Los adolescentes con niveles de aptitud física reducidos tienen más probabilidades de no trabajar en el futuro en comparación con aquellos con una buena aptitud cardiorrespiratoria, según un estudio reciente de la Universidad de Jyväskylä. Estos resultados corresponden al trabajo en la mediana edad y en la vejez, debido a complicaciones de salud, en comparación con aquellos con mayores niveles de aptitud en la adolescencia. El equipo de investigadores examinó los niveles de condición física de los participantes cuando tenían entre 12 y 19 años. Luego, cada uno informó su capacidad laboral cuando tenía entre 37 y 44 años, y nuevamente entre 57 y 64 años. Sorprendentemente, un IMC alto y una aptitud musculoesquelética baja no afectaron la capacidad laboral del participante durante la edad adulta. El investigador doctoral, Perttu Laakso, advierte sobre la preocupación de este hallazgo, especialmente considerando que los participantes nacieron en la década de 1960 y tenían un nivel cardiorrespiratorio juvenil promedio más alto en comparación con los adolescentes de hoy. Esto sugiere que el riesgo de una menor capacidad laboral podría ser aún mayor entre los adolescentes actuales. La incapacidad para trabajar, la jubilación anticipada y las bajas por enfermedad pueden tener un impacto significativo en la economía. Por ello, los expertos abogan por realizar evaluaciones de la aptitud física en la infancia y la adolescencia, y así implementar estrategias preventivas para aquellos con niveles bajos de aptitud cardiorrespiratoria. El estudio completo se encuentra disponible aquí, en la revista JAMA Network Open.