En Alemania, los operadores de gimnasios están considerando iniciar acciones legales en respuesta al nuevo cierre que les fue impuesto
En Alemania, los operadores de gimnasios están considerando la posibilidad de iniciar acciones legales en respuesta al nuevo cierre dispuesto por el gobierno central. Esta iniciativa surge luego de que el miércoles 28 de octubre, la canciller Angela Merkel ordenara el cierre por un mes de centros de acondicionamiento físico, cines, teatros, bares y restaurantes.
“Sin duda se va a llevar a cabo una acción legal. Hay cadenas de gimnasios en Alemania que demandaron al gobierno antes, y aquellas que quieren hacerlo ahora, buscarán presentarse como agentes de salud”, opina Mathias Lego, administrador de la sede Fitness First Club ubicada en el estado de Nordrhein-Westfalen.
“Aunque el Gobierno alemán nos genera este problema, éste salió a cubrir bastante ese conflicto, ya que se comprometió a pagar el 70% de nuestros ingresos, una medida más básica y generalizada. Con eso sabemos que estamos asegurados, a diferencia de lo que se dio en la primera ola, donde solo otorgó incentivos y seguros según la industria”, añade Lego.
Además de la posibilidad de emprender una demanda contra el Estado, algunas asociaciones locales de gimnasios -como la Arbeitgeberverband deutscher Fitness und Gesundheits-Anlagen (DSSV) del estado de Nordrhein-Westfalen- publicaron cartas abiertas para pronunciarse en contra del cierre y enumerar las razones por las que la industria debería seguir trabajando.
“Los últimos estudios de toda Europa y, por supuesto, de Alemania, muestran claramente que el entrenamiento de los clientes en los gimnasios no plantea un riesgo específico de infección por el coronavirus SARS-CoV-2; por el contrario, el entrenamiento ayuda a mantener la salud física y mental”, indica Birgit Schwarze, presidente de la DSSV.
“El propio Ministerio Federal de Sanidad escribe en sus recomendaciones para hacer frente a las consecuencias de la pandemia que el deporte regular y una nutrición adecuada son absolutamente necesarios. Dicho esto, la DSSV protesta en los términos más enérgicos contra los planes de Renania del Norte-Westfalia de cerrar las instalaciones deportivas en espacios cerrados”, concluye Schwarze.