Desde el 16 de marzo, los gimnasios de Colombia se mantienen cerrados sin saber cuándo podrán reabrir, a pesar que el presidente Iván Duque Márquez autorizó la apertura en aquellas regiones donde no haya circulación de coronavirus o los casos sean pocos. El Ministerio de Salud tampoco no ha emitido una resolución que la apruebe.

A su vez, los alcaldes de las ciudades con mayor nivel de afectación le enviaron una solicitud al gobierno nacional para comenzar con las pruebas pilotos para las reaperturas de los gimnasios, pero esto no podrá ser posible hasta que no se establezcan protocolos definitivos.

Respecto a la ciudad de Bogotá, la alcaldesa Claudia López Hernández declaró que no habrá ninguna prueba piloto hasta septiembre. Por otra parte, aún no hay un plan económico específico destinado al sector del fitness, pero existen créditos respaldados por el estado para las empresas en general.

Esta ayuda “depende del sector financiero para ser aprobados, y ha sido difícil acceder a ellos”, cuenta Gigliola Aycardi, fundadora de la cadena de gimnasios Bodytech. Por su parte, “nosotros tuvimos una aprobación de (la banca) Findeter por U$5,3 millones, de los que solo el Banco Davivienda nos aprobó el 50%”.

En cuanto al impacto económico que ha producido la pandemia, “en el caso de Bodytech teníamos 2200 colaboradores en Colombia antes (de esto); hoy son solo 200 personas en teletrabajo. Las demás están en suspensión de contrato, lo que significa que no tienen ningún ingreso”, explica Aycardi.

Asimismo, “cerramos una de nuestras sedes en Bogotá, Point 83, donde también funcionaban nuestras oficinas centrales porque no llegamos a ningún acuerdo con el arrendador. Esta misma situación la están viviendo otras empresas de todos los sectores económicos”, señala la fundadora.

“La industria en Colombia calcula pérdidas de U$120 millones en ventas en estos 120 días que llevamos cerrados, y cada día adicional significa U$1 millón que no se hacen”, agrega Aycardi. Mientras tanto, “esperamos poder reabrir en algunas ciudades en agosto, pero en el caso de Bogotá (...), creemos que hasta septiembre estaremos cerrados”.

“Creo que habrá una contracción de la oferta y la demanda como consecuencia. Tendremos cierres de gimnasios en todo el país- comenta Aycardi, quien añade que, por el momento, “el desempleo está en los valores más altos de la historia de Colombia con 20%”.