Los adultos jóvenes, que son obesos, hipertensos y portadores de Covid-19 tienen un mayor riesgo de que su cuadro se agrave, según un estudio
Los adultos jóvenes con obesidad e hipertensión que hayan contraído COVID-19 tienen un riesgo más elevado de agravar su cuadro y de morir, según un estudio realizado en pacientes de entre 18 a 34 años en Estados Unidos. El mismo fue publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) a principios de septiembre.
De los 3222 pacientes analizados “el 21% requirió cuidados intensivos, el 10% necesitó ventilación mecánica, y el 2,7% murió- señaló el informe-. La obesidad mórbida, la hipertensión y la diabetes fueron comunes y se asociaron con mayores riesgos de eventos adversos”.
En conclusión, estas enfermedades “se asociaron con un mayor riesgo de muerte o ventilación mecánica”, indicó el autor de la investigación Dr Scott Solomon del Brigham and Women’s Hospital, siendo que el 41% de los que tenían obesidad fallecieron o requirieron respiración asistida.
“La enfermedad por coronavirus está aumentando rápidamente entre los adultos jóvenes en Estados Unidos. A menudo descrita como una enfermedad que afecta a los adultos mayores, hasta donde sabemos, pocos estudios han incluido pacientes más jóvenes para comprender mejor su trayectoria clínica anticipada”, explica Solomon.
“Los adultos jóvenes con más de una de estas afecciones enfrentaron riesgos comparables a los observados en adultos de mediana edad- agrega el informe-. Dado el marcado aumento de las tasas de infección por COVID-19 en esta franja etaria, estos hallazgos subrayan la importancia de las medidas de prevención de infecciones”.
Una manera de cuidarse de estas enfermedades y reforzar el sistema inmunológico es realizando actividad física. “Está demostrado que puede prevenir hasta más de 35 tipos, incluyendo las crónicas no transmisibles, como la hipertensión y la obesidad, entre otras”, dice la Dra. Julieta Alfonso, especialista en medicina del deporte.
“La recomendación mínima es hacer 150 minutos de actividad física moderada por semana. Lo ideal sería entrenar todos los días y alcanzar los 300 minutos semanales, y también incluir dos veces a la semana entrenamientos de fuerza. Hay que seguir el ejercicio físico a través del tiempo para seguir teniendo sus beneficios”, aconseja Alfonso.