mujer haciendo ejercicio por la noche, lo que ayudaría a vivir más

Hacer ejercicio por la noche ayudaría a vivir más

Hacer ejercicio por la noche ayudaría a vivir más, según un nuevo estudio realizado por investigadores australianos y publicado en la revista Diabetes Care. La investigación, que analizó datos de casi 30,000 personas durante ocho años, encontró que el movimiento nocturno entre las 6 p.m. y la medianoche era especialmente beneficioso para aquellos que vivían con obesidad. Lo interesante es que cualquier tipo de actividad física moderada a vigorosa, desde caminar vigorosamente hasta realizar ejercicios estructurados como correr o subir escaleras, resultó beneficiosa. Incluso tareas cotidianas como limpiar la casa enérgicamente contaban como actividad física. Según el Dr. Matthew Ahmadi, investigador postdoctoral de la Fundación Nacional del Corazón en la Universidad de Sydney, solo tres minutos de ejercicio que aumenten el ritmo cardíaco pueden aportar beneficios significativos para vivir más. Esto sugiere que la frecuencia de estos cortos períodos de ejercicio podría ser más importante que la cantidad total de actividad física diaria. Los investigadores utilizaron dispositivos portátiles para rastrear el movimiento de los participantes durante siete días, dividiendo su actividad en la mañana, tarde o noche. Luego, monitorearon su salud durante los siguientes ocho años, teniendo en cuenta factores como el tabaquismo, el consumo de alcohol y otros estilos de vida. Al final, el estudio concluyó que los entrenamientos nocturnos eran más beneficiosos para las personas con obesidad, lo que contrasta con estudios anteriores que sugerían que hacer ejercicio por la mañana era más efectivo, especialmente para perder peso. Para acceder a la investigación completa visite aquí.

Las mujeres logran más beneficios con menos ejercicio que los hombres

Las mujeres logran más beneficios con menos ejercicio que los hombres, según un estudio. En relación con la actividad física aeróbica moderada a vigorosa, como caminar rápido o andar en bicicleta, los hombres alcanzaron su máximo beneficio con unas cinco horas semanales, mientras que las mujeres lograban lo mismo con aproximadamente 2 1/2 horas semanales. Para el fortalecimiento muscular, los hombres alcanzaron su máximo beneficio con tres sesiones semanales, mientras que las mujeres lo hicieron con una sesión semanal. La Dra. Susan Cheng, autora principal del estudio, sugiere que "las mujeres pueden obtener aún mayores beneficios si aumentan la actividad aeróbica a más de dos horas y media semanales o realizan dos o más sesiones de fortalecimiento muscular". La Dra. Martha Gulati, directora de Cardiología Preventiva en el Smidt Heart Institute y coautora principal de la investigación, comenta: “Históricamente, las mujeres estuvieron rezagadas en cuanto al ejercicio significativo. Lo alentador es que este estudio demuestra que las mujeres pueden sacar más provecho de cada minuto de actividad moderada a vigorosa que los hombres”. Gulati enfatiza que, mientras los hombres alcanzan el máximo beneficio con 300 minutos semanales de actividad moderada a vigorosa, las mujeres obtienen el mismo beneficio con solo 140 minutos. Sin embargo, las mujeres continúan obteniendo beneficios adicionales hasta 300 minutos semanales. Estos hallazgos resaltan las diferencias sexuales en los resultados clínicos relacionados con el ejercicio. Los investigadores analizaron datos de 412,413 adultos estadounidenses recopilados entre 1997 y 2019, y encontraron que, para los adultos físicamente activos, el riesgo de mortalidad era menor en comparación con los inactivos. Sin embargo, el riesgo de mortalidad fue un 24% menor en mujeres y un 15% menor en hombres.

