La cadena Sport Club abrió una nueva sede dentro del Campo Argentino de Polo
La cadena de gimnasios Sport Club concretó el mes pasado la apertura de una sede propia dentro del Campo Argentino de Polo, situado en la Ciudad de Buenos Aires. Esta iniciativa surgió luego de que, dentro del predio conocido como la Catedral del Polo de Palermo, se comenzara a construir un paseo gastronómico y comercial abierto para sus socios y visitantes.
“Ahora se está realizando el Abierto de Polo, por lo que estamos operando solo a un 50% del aforo para limitar el ruido y el movimiento de gente. Estamos abiertos de 8.00 a 20.00 de lunes a viernes, y los sábados abrimos de 10.00 a 18.00. Solo pueden asistir a esta sede los clientes que cuenten con el Plan Total”, cuenta Darío Micillo, gerente de la sucursal.
El Plan Total cuesta $3900 por mes y además de habilitar el ingreso a esta nueva sede de Sport Club, este plan permite al socio el acceso a cualquiera de las sucursales que tiene esta cadena en el resto del país. El flamante gimnasio del Campo de Polo fue equipado con las marcas Precor -para las bicicletas- y Bodytone -para los equipos de musculación-.
“Tenemos todas las expectativas porque se viene el verano, y la tendencia a nivel mundial está siendo la actividad al aire libre. Esta sede tiene el 80% de sus actividades afuera, y eso marca la tendencia para que los gimnasios replanteen su estructura y sus ubicaciones, buscando lugares que les permitan ofrecer clases outdoor”, destaca Micillo.
“Proyectamos un verano con perspectivas positivas –prosigue-. Tenemos dos conceptos muy fuertes: la seguridad y lo verde. Seguridad en todo sentido: que el cliente pueda estar al aire libre sin tener que usar barbijo al entrenar, y que pueda estar en un lugar privado donde nadie pueda robarte tus pertenencias”.
Los próximos pasos de Sport Club contemplan aperturas en Bariloche, dos unidades más en Rosario, otra en Córdoba y una Mendoza. “Siempre que llega una empresa de nuestro calibre a una ciudad, eso nivela el mercado para arriba y ayuda a que todos los gimnasios puedan aumentar el precio de sus abonos”, concluye Micillo.