La cadena Station 24 reabrió 27 de sus 37 unidades, con una capacidad de entre 25% y 30% fijada por los protocolos oficiales. Estas sedes que pudieron volver a operar están ubicadas en las ciudades de Guadalajara y Querétaro. “Nos quedan en Monterrey, Nuevo León, que estamos muy cerca de abrir”, dice Allan Acosta, CEO de la cadena.
Por otro lado, “estimamos que los ingresos para el mes de julio serán de un 50%, y de ahí en más habrá una recuperación paulatina, dependiendo del contexto, de entre un 5 a 10% mensual. Si todo sale bien, yo creo que para el próximo año habremos alcanzado ya otra vez (el total de la recaudación)”, agrega Acosta.
En cuanto a la actitud de los socios, “una parte está muy motivada por venir, de hecho (...) ven muy seguro y muy bien acomodados nuestros gimnasios. Pero hay otra parte de nuestros clientes que no quieren regresar momentáneamente, y esos son los que están suspendiendo (sus membresías)”, señala el CEO.
Respecto al protocolo de higiene adoptado por la cadena, incluye medidas básicas como la desinfección del equipamiento antes y después de entrenar, más el uso de cubreboca en todo momento por parte de los socios y el staff. A su vez, las clases grupales fueron reducidas a treinta minutos de duración.
Durante el cierre, la cadena implementó dos estrategias: “Primero, un plan emergente para aguantar esta situación con escenarios pesimistas de hasta un año. En los escenarios más optimistas, pensamos en seis meses. Lo que hicimos fue proteger al personal, con el 100% de su sueldo, y negociar con todo lo demás”, explica Acosta.
“El segundo plan era más estratégico. Vamos a cambiar el modelo de expansión, a buscar inversionistas para diversificar el riesgo, y vamos a abrir redes, no unidades (...), con más gente en regiones. (...) Hay muchas personas interesadas en la industria, mucho capital emergente”, cuenta Acosta.
A lo largo de la cuarentena, Station 24 logró generar un 20% de ingresos mediante la renovación de membresías, según el CEO. “Creemos que la industria creció exponencialmente con las redes, porque en el confinamiento (la población) buscaba una actividad (...). Más gente que nunca va a hacer ejercicio”, finaliza.