¿Cuáles son las mejores promociones para gimnasios?

A la hora de lanzar una campaña de promoción de un gimnasio, para maximizar la eficacia de la misma, debemos cuidar una serie de factores que son clave: En qué se basa nuestro posicionamiento y cuál es nuestro mayor diferencial ¿Somos un low cost, cuyo principal argumento es el bajo precio? ¿Somos un boutique, con una oferta muy especializada para un público sofisticado? ¿Somos un gimnasio medio, con un excelente pay per value? ¿Somos un premium para un público muy selecto? ¿Cuáles son las características de nuestro público objetivo? ¿Cómo podemos conectar con sus necesidades, valores e intereses con una imagen o un video muy corto y un texto muy sintético? ¿Cuál es el punto de dolor de ese público? ¿Cuál es su necesidad apremiante que lo va a motivar a comprar? ¿Qué solución les voy a dar? ¿Cómo voy a ilusionarlos? ¿Qué tipo de emoción quiero generar en ellos y cómo voy a lograrlo? ¿Cómo voy a maximizar la percepción de valor de mi servicio? ¿Qué tipo de creatividad visual (imágenes, colores, tipografías) voy a utilizar para captar la atención de mi público objetivo, cumpliendo con los puntos anteriores? ¿Qué tipo de promoción/descuento voy a emplear como frutilla de la torta? ¿Qué acelerador (elemento de escasez) voy a emplear como llamada rápida a la acción? 10ª ¿Qué canal/formato voy a utilizar que conecte mejor con el público que busco? 11ª ¿Qué amplitud geográfica voy a darle a mi campaña? 12ª En el caso de publicidad digital o Social Ads, ¿cómo voy a segmentar las inserciones para que lleguen a quienes quiero? 13ª ¿Cuál va a ser el rango temporal de la promoción y de sus ventajas asociadas? A modo de resumen, la primera clave es lograr captar la atención de tus potenciales clientes y generarles un potente interés en tu propuesta de servicios. En este sentido, salvo que tu único argumento sea el precio bajo, la comunicación debe estar centrada en un valor alto y específico de tu servicio, que encandile al prospecto. Por supuesto, vas a incluir algún gancho económico, pero solo para rematar la jugada y para motivar al interesado a que actúe rápido. En esta línea, la promoción debería tener una duración limitada (según el canal que uses, el vencimiento puede ir de 1 día a 1 mes) y, si se quiere generar más presión psicológica, se limitarán los cupos también. En cualquier caso, cabe reseñar que es importante crear un texto que genere credibilidad y que no sea interpretado como “más de lo mismo” o “la típica trampa comercial”. Por otro lado, los invito a hacer un esfuerzo de creatividad en las promociones y que se contemplen otras alternativas a los descuentos en precios, como pueden ser los regalos de productos, el añadido de servicios más personalizados, la inclusión de invitados adicionales o la entrega de cheques para bonificación de servicios. De hecho, una opción muy interesante para muchos operadores consiste simplemente en poner algún tipo de incentivo para lograr la visita a la instalación o una prueba de servicios y rematar la jugada con un buen sistema de cierre de ventas in situ. Finalmente, los invito a ser coherentes y a cuidar los detalles. En este sentido, todo elemento de una comunicación gráfica lanza multitud de inputs que son captados a nivel subconsciente por el receptor del mensaje y le hacen generar etiquetas somáticas que califican a la empresa emisora. Por ejemplo, la calidad de las fotos y de los vídeos (píxeles, HD, etc.) que usen, los filtros de imagen aplicados, los colores predominantes y la atmósfera que crean, los modelos utilizados, la distribución y estructura de los contenidos, la iluminación, las tipografías, el volumen de texto, la saturación de elementos, etc. En mi condición de consultor, con frecuencia me encuentro operadores decepcionados por los resultados de sus campañas, pero cuando indago en los mencionados detalles veo fallos garrafales. Otras en cambio campañas funcionan como un tiro (todas las que yo diseño ofrecen un ROI más que positivo), porque en los detalles está el demonio…