“En abril creció el número de usuarios del gimnasio respecto de marzo”, dice Valentín Saal desde China

En abril volvió a entrenar un tercio de los usuarios del gimnasio Physical Fitness, de Shangai, China, que reabrió sus puertas en marzo tras estar cerrado durante un mes y medio a causa del Covid-19. “De sus 2000 socios regulares, en marzo volvieron 400/500, en abril ya hubo 700/800 socios y en mayo esperan más”, relata el mendocino Valentín Saal. Ayer, en un correo enviado a Mercado Fitness, el joven argentino que vive en Shanghai hace dos años, comentó que desde el gimnasio ya le comunicaron que “me darán dos meses de compensación por el mes y medio que estuvieron cerrados. Esta sede de 2000m2 de Physical Fitness, se mantuvo cerrada entre el 25 de enero y el 13 de marzo pasado. Según relata Saal, el número de personas –incluido el staff de limpieza- que trabajan en el gimnasio se mantuvo igual. “En febrero les dieron vacaciones a todos, pero les pagaron un sueldo mínimo”, comenta. Vale aclarar que el sueldo se los pagó el gimnasio, ya que el “Gobierno sólo dio ayudas en temas impositivos pero no pagó sueldos”, añade. Las mayores diferencias que Saal nota en el gimnasio respecto al momento anterior al cierre son: una menor cantidad de sillas en el área de social, la mayor distancia entre los equipos cardio y el uso obligatorio de barbijos. “Si alguien se quita el barbijo mientras entrena, el staff del gimnasio le llama la atención y debe ponérselo nuevamente”, dice. En esta línea, Saal subraya que todas estas medidas de seguridad –así como también el número limitado de personas que pueden estar en el lugar al mismo tiempo, la disponibilidad de alcohol en gel y el control de temperatura, etc.- son exigidas por el Estado, “no son voluntarias y en el gimnasio saben que pueden recibir inspecciones”.

Un gimnasio en China hoy: más controles sanitarios, cantidad limitada de usuarios y ofertas súper agresivas

Con controles sanitarios exhaustivos, limitaciones en la cantidad de personas usando las instalaciones al mismo tiempo y con ofertas de precio súper agresivas, así es hoy la reapertura de gimnasios en China, según describió en un reportaje en vivo Valentín Saal, un mendocino que vive en Shanghai hace dos años y que este domingo conversó con Mercado Fitness. Saal entrena regularmente en una unidad de la cadena Physical Fitness, oriunda de Hong Kong, que cuenta en la actualidad con 30 sedes solo en la ciudad de Shanghai. La unidad en la que entrena Saal tiene 2000m2, está ubicada en un séptimo piso y estuvo cerrada entre el 25 de enero y el 13 de marzo pasado a causa de la pandemia del COVID-19. “Ya desde antes de cerrar, la concurrencia había empezado a bajar y habían incrementado las medidas de limpieza y de desinfección”, relata el joven mendocino. Saal regresó a China desde Barcelona, España, a mediados de marzo pasado y tuvo que cumplir con un aislamiento obligatorio de 14 días hasta recibir el alta definitiva de un médico. “Tuve que ingresar a diario en una web mi temperatura corporal, con un termómetro que ellos me dieron. Y al finalizar el aislamiento, vino un médico a verme”, relata. Recién entonces, el código QR que Saal tiene en su teléfono móvil, al igual que el resto de los ciudadanos en China, se tornó verde, lo cual indica a las autoridades que tiene permiso para circular. Saal pagó por adelantado hace seis meses alrededor de U$ 300 dólares por un plan anual en este gimnasio. “Acá podés negociar el precio o la duración del plan. Así que yo conseguí que me añadieran seis meses adicionales a mi contrato anual. Pero ahora, habiendo estado cerrado el gimnasio por un mes y medio, tengo que ver cómo quedó ese tema”, reconoce. Cada vez que Saal asiste al gimnasio pasa un primer control al entrar al edificio, donde le toman la temperatura y controlan el código QR. Luego, repiten el procedimiento en el gimnasio (el límite máximo de temperatura es 37.3 C°). Ya adentro, están todos obligados a usar barbijos. “Es verdad que resulta molesto para respirar cuando estás entrenando”, dice. Al ingresar al gimnasio, es notable la presencia de alcohol en gel y de cartelería que destaca los esfuerzos de limpieza y desinfección que realiza el gimnasio y las medidas de seguridad que deben respetar los socios. Asimismo sobresalen en el ingreso los anuncios con ofertas de precio súper agresivas: hasta un 55% por ciento de descuento en los planes. Entre las medidas se seguridad se destaca el número de personas que pueden estar en el lugar al mismo tiempo: un máximo de 50 por turno –de 90 minutos-, que deben registrarse online previamente. Por otro lado, se redujo de 10 a 2 por disciplina (yoga, baile, Spinning) la oferta de clases grupales y se limitó el número de participantes a 20 personas (la mitad de lo usual). En las áreas de socialización, como el bar, redujeron el número de sillas y en la zona cardio no están todos los equipos habilitados para su uso, sino que dejan uno en el medio sin usar para garantizar una distancia mínima entre personas. Además, el gimnasio redujo su horario de atención de 10.00AM a 10.00PM, mientras antes estaba abierto de 7.00AM a 10.30PM.