El 56,6 % de la población de Bogotá practica suficiente actividad física

El 56,6 % de la población de Bogotá, Colombia, entre los 18 y 64 años, practica suficiente actividad física, según una investigación realizada por el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), en alianza con la UNESCO, como parte del programa Fit for Life. Además, encontraron que el 90 % de las personas que participan en los programas del IDRD son suficientemente activas. Sin embargo, existe una brecha de género del 25,2 %, lo que significa que las mujeres practican menos actividad física en comparación con los hombres. En cuanto a la población en etapa escolar, los resultados muestran que el 13,3 % de los estudiantes son suficientemente activos. La investigación destaca el éxito del proyecto de inversión “Construcción de Comunidades Activas y Saludables” implementado por el IDRD, el cual generó un ahorro en costos sanitarios de U$311 millones de dólares y ayudó a prevenir 835 mil casos de enfermedades coronarias. La directora del IDRD, Blanca Durán, destaca la importancia de este trabajo: “Es la primera vez que el IDRD lleva a cabo investigaciones propias en conjunto con entidades de renombre internacional, con el propósito de evaluar sus acciones y medir el impacto que tienen en la ciudad sus políticas y programas relacionados con el deporte y la actividad física”. También Durán remarca que la investigación sitúa a Bogotá como “la primera ciudad en el mundo en evaluar el impacto del deporte en el desarrollo sostenible y el retorno social a la inversión”. En este sentido, el consultor de la UNESCO, Alfonso Jiménez, enfatiza: “Su visión estratégica permite obtener altas tasas de retorno en la inversión, lo que se traduce en beneficios para la sociedad”. Entre otros de los datos más significativos se encuentra que el 6,03 % del presupuesto público de la capital se invierte en deporte y actividad física, y que el 3,52 % de esta inversión se ejecuta a través del IDRD, con sus diversos programas y actividades en beneficio de niños, niñas, jóvenes, adultos y personas mayores en diferentes localidades de la ciudad. Asimismo, el sector de deporte y actividad física contribuye con un 1,07 % al Producto Interno Bruto (PIB), resaltando su importancia en la economía.    

40′ diarios de ejercicio contrarrestaría los riesgos de estar sentado

Realizar hasta 40 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada a vigorosa puede equilibrar los riesgos asociados con estar sentado durante 10 horas al día, según revela un estudio. Esta cantidad de ejercicio incluye actividades como ciclismo, caminatas rápidas o jardinería. No obstante, cualquier cantidad de movimiento o simplemente estar de pie también aportaría beneficios. La investigación señala que el riesgo de muerte aumenta entre aquellos con estilos de vida sedentarios a medida que disminuye el tiempo dedicado a la actividad física moderada a vigorosa. Sin embargo, para aquellos que realizan entre 30 y 40 minutos diarios de ejercicio, la asociación entre el tiempo sedentario y el riesgo de muerte no difiere significativamente de aquellos con bajos niveles de sedentarismo. Las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2020 respaldan esta idea, recomendando entre 150 y 300 minutos de actividad física moderada o entre 75 y 150 minutos de actividad vigorosa semanalmente para contrarrestar el comportamiento sedentario. Este estudio se basa en un metanálisis que respalda las pautas de la OMS. Los investigadores recopilaron datos de 44,000 personas en cuatro países que utilizaron dispositivos portátiles, con un seguimiento de cuatro a casi 15 años. Los resultados fueron publicados en el British Journal of Sports Medicine como parte de las Directrices Globales 2020 sobre actividad física y comportamiento sedentario.

La inactividad costaría U$520 mil millones a la salud mundial para 2030

La inactividad costaría a la salud U$520 mil millones de dólares a nivel global para 2030, es decir, aproximadamente U$47.6 mil millones por año, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Elsevier. Esta investigación proyecta 499.2 millones de nuevos casos de enfermedades no transmisibles (ENT) y problemas de salud mental en todo el mundo si la prevalencia de la inacción ante la inactividad permanece inalterada. Aunque el 74% de estos nuevos casos se prevé en países de ingresos bajos y medios, la carga económica recae significativamente en las naciones de ingresos altos, asumiendo un 63% de los costos. Un dato particularmente preocupante es que, de los nuevos casos prevenibles, se destaca la hipertensión, diabetes tipo 2, cáncer, demencia y depresión. En este sentido, la demencia, a pesar de representar solo el 3% de los nuevos casos prevenibles, contribuiría al 22% de todos los costos. La diabetes tipo 2, con el 2% de los nuevos casos, correspondería al 9% de los costos totales. Por su parte, los cánceres, siendo el 1% de los nuevos casos, representarían el 15% de los costos totales. “Esta carga económica y sanitaria que supone la inactividad física es evitable”, señala el estudio y subraya que “otras inversiones y la implementación de intervenciones políticas conocidas y efectivas ayudará a los países a lograr el objetivo sostenible y el objetivo de desarrollo de reducir la mortalidad por ENT para 2030”. Esta investigación utilizó los datos sanitarios y económicos más recientes para 194 países, estimando los costos directos de la atención de salud pública de las ENT y condiciones de salud mental para 2020-2030. Cabe destacar que también se incluyeron resultados de casos incidentes de enfermedad coronaria, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, en adultos de al menos 18 años. Para acceder al artículo completo visite aquí.

