Reducir la obesidad en España podría ahorrar 8 mil millones en diez años

Un estudio impulsado por Novo Nordisk concluye que si la población adulta con obesidad en España reduce su peso en un 15%, el país podría ahorrar aproximadamente 8.000 millones de euros (U$8,6 mil millones de dólares) en costos sanitarios en un período de diez años. Además, esta pérdida de peso disminuiría hasta en un 56,4% el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas a la obesidad.

En 2022, el gasto sanitario derivado del sobrepeso y la obesidad alcanzó los 25.700 millones de euros anuales en España, representando el 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Según los expertos reunidos en la jornada "Obesidad: de un presente que nos afecta a todos al futuro que podemos construir juntos" , organizada por Novo Nordisk, una reducción sostenida del 15% en el peso de aproximadamente 5.490.000 personas con obesidad en el país podría traducirse en un importante alivio financiero para el sistema de salud.

El estudio, publicado en la revista Advance in Therapy, evalúa el impacto clínico y económico de una pérdida de peso significativa a largo plazo. Los resultados indican que una reducción del 15% en el peso corporal podría disminuir en un 56,4% los casos de apnea del sueño, en un 39,2% los de diabetes tipo 2, en un 20,2% los de asma y en un 18,7% los de hipertensión.

Actualmente, el 22% de la población española padece obesidad, lo que convierte al país en uno de los más afectados de Europa. A nivel global, entre 1990 y 2021, el número de personas con sobrepeso y obesidad aumentó de 929 millones a 2,6 mil millones. De mantenerse esta tendencia, se estima que el 60% de la población adulta podría padecer obesidad en 2050.

En comparación con otros países de la Unión Europea, España supera los medios en costos sanitarios por obesidad, que se sitúa en un 1,96% del PIB. La Dra. Mar Malagón, presidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), enfatizó la necesidad de adoptar enfoques multidisciplinares en la prevención y tratamiento de la obesidad. Entre las estrategias mencionadas destacan los cambios en el estilo de vida, la farmacoterapia y la cirugía bariátrica.

 

El 78,5 % de los españoles considera que la obesidad es un problema en el país

Un 78,5 % de los españoles cree que la obesidad representa un problema en el país, según los datos recogidos por la última pregunta IMOP-BERBES. Además, siete de cada diez encuestados opinan que no existe suficiente concienciación sobre sus consecuencias en la salud, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera un problema de salud pública.

Sin embargo, la percepción varía según el grupo etario: solo el 55,3 % de los jóvenes entre 18 y 24 años comparte esta preocupación. A nivel regional, el País Vasco destaca como la comunidad con mayor concienciación sobre la gravedad del problema, con un 90 % de sus habitantes reconociéndolo. Para el 52,9 % de los encuestados, la alimentación poco saludable es la principal causa de la obesidad en España, seguida por el sedentarismo y la falta de ejercicio físico (27,6 %). Un 17,2 % atribuye el problema a factores socioculturales, mientras que solo un 2,3 % lo relaciona con la predisposición genética o problemas metabólicos.
  Entre los jóvenes, la falta de actividad física es la razón más mencionada (47 %), y ninguno de ellos considera los factores genéticos como prioritarios. En Galicia, un 36 % de la población atribuye la obesidad a cuestiones socioculturales, como los ingresos bajos o un menor nivel educativo. En contraste, un 10,3 % de los vascos identifica los problemas genéticos como el principal desafío. El 57 % de los encuestados considera que España es una sociedad gordófoba, donde las personas con sobrepeso enfrentan discriminación. Sin embargo, existen diferencias notables entre hombres y mujeres: un 70 % de las mujeres cree que existe esta discriminación, mientras que solo un 41,6 % de los hombres opina lo mismo. En Cataluña, el porcentaje de quienes perciben esta problemática es el más bajo del país (47,5 %). Tradicionalmente, el Índice de Masa Corporal (IMC) ha sido un indicador utilizado para medir la obesidad, pero su validez genera opiniones divididas. Solo un 34,3 % de los encuestados lo considera fiable, mientras que un 33,6 % lo ve como útil pero con limitaciones. En contraste, un 16,3 % niega por completo su fiabilidad.