La actitud positiva hacia el ejercicio es clave para la actividad física en niños

El informe anual Active Lives Children and Young People Survey de Sport England, correspondiente al ciclo académico 2023-2024, destaca que las actitudes positivas hacia la actividad física son un factor determinante en los niveles de ejercicio de los niños. Según el estudio, aquellos que muestran tres o más actitudes positivas —como felicidad, resiliencia y confianza— tienen una probabilidad significativamente mayor de mantenerse activos. De los niños con estas actitudes, el 62% realiza actividad física, mientras que solo el 34% de quienes no tienen ninguna actitud positiva alcanza niveles de ejercicio regulares. Esto subraya la importancia de fomentar una relación saludable con el deporte desde una edad temprana. El estudio, que analiza los hábitos de actividad física de niños y jóvenes de entre 5 y 16 años en el Reino Unido, encontró que el 70.5% de ellos son clasificados como "activos" (60 minutos diarios o más) o "moderadamente activos" (entre 30 y 60 minutos diarios). Sin embargo, solo el 47.8% cumple con las recomendaciones del Chief Medical Officer de realizar al menos una hora de actividad física diaria.
A pesar de estos resultados, los niveles generales de actividad física permanecieron estables en los últimos cuatro años, mostrando un aumento del 4.5% respecto al inicio del estudio en 2017-2018. La participación en actividades como gimnasia y fitness creció en un 12% en los últimos seis años, con 832,000 niños más involucrados. Sin embargo, este incremento no se mantuvo en el último año. Deportes en equipo, juegos activos y natación presentan tendencias planas desde 2017-2018, y apenas el 70% de los niños de 11 años pueden nadar 25 metros al finalizar la primaria, una cifra preocupante que disminuyó un 4.7% en seis años. Por otro lado, se observan avances alentadores: la brecha de actividad entre adolescentes varones y mujeres se redujo en los últimos seis años, y niños con discapacidades o condiciones de salud crónicas muestran niveles de actividad similares a los de sus pares. A pesar de los avances, las disparidades permanecen. Niños de hogares más acomodados son significativamente más activos que aquellos de familias con menores recursos. Además, los jóvenes de origen blanco o mixto tienen mayores probabilidades de ser activos que aquellos de origen asiático o negro. Para acceder al informe completo visite aquí.
Lanzan una campaña para combatir el sedentarismo infantil

En Argentina lanzan campaña contra el sedentarismo infantil

En Argentina lanzan una campaña para combatir el sedentarismo infantil. El Club de Amigos, en colaboración con el Consejo Publicitario Argentino, presenta la campaña #InfanciaConMovimiento con el objetivo de concientizar a las familias sobre la importancia de incorporar la actividad física regular en la vida de los niños desde sus primeros años. Recientemente, un estudio finlandés encontró que el sedentarismo infantil se podría vincular a problemas cardíacos en la adultez. Según los investigadores, los niños sedentarios tienden a enfrentar problemas de salud, como el colesterol alto, ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, en la edad adulta. En esta línea, el especialista en nutrición Osvaldo Scarcella también destacó la urgencia de promover hábitos saludables y prevenir el sobrepeso desde una edad temprana. En este marco, la campaña argentina "#InfanciaConMovimiento" para combatir el sedentarismo infantil propone diversas estrategias para integrar el movimiento en la rutina diaria de los más pequeños. Algunas recomendaciones incluyen optar por ir a la escuela caminando en lugar de usar el transporte, establecer horarios fijos para juegos al aire libre los fines de semana y motivar a los niños a través del ejemplo de los adultos. "El aliento de los adultos es fundamental para que los chicos desarrollen el hábito de moverse", señalan en la campaña.
Además, se subraya la importancia de que la actividad física sea divertida. La campaña sugiere buscar actividades que se adapten a los gustos de los niños y recordar que es normal que cambien de deporte en varias ocasiones hasta encontrar el que más les gusta. También se invita a las familias a disfrutar del aire libre, resaltando que el movimiento en este entorno es más beneficioso y agradable. Para facilitar la incorporación de la actividad física, se diseñaron propuestas específicas para diferentes edades, que pueden ser descargadas por las familias. Las actividades están organizadas para bebés de hasta 1 año, niños de 2 a 3 años, de 4 a 5 años y de 6 años en adelante. Para obtener más información sobre la campaña #InfanciaConMovimiento visite aquí.
El ejercicio ayuda a mejorar la inteligencia en niños con sobrepeso

