Proponen paramédicos obligatorios en gimnasios de Ciudad de México
Proponen paramédicos obligatorios en gimnasios de Ciudad de México. El diputado local Ricardo Rubio, del Partido Acción Nacional (PAN), presentó una iniciativa para reforzar las medidas de seguridad en estos establecimientos. El proyecto busca modificar la Ley de Establecimientos Mercantiles para obligar a los centros deportivos a contar con personal capacitado en emergencias médicas durante todo su horario de operación.
La propuesta surge tras el fallecimiento de un hombre de 52 años que sufrió un paro cardiaco mientras se ejercitaba en un gimnasio que no contaba ni con equipo de emergencia ni con personal médico. El legislador Rubio señala que "este caso expone una omisión legal que pone en riesgo a miles de personas que acuden diariamente a estos espacios".
Según el texto de la iniciativa, los gimnasios y centros deportivos estarían obligados a disponer de un paramédico certificado, un botiquín de primeros auxilios, señalización visible con los protocolos de emergencia, y un desfibrilador en condiciones funcionales. Además, se establece que "el cumplimiento de estas medidas será supervisado por el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) en coordinación con la Secretaría de Salud local".
Según Luis Miguel Rodriguez, CEO de los gimnasios Sport City, "la seguridad debe garantizarse mediante la capacitación del personal, de modo que siempre haya un primer respondiente certificado". En este sentido, considera que "habría que analizar la mecánica, de modo que sea accesible a unidades de todo tamaño, no solo a grandes cadenas o clubes". Particularmente, señala que en Sport City "siempre tuvimos personal certificado".
Por su parte, Enrique Vera, director general de Sportium, considera que “es una buena medida que ayudará a responder de mejor forma en caso de ser necesario”. En particular, detalla que en su club “creen que tiene sentido y, de hecho, cuentan con paramédicos certificados desde hace ya muchos años”.
Para Isaac Kably, CEO de GU Holding, “la propuesta parte, sin duda, de una buena intención, pero requiere un análisis más profundo”. En su opinión, antes de avanzar con una norma generalizada, es necesario definir con precisión qué se entiende por “gimnasio”. “No es lo mismo un espacio de 100 m² que uno de 1.000, ni un estudio de Pilates que un centro de entrenamiento funcional o un box de CrossFit”, advierte.
Además, Kably subraya que las características operativas de cada establecimiento varían notablemente. “Las actividades que se desarrollan, el riesgo asociado y la cantidad de usuarios por staff son factores que difieren enormemente entre un tipo de centro y otro”, detalla. Por eso, plantea que en lugar de imponer una única regla para todos, lo más adecuado sería establecer protocolos diferenciados, capacitar al personal y diseñar lineamientos proporcionales al tamaño y naturaleza de cada espacio.
En ese sentido, menciona que en GU Holding optaron por la capacitación continua de su equipo en primeros auxilios y en protocolos de emergencia. “Trabajamos activamente en la prevención, porque entendemos que los riesgos, como en cualquier industria, siempre existen. Pero la clave está en prevenir con criterio, no en aplicar soluciones universales mal planteadas”, concluye.