El 23 de septiembre pasado se conoció la noticia de que las franquicias de la cadena norteamericana Planet Fitness en el condado de Kern, en California, lograron certificarse como “servicios esenciales” y pudieron reabrir sus instalaciones aun cuando otros gimnasios del condado solo podían, en ese momento, prestar servicios al aire libre.

“Nuestro enfoque es aceptar a cualquiera que entre por la puerta, ya sea que usted sea un atleta de élite o una abuela. El objetivo de nuestra organización es optimizar su bienestar, sin importar en qué estado se encuentre, con el acompañamiento de una junta asesora médica que siga los resultados de salud de nuestros miembros”, dice Bob Boone, presidente de la MFA.

“Los que pertenezcan a nuestra asociación deben seguir las pautas de reapertura desarrolladas durante un período de 3 meses -en consulta con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades- que están diseñadas para prevenir la propagación de COVID-19. Estas pautas tienen un estándar más alto de lo que cualquier gobernador impuso”, destaca Boone.

Por su parte, los empleados de estas franquicias de Planet Fitness deberán someterse a controles diarios de temperatura y recibirán una capacitación en políticas de desinfección, así como cuidar que todos los clientes de estos gimnasios mantengan el distanciamiento social y que utilicen barbijo mientras estén dentro de sus instalaciones.

“En Planet Fitness, sabemos que una de las mejores formas de estar saludable es mantenerse activo y el acceso a una experiencia de fitness asequible y de alta calidad es importante para la comunidad”, afirma Becky Zirlen, vocera de la cadena estadounidense de gimnasios.

“Al reabrir nuestras sedes, tomamos una serie de medidas para proteger la salud y el bienestar de nuestro personal y de los miembros, las cuales incluyen políticas y procedimientos mejorados de limpieza y desinfección, medidas de distanciamiento físico en espacios bien ventilados, mascarilla obligatoria, check-in sin contacto y más”, concluye Zirlen.