La capacidad máxima de ejercicio está inversamente relacionada con la hospitalización por COVID-19, según un estudio estadounidense
La capacidad máxima de ejercicio está inversamente relacionada con la hospitalización secundaria por COVID-19, según un estudio publicado en la revista Mayo Clinic Proceedings. En este sentido, los expertos concluyeron que las personas con capacidad física media o alta tienen la mitad de riesgo de ser internados por coronavirus.
Para la investigación, los científicos convocaron a casi 1200 personas de entre 18 y 59 años que completaron una prueba de esfuerzo con ejercicio clínicamente indicado entre el 1 de enero de 2016 y el 29 de febrero de 2020, y que luego se sometieron a una prueba de SARS-CoV-2 entre el 29 de febrero de 2020 y el 31 de mayo de 2020.
Los resultados concluyeron en que 246 pacientes dieron positivo con COVID-19 luego de someterse a la prueba de ejercicio. El 36% de esos individuos fueron hospitalizados, los cuales fueron los que peores resultados habían obtenido en el test de esfuerzo en parámetros como capacidad cardiorrespiratoria o resistencia a la fatiga.
“La aptitud cardiorrespiratoria y la capacidad de ejercicio refleja directamente la función integrada de múltiples sistemas de órganos. Como tal, es una medida importante de la salud general y del estado del cuerpo cuidar estas capacidades para responder a factores estresantes internos y externos como el coronavirus”, destacan los investigadores.
“El COVID-19 representa uno de estos factores estresantes en el sistema cardiopulmonar, lo que proporciona una explicación fisiológica potencial para la asociación inversa observada entre la capacidad máxima de ejercicio y el riesgo de internación. Esta asociación es consistente con hallazgos previos hechos con pacientes que padecían enfermedades crónicas”, agregan.
“Además, el volumen de ejercicio que uno realiza habitualmente está asociado con el riesgo de infección. Los entrenamientos aeróbicos regulares de intensidad moderada-intensa impactan favorablemente en las vías biológicas que están involucradas con la respuesta del cuerpo a una infección”, concluye el estudio.
La investigación fue realizada por los doctores Clinton A. Brawner, Jonathan K. Ehrman, Shane Bole, Courtland Keteyian, Khaled Abdul-Nour, Steven J. Keteyian, Dennis J. Kerrigan, Sachin S. Parikh, Barry K. Lewis y Ryan M. Gindi, especialistas pertenecientes al área de salud cardiovascular del Hospital Henry Ford de Detroit, Estados Unidos.