Quienes hacen ejercicio en compañía tendrían menor riesgo de deterioro cognitivo

Quienes hacen ejercicio con otras personas tendrían un menor riesgo de padecer deterioro cognitivo que aquellos que lo hacen solos o que no lo hacen, según un estudio de adultos mayores en Japón. La investigación encontró que las personas mayores de 65 años que hacen ejercicio en compañía son más activas físicamente, tienen menor riesgo de discapacidad funcional y sufren menos caídas. “Nos centramos en el efecto que tiene el ejercicio en la promoción de la comunicación social”, dice el autor del estudio, Kenji Tsunoda, profesor asociado de bienestar social en la Universidad de la Prefectura de Yamaguchi. En el transcurso de cuatro años, Tsunoda y sus colegas siguieron a los participantes, que vivían de forma independiente en Kasama, una ciudad a unos 96,56 kilómetros al norte del centro de Tokio. En una encuesta de 2017 se preguntó sobre sus hábitos de acondicionamiento físico, incluida la frecuencia con la que hacen ejercicio solos o con otras personas -como su cónyuge, hijos, nietos, amigos o un entrenador-. Según las respuestas, los participantes se dividieron en tres grupos: no deportistas, deportistas individuales (ejercicio solo al menos una vez a la semana) y deportistas sociales (ejercicio con otros al menos una vez a la semana). Asimismo, los investigadores obtuvieron datos de deterioro cognitivo de una base de datos del gobierno. Cabe mencionar que, en Japón, la condición se mide mediante un método estandarizado a nivel nacional conocido como Criterios de Evaluación de la Independencia de las Actividades de la Vida Diaria. Una mayor proporción de adultos mayores reportaron hacer ejercicio solos (31%) que con otras personas (24.8%). Casi la mitad respondió que no hace nada de ejercicio (44,2%). A lo largo de los cuatro años, el 7,7% de los participantes desarrollaron deterioro cognitivo y, en el momento de la encuesta inicial, la edad media de los participantes era de 76,9 años, y el 51,8 % eran mujeres. Sin embargo, los adultos mayores que hacían ejercicio solos tenían menos probabilidades de desarrollar un deterioro cognitivo, en alrededor de un 22%, en comparación con los que no hacían nada de ejercicio. Pero el vínculo preventivo se vio reforzado por la adición de un elemento social, que mostró una reducción del riesgo del 34% en comparación con no hacer ejercicio. Tsunoda y sus colegas crearon una herramienta predictiva basada en sus hallazgos, llamada “fracción atribuible a la población”, para evaluar el impacto del ejercicio social en toda la población del estudio. Si todos los participantes hicieran ejercicio con otros dos veces por semana o más, la incidencia de deterioro cognitivo disminuiría en un 29,2%, mientras que el beneficio sería de solo un 15,1% para el ejercicio solo. El deterioro cognitivo, que puede variar de leve a grave, conduce a problemas para recordar, aprender cosas nuevas, concentrarse o tomar decisiones. En el estudio, esta afección se definió como “tener síntomas que interfieren con la vida diaria hasta el punto en que se necesita supervisión o atención”. Los resultados fueron publicados en Archives of Gerontology and Geriatrics.

