Las políticas económicas de Argentina serán determinantes para el sector de fitness 2024

Las políticas económicas de Argentina serán determinantes para el sector de fitness en 2024, según opinan los líderes de Fitness Emporium, SONNOS y Napp Fitness. A pesar de las adversidades superadas en 2023, marcado por un creciente enfoque en el bienestar, anticipan un entorno desafiante pero optimista para el próximo año. Sobre los objetivos alcanzados este 2023, Charly Chagas, propietario de Fitness Emporium, destaca logros internacionales y el crecimiento en el mercado vertical, respaldados por un exitoso modelo de "leasing". Con 12 contratos vigentes y cuatro más programados para 2024, Chagas tiene planes ambiciosos, incluyendo cinco aperturas confirmadas entre febrero y abril del próximo año. "A pesar de los desafíos del país y la incertidumbre electoral, tuvimos un buen año", asegura Chagas. Adicionalmente, subraya que las cadenas, las cuales son una parte crucial de su facturación, experimentaron "un crecimiento y renovación significativos", captando nuevos clientes tanto en Buenos Aires como en el interior del país. Respecto a su cartera de productos, Chagas revela la incorporación de nuevos equipos y la actualización tecnológica de todas las líneas de carga con tecnología touch. Con entusiasmo, comparte planes para 2024, que incluyen no solo las cinco aperturas ya confirmadas para el primer semestre del año, sino también la posibilidad de seis a siete nuevas aperturas de “gimnasios grandes” según las proyecciones de sus clientes principales. Sin embargo, Chagas se muestra cauteloso sobre la expectativa de la definición de la política de importaciones y apertura. "Aunque todo será más costoso, confiamos en que no habrá restricciones para planificar compras de equipamiento y fortalecer nuestro stock", afirma. El objetivo de Fitness Emporium es cerrar junio de 2024 con entre 20 y 30 contratos de leasing, “apuntando a una economía con un dólar oficial más cercano al blue y políticas más claras para atraer inversiones y fomentar el crecimiento del sector”. En paralelo, Guillermo Napp, propietario de Napp Fitness, destaca el enfoque humano y los programas personalizados que implementaron este 2023 en sus clubes, modelo que replicará en 2024. Este año, Napp comparte que tuvo que enfrentarse a desafíos relacionados con la “retención del equipo interno y la necesidad de adaptarse a actualizaciones constantes de precios y paritarias”. Sin embargo, Napp prevé un crecimiento en la recuperación del sector para 2024, con la mayoría de las personas realizando ejercicios y actividad física dentro de los gimnasios. También destaca la importancia de gestionar estratégicamente los indicadores cambiantes y la tendencia del comportamiento del consumidor para el próximo año. Por su parte, Ariel Osso, director de SONNOS, comparte que este 2023 "el rubro del bienestar tuvo un crecimiento del 30% en el consumo de productos". Si bien observa una apertura constante de nuevas sedes y más emprendedores en el sector, anticipa “desafíos significativos en 2024 debido a cambios económicos, industriales y sociales”. En este sentido, Osso subraya la resistencia del rubro wellness durante 2023, a pesar de la coyuntura económica política argentina. También considera que el 2024 estará marcado por la incertidumbre y por un posible escenario de conflictividad, pero que, a pesar de ello, expresa la esperanza de "ver florecer al país".

La reapertura de gimnasios en CABA no repercutió en la tendencia descendente de la cantidad de casos de COVID-19

Los números en el mapa de COVID-19 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hablan por sí solos: la reapertura de gimnasios a fines de octubre pasado no repercutió en la tendencia descendente del número casos. Lo que se observa es una curva en declive de contagios por día en forma sostenida. El 28 de octubre, día de la reapertura, se contabilizaron 641 nuevos infectados, mientras que este miércoles se registraron 306. En el mes de septiembre, propietarios y entrenadores de gimnasios nucleados en la Unión de Gimnasios Argentinos (UGA) se manifestaron frente a la Quinta de Olivos y la Jefatura porteña, tras seis meses de inactividad. La marcha funcionó como motor para comenzar con una serie de negociaciones en las que también participó la Cámara de Gimnasios de Argentina (CGA) y funcionarios de distintas áreas del gobierno porteño. “Tuvimos una reunión con Fernán Quiros (Ministro de Salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y acordamos que aquellos gimnasios que tuvieran ventilación cruzada o natural podían abrir. Así se fue destrabando todo. Ahora trabajamos conjuntamente con el gobierno de la Ciudad en el seguimiento y cumplimiento del protocolo”, explica Pablo Speroni, propietario del gimnasio porteño Planet Fitness. A poco más de un mes de la reapertura de los centros de fitness, la clave del éxito, que se ve reflejada en las estadísticas, estuvo en cumplir a “raja tabla” los protocolos impuestos: “Distanciamiento, separación de las máquinas, alcohol en gel y tomar la temperatura a cada persona que ingresa. Esto último permite identificar rápidamente un posible caso positivo. Logramos confirmar que somos lugares seguros”, añade Speroni. “Pusimos las sedes en perfecto estado: desinfectamos, pintamos, les agregamos luces, separamos el equipamiento, marcamos los pisos, colocamos sanitizantes, alcohol 70/30 y alcohol en gel por todos lados. Señalizamos el recorrido de los clientes, se capacitó a cada colaborador en todas las áreas. Instalamos una app para reserva de turnos y para que puedan ver sus planes de entrenamiento”, explica Guillermo Napp, titular de Napp Fitness Club. “Se comenzó muy despacio y con muchas preguntas de la gente hasta que tomaron confianza. Ahora tenemos una capacidad límite del 30 % y no queremos sobrepasarnos para poder cumplir con todo. Damos clases indoor porque solo dentro de nuestras instalaciones podemos cumplir con los protocolos como el seguro médico. Las condiciones para dar la actividad física están dentro de un gimnasio y no en la plaza”, añade Speroni.

“El ánimo en general fue muy bueno tanto de los dueños como del personal y los clientes que volvieron al gimnasio. La mayor dificultad que escuchamos pasó por organizar sus horarios para poder volver y, por otro lado, mucha gente perdió el registro del beneficio psíquico y físico que le daba venir al gimnasio”, aseguró Napp.

A medida que transcurren las semanas, los emprendedores porteños esperan poder aumentar su capacidad de atención al 50 %. La situación financiera es crítica y ansían recuperar un poco más el ritmo de su actividad. “En lo económico estamos mal. Abrimos los gimnasios para perder menos, no para ganar”, concluye Speroni.