Aunque están autorizados, la mayoría de los gimnasios de General Lamadrid decidió no reabrir
Desde la semana pasada, el Comité de Emergencia de la localidad de General Lamadrid, al sudeste de la provincia de Buenos Aires, permitió a los gimnasios locales dar clases pero con un cupo máximo de dos personas por turno –tres, si las clases son al aire libre-, y con fijó también que solo pueden ofrecer cuatro turnos por día, antes de las 19.00.
En este contexto, la mayoría de los gimnasios optó por seguir cerrados, “porque no les conviene abrir”, explican. Las actividades habilitadas, bajo estas restricciones, son Pilates, Yoga, meditación, rehabilitación, danzas, Spinning y entrenamiento funcional. Mientras que las clases de telas y las salas de musculación aún no están permitidas.
“Los profes no quieren arrancar porque saben que dejan mucha clientela afuera”, explica Víctor Abadie, director del Complejo Deportivo La Porfía. “Nosotros –prosigue- tenemos un espacio de 2,5 hectáreas de verde, con zonas arboladas”. Su proyecto es compartir el espacio con colegas que no pueden iniciar sus actividades aún.
En el caso del estudio de acrobacias Ágata, al no estar permitida su actividad, no puede reabrir “a menos que presente un protocolo de acrobacias en el piso”, dice Ayelén Barrionuevo, su directora. “Pero con la posibilidad que nos dan, que es muy escasa, no me conviene hacerlo para darle clases a solamente dos personas, así que no voy a abrir”.
Por el momento, los deportes habilitados en General Lamadrid son golf, paddle y tenis single, taekwondo, y patín individual. “También habilitaron el footgolf –golf que se juega con una pelota de fútbol-, pero a los predios que la ofrecen no les dejan usar las pelotas de fútbol, así que esos predios no abrieron”, comentó una fuente local.
En cuanto al resto de las medidas de seguridad e higiene que los establecimientos deportivos deberían cumplir son: el uso de barbijos de todos los presentes, la limpieza y desinfección, el ingreso con turno previo, clases de una hora de duración, y la restricción al acceso a los baños y vestuarios, como así también los bebederos.