El 71.2% de los mexicanos dice aspirar a ser saludable y “fit”

El 71.2% de los mexicanos dice aspirar a ser saludable y “fit”, según datos revelado por  YouGov Global Profiles. Este porcentaje es estadísticamente superior al promedio internacional, que es del 67.4%, lo cual demuestra el creciente interés de los consumidores mexicanos por cuidar su bienestar físico. Comparado con el promedio global, es también estadísticamente más probable que los mexicanos digan que consideran comer sano (61.1%, vs 53.4% global), que hacen todo lo posible para promover un estilo de vida saludable (63.6% vs 58.6%) y que cuidan de su bienestar físico adecuadamente (32.5% vs 27.8%).   “Al mismo tiempo, hay varios indicadores que sugieren que los mexicanos no cuidan de su salud como deberían. Es estadísticamente menos probable que prefieran las versiones de dieta de los productos y que crean que fumar dejará de ser una actividad popular”, aseguran desde YouGov Surveys. “También es más probable que acepten que les gustaría ejercitarse más, comparados con el promedio global. Y lo que es más importante aún: aceptan con mayor frecuencia que toman medicina que no necesita prescripción en cuanto se sienten enfermos, algo que podría indicar una reticencia a visitar a un doctor”, añade el documento. Según esta encuesta, “el hecho de que los mexicanos crean tanto en muchos lugares comunes relacionados con la salud podría estar ayudando a cimentar su creencia que están haciendo un buen trabajo procurando de su bienestar físico. Esto, aun cuando sus acciones tal vez no estén sustentando realmente esta conclusión”. Este estudio de YouGov Global se llevó a cabo online, en marzo de este año. La encuesta recopiló respuestas de consumidores de 18 años o más, en 18 mercados internacionales. El tamaño de la muestra varía entre 512 y 2007 participantes por mercado. Fuente: https://business.yougov.com

El hábito de asistir al gimnasio se adquiriría en seis meses

El hábito de asistir al gimnasio se adquiriría en seis meses, según un estudio realizado por el Instituto de Tecnología de California (Caltech). Los investigadores utilizaron herramientas de aprendizaje automático para analizar datos de más de 30 mil asistentes a la cadena de gimnasios 24 Hour Fitness durante cuatro años. Una de las autoras del estudio, Anastasia Buyalskaya, explica que con el aprendizaje automático se pueden observar cientos de variables de contexto que pueden predecir el comportamiento. Además, el estudio encontró que ciertas variables, como la hora del día, no tienen efecto en la formación del hábito, mientras que el comportamiento anterior sí influye en la probabilidad de que una persona vuelva a asistir. Los datos revelaron que para el 76% de los asistentes al gimnasio, la cantidad de tiempo que había pasado desde la última visita era un indicador importante para decidir regresar. Es decir, cuanto más tiempo había pasado desde la última vez que asistieron al gimnasio, menos probable era que se convirtiera en un hábito. Además, el 69% de los asistentes al gimnasio tenían más probabilidades de ir los mismos días de la semana, siendo los lunes y martes los más concurridos. El estudio también concluyó que no existe un número mágico para la formación de hábitos y que la velocidad de su formación difiere según el comportamiento y una variedad de otros factores. Colin Camerer, otro de los autores del estudio, dice que “es posible que haya oído que se tarde unos 21 días en formar un hábito, pero esa estimación no se basó en ninguna ciencia”. La industria del fitness está muy interesada en este estudio, ya que ofrece una nueva perspectiva sobre la formación de hábitos en esta área. Además, “también podría ayudar a la industria a diseñar programas de reinicio para aquellos que abandonaron el hábito de ir al gimnasio y desean retomarlo”, según destaca Buyalskaya. La investigación se llevó a cabo en colaboración con la cadena de gimnasios 24 Hour Fitness y logró conjuntos de datos para analizar las variables que influyen en la formación del hábito de asistir al gimnasio. El estudio fue publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y ha generado interés en la industria del fitness al ofrecer una nueva perspectiva sobre la formación de hábitos. 24 Hour Fitness es una cadena de gimnasios estadounidenses con sede en Carlsbad, una ciudad costera en la región norte del condado de San Diego, en California. Esta cadena fue fundada por Mark Mastrov y se vendió a Forstmann Little & Co en 2005, y luego a inversores de AEA y Ontario Teachers Pension Plan en 2014. Actualmente opera 287 gimnasios en 11 estados de Estados Unidos y es propiedad de Sculptor Capital Investments LLC, Monarch Alternative Capital LP y Cyrus Capital Partners LP.
Cambios en la actividad fisica, dieta y sueño

Los cambios en la actividad física, la dieta y el sueño durante la cuarentena se asocian con un estado de ánimo negativo, según un estudio

