron a un gimnasio que un socio que tuvo un resultado positivo asistió a una instalación deportiva dentro de un período de tiempo determinado, en lugar de indicar la transmisión en el entorno de ese centro.
“Estos hallazgos muestran que la cantidad de personas con casos confirmados de COVID-19 que visitan los gimnasios sigue siendo extremadamente baja, lo que es evidencia de los enormes esfuerzos que están realizando los centros de acondicionamiento para garantizar que las personas no concurran a entrenar si creen que pueden tener el virus”, añade Edwards.
“Debemos permanecer atentos -continúa el director- y seguir controlando de cerca la situación, para que el Gobierno y las autoridades locales tengan disponible la mejor evidencia posible para informar las decisiones que toman sobre la actividad del sector del fitness. Nuestro rubro tiene un papel vital que desempeñar en la lucha contra esta crisis de salud”.
Un estudio afirma que la actividad física se asocia con factores protectores contra el COVID-19
Una investigación publicada en la revista británica Brain, Behavior and Immunity afirma que la actividad física se asocia con factores protectores contra el coronavirus, incluso si se realiza en poca cantidad o baja frecuencia. Participaron 387.109 personas en este estudio, el cual se realizó entre abril y mayo de este año.
“Se ha demostrado previamente que la actividad física protege contra infecciones graves adquiridas en la comunidad en estudios de cohortes de población, pero en nuestro estudio se observaron asociaciones protectoras de la actividad física contra el COVID-19, incluso a niveles relativamente bajos de práctica”, indican los autores de la investigación.
“Existen mecanismos biológicos plausibles que explican los beneficios inmunológicos del ejercicio, como por ejemplo los efectos antiinflamatorios y las consecuencias beneficiosas sobre las respuestas inmunitarias adaptativas”, añaden los científicos. El 54,1% de los participantes consideró que hace actividad física suficiente, y el 45,8% dijo que no.
Además, en la investigación se descubrió que las personas que presentan estilos de vida poco saludables -es decir, que tienen factores de riesgo como tabaquismo, sedentarismo, alcoholismo y obesidad-, tienen una probabilidad cuatro veces mayor de contraer el SARS-CoV-2 en comparación con las personas con estilos de vida más saludables.
“Nuestros hallazgos sugieren que un estilo de vida poco saludable, sinónimo de un riesgo elevado de enfermedades no transmisibles, también es un factor de riesgo para la admisión hospitalaria por COVID-19. La adopción de cambios sencillos en el estilo de vida podría reducir el riesgo de infecciones graves”, remarcan los investigadores.
Los científicos a cargo de este estudio fueron Mark Hammer -investigador de la Facultad de Ciencias Médicas de la University College London (UCL)-, Catharine R. Gale -académica de la Unidad de Epidemiología de la Universidad de Southampton-, G. David Batty y Mika Kivimäki -miembros del departamento de Epidemiología y Salud Pública de la UCL-.
Para acceder a la investigación completa, accede aquí: http://mercadofitness.com/pdf/1-s2-0-S088915912030996X-main.pdf
Incluso la obesidad leve puede agravar un cuadro de COVID-19
Está comprobado que incluso la obesidad leve podría agravar el cuadro de COVID-19 y llevar a la muerte, según un artículo publicado en la Revista Europea de Endocrinología, para el cual los investigadores estudiaron a 482 pacientes que estaban internados por esta enfermedad en el Hospital Sant’Orsola de Bolonia, en Italia.
Poco más de una quinta parte tenía un índice de masa corporal (IMC) mayor a treinta, es decir que eran levemente obesos. Esto demostró tener relación con un mayor peligro de padecer insuficiencia respiratoria durante el COVID-19, y de entrar en terapia intensiva. Quienes tienen un índice mayor a cuarenta ya se los considera gravemente obesos.
Sin embargo, un IMC de 35 “aumenta dramáticamente el riesgo de muerte”, señalan los investigadores. En efecto, del 20% de la muestra que padecía COVID-19, el 30% murió dentro de los treinta días siguientes a la aparición de los síntomas. El equipo de científicos, además, notó que algunos pacientes eran jóvenes.
Recientemente, en junio se conoció un estudio codirigido por el cardiólogo David Kass del Hospital Johns Hopkins de Baltimore que prueba que en las poblaciones con una alta prevalencia de obesidad, el COVID-19 afecta a aquellos que son más jóvenes.
“Si sos joven y terminás hospitalizado con COVID-19, es muy probable que seas obeso. Estos pacientes son menos propensos a tener otras comorbilidades importantes como hipertensión, enfermedades cardíacas e incluso diabetes, por lo que la obesidad puede ser el factor principal que afecte su cuadro”, afirma Kass.
Por su parte, “algunas personas dicen que tener más peso dificulta la respiración, especialmente cuando estás enfermo”, comenta el director de la Unidad de Enfermedades Metabólicas de la Universidad de Cambridge, Stephen O’Rahilly, y opina que el riesgo proviene del hecho de que la grasa produce y regula las hormonas.
“Los obesos generan de más proteínas ‘de complemento’. Estas pueden desencadenar una coagulación sanguínea fuera de control, lo cual es un problema en enfermos con COVID-19 grave”, indica O’Rahilly. Además, cuenta que ellos tienen niveles más bajos de adiponectina, una hormona que protege los pulmones de la inflamación.
Ante estos nuevos conocimientos, algunos políticos han manifestado su preocupación, como la alcaldesa Claudia López de Bogotá, Colombia, que decretó la atención especial en pacientes con obesidad, o el primer ministro británico Boris Johnson que anunció un paquete de reformas para regular la publicidad y venta de comida chatarra.