El ejercicio ayuda a mejorar la inteligencia en niños con sobrepeso

El ejercicio regular puede mejorar significativamente la inteligencia y la flexibilidad mental de los niños con sobrepeso u obesidad, según un estudio. Estos resultados provienen de un ensayo clínico en el que participaron 109 niños de 8 a 11 años, quienes siguieron un programa de ejercicios aeróbicos y de resistencia durante 20 semanas. Los niños del grupo de ejercicio mejoraron su inteligencia en un 62% más que los niños del grupo de control, que continuaron con sus rutinas habituales. Por su parte, los niños que hicieron ejercicio también mostraron una mejora en su flexibilidad mental en un 42% más que los niños del grupo de control. Además de los beneficios en inteligencia y flexibilidad mental, el ejercicio tuvo un efecto positivo, aunque más pequeño, en el rendimiento académico. Los niños del grupo de ejercicio tuvieron una mejora en sus puntuaciones académicas en un 21% más en comparación con el grupo de control. El ensayo clínico se llevó a cabo entre noviembre de 2014 y junio de 2016, con un seguimiento y análisis de datos de neuroimagen realizado entre 2017 y 2021. Todos los participantes recibieron recomendaciones generales para un estilo de vida saludable, pero solo el grupo de ejercicio asistió a un mínimo de tres sesiones supervisadas de 90 minutos por semana en un entorno extraescolar. Estas sesiones incluyeron actividades aeróbicas y de resistencia diseñadas para mejorar la condición física general de los niños. El programa de ejercicios no mostró efectos significativos en otras áreas evaluadas, como la inhibición, la memoria de trabajo, o los resultados estructurales y funcionales del cerebro, como el volumen del hipocampo. Este estudio destaca la importancia de incorporar el ejercicio físico en la rutina diaria de los niños para promover su desarrollo cognitivo y general. Para acceder a la investigación, visite aquí.

Los escolares que hacen ejercicio mejoran su condición física y su salud

Los escolares que hacen ejercicio regular mejoran su condición física y su salud, según un estudio liderado por la Universidad de Granada (UGR). Durante un programa de cinco meses, los niños redujeron su riesgo cardiometabólico, colesterol LDL, índice de masa corporal, masa grasa y grasa visceral, y mejoraron su capacidad aeróbica. "Uno de los hallazgos más llamativos es que casi el 80% de los niños que completaron el programa de ejercicio físico consiguieron una reducción significativa de la cantidad de grasa total", explica Francisco B. Ortega, profesor del Departamento de Educación Física y Deportes de la UGR e investigador principal del proyecto. El programa se basó en juegos grupales que implicaban actividades sencillas como correr en una pista al aire libre y ejercicios de fuerza de intensidad moderada a alta, sin ningún equipamiento avanzado. Es decir, el programa se llevó a cabo en condiciones similares a las que se encuentran en el entorno escolar o en las actividades extraescolares, lo que significa que el programa es socialmente transferible a un contexto cotidiano. Al respecto, Jairo H. Migueles, miembro del Departamento de Educación Física y Deportes de la UGR y uno de los investigadores principales del estudio, enfatiza: "Una tendencia similar se observó tanto en niños como en niñas que pasaron de una mala condición física a una condición física óptima, en función de la capacidad aeróbica". Asimismo, Cristina Cadenas Sánchez, otra investigadora que coordinó el estudio, afirma: "Este hallazgo demuestra la importancia de incluir la actividad física en el tratamiento de la obesidad infantil y prevenir el desarrollo de problemas metabólicos". El estudio, publicado en la revista científica JAMA Network Open, fue liderado por investigadores del Departamento de Educación Física y Deporte de la UGR, en colaboración con pediatras de la Unidad de Endocrinología Pediátrica del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada y colaboradores externos nacionales e internacionales.

Las políticas sobre uniformes escolares obstaculizarían el ejercicio de los niños

Las políticas sobre uniformes escolares obstaculizarían el ejercicio de los niños, según un estudio global. Los hallazgos indican que los niños tienen menos probabilidades de cumplir con el mínimo recomendado de 60 minutos de actividad física diaria en países donde el uso de uniforme escolar es obligatorio. El análisis reveló que la brecha en la actividad física entre niños y niñas era mayor en aquellos lugares donde se requería el uso de uniforme escolar. En la edad de la escuela primaria, esta brecha era especialmente pronunciada. Aunque los investigadores señalan que sus hallazgos no prueban que el uniforme sea directamente responsable de la falta de actividad física, sugieren que podría actuar como una barrera para la misma, especialmente para las niñas. El uso de ciertas prendas, como faldas o vestidos, podría hacer que las niñas se sientan menos cómodas al participar en actividades físicas. La Dra. Mairead Ryan, investigadora principal del estudio y miembro de la Unidad de Epidemiología del Consejo de Investigación Médica y la Facultad de Educación de la Universidad de Cambridge, destaca la importancia de considerar estos hallazgos en la toma de decisiones relacionadas con las políticas escolares. "Las comunidades escolares podrían considerar el diseño y las características específicas de los uniformes para determinar si estas podrían alentar o restringir las oportunidades de actividad física durante el día", sugiere Ryan. El estudio se basó en datos de más de 1.1 millones de niños de entre cinco y 17 años en 135 países y regiones. Para ver la investigación completa visite aquí.