Los cambios en la actividad física, la dieta y el sueño durante la cuarentena están asociados con un estado de ánimo negativo, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad del Oeste de Escocia y la Universidad Glasgow Caledonian, que fue publicado a principios de septiembre en la revista científica Frontiers in Psychology. Para el análisis, se encuestaron 399 ciudadanos escoceses de entre 18 y 72 años. En cuanto al ejercicio físico, los resultados revelaron que aquellos que entrenaron menos tenían una mayor puntuación negativa del estado anímico en comparación con aquellos cuyos niveles de actividad se mantuvieron iguales o se incrementaron. “Aquellos que estaban haciendo mucha menos actividad física tenían un estado anímico negativo significativamente más alto que todos los demás grupos”, dice la profesora Joanne Ingram, autora del estudio. Sólo el 35,9% reportó haber aumentado su nivel de ejercicio físico, mientras que el 47,4% disminuyó la cantidad. “Es posible que esta reducción esté influyendo en la salud mental de los participantes, ya que la actividad física mejora el estado de ánimo, y se asocia positivamente con el bienestar mental. Sin embargo, también es posible que quienes experimentan un estado de ánimo muy negativo hayan reducido el nivel de ejercitación”, explica Ingram. Por otro lado, la investigación reveló que, en cuanto a los hábitos alimenticios, la dieta de quienes cambiaron su situación laboral debido a la pandemia se volvió menos saludable, y esto también se vincula con un estado anímico negativo. Respecto a la calidad del sueño, la mayoría de los encuestados durmió “mucho peor”, lo cual se relaciona con su mal humor.
Las embarazadas en españa se ejercitaron menos

En España, las embarazadas realizaron un 30% menos de actividad física moderada en cuarentena

Las mujeres españolas embarazadas disminuyeron un 30% su práctica de actividad física moderada, y en un 60% sus salidas a caminar durante el confinamiento, según una investigación realizada en conjunto por la Universidad CEU Cardenal Herrera (UCH) de Valencia, España, y la Universidad de Catania, Italia. Este estudio se realizó entre el 18 y el 30 de mayo, y analizó a noventa futuras mamás de España, respecto a sus hábitos alimenticios, actividad física y sedentarismo antes y durante la cuarentena. Por otro lado, sus resultados fueron publicados en la revista científica International Journal of Environmental Research and Public Health a mitad de agosto. En promedio, las participantes pasaron de realizar 94 minutos semanales a 68 durante la pandemia, en ambos casos por debajo de los 150 minutos por semana recomendados, según indica Gemma Biviá, profesora del Departamento de Fisioterapia de la CEU UCH. Respecto a la caminata, descendió de 98 a 38 minutos semanales. En cuanto a las condiciones que las mujeres señalaron como obstáculos para entrenar se encuentran: la falta de espacio en sus hogares (21,2%), y la fatiga en el embarazo (también un 21,2%). Además, un 12,2% consideró que el ejercicio físico no era una prioridad en su estado, y un 4,4% afirmó tener miedo de que esto dañe al feto. “Como todo, estamos más sedentarios, pero no solo las embarazadas en particular”, dice al respecto Mariela Villar, directora de los centros de actividad física para futuras mamás Embarazo Activo. “Es cierto que bajó la cantidad de ejercitación porque estamos todos confinados, pero también es verdad que la que no hizo es porque tampoco quiso”, dice. “Hay un montón de oferta de clases, e incluso hasta gratuita”, señala Villar. Por su parte, Embarazo Activo brinda clases pagas con seguimiento actualmente online. Su cantidad de socias se mantiene, según cuenta la directora, con 150 mujeres al mes, que pueden acceder a un pase libre para ejercitarse todos los días. Por otro lado, “lo que sí veo es que las embarazadas, especialmente las que tienen hijos, están muy atravesadas por el estrés de tener que convivir en un espacio físico chico las 24 horas al día con su pareja e hijos- cuenta Lorena Ribot, dueña del Centro Muladhara de La Plata, Buenos Aires, y profesora especialista en gimnasia para futuras madres. En su experiencia, abril “fue el mes más flojo, porque además había una expectativa de que pudiera aparecer algún tipo de cura o resolución ante la pandemia, y la gente estaba a la espera para ver qué hacía (con las clases)”, explica Ribot, pero en mayo el número de socias volvió a crecer ya que “he tenido nuevas mujeres que no vi nunca y están al punto del parto”.