Por qué contar con una estrategia competitiva
Cualquier empresa debe definir objetivo generales y, posteriormente, explicitar la fórmula con la que planea lograrlos, superando a su competencia.
Muchos negocios nunca llegarán a ser rentables porque fallan en el pilar básico del éxito: la Estrategia Competitiva. De hecho, en mi experiencia como consultor veo negocios que fueron concebidos para entornos sin competencia o con competencia muy baja y que, posteriormente, como no podía ser de otra manera, han recibido una competencia que les ha des-posicionado y complicado enormemente la viabilidad.
La Estrategia Competitiva se define como la fijación de unos objetivos generales y la fórmula que se va a utilizar para lograrlos superando o sorteando a la competencia. Estos objetivos, por lo general, estarán referidos a unos ratios de rentabilidad sobre la inversión, cash flow o número total de clientes y a la sucesión de objetivos menores que actuarán como KPI´s (Indicadores Clave) del Cuadro de Mandos.
En cuanto a la fórmula, la cosa es más complicada…
¿Cuál debe ser el punto de partida? Contar con una ventaja competitiva sostenible. Ésta debe ser una cualidad o capacidad superior a la de nuestros competidores, capaz de generar beneficios económicos superiores y con la que vamos a poder contar por mucho tiempo, porque ya no existen las ventajas competitivas eternas.
La ventaja competitiva puede derivar de unos costos unitarios más bajos, cuando contamos con:
- Economías de escala de la empresa por contar con un gran número de sedes.
- Economías de escala de gimnasio por ser éste de gran tamaño.
- Poder de negociación con proveedores y clientes por el volumen de negocio manejado.
- Acceso preferente a la administración con subvenciones o ventajas fiscales o de inversión.
- Lograr una marca más reconocida y valorada.
- Contar con alguna tecnología superior de cara a los procesos o servicios.
- Desarrollar un marketing más eficaz en lograr potenciales clientes y conversiones en altas.
- Contar con servicios únicos por su tipología.
- Poseer una cultura corporativa de excelencia que sea percibida por el mercado como claramente superior.
- Es el lugar que nuestro servicio ocupa en la mente de los posibles clientes.
- El concepto que tienen de nosotros.
- El atributo por el que se nos conoce.