En Ciudad de México, algunos gimnasios volvieron a operar pero al aire libre
Esta semana, algunos gimnasios de la Ciudad de México pudieron retomar sus actividades, aunque al aire libre, en parques, plazas, jardines y bosques, según anunció la Secretaría de Gobierno local. El semáforo epidemiológico en la capital del país ya se encuentra en color naranja, pero las autoridades aún no definieron la apertura en espacios cerrados.
“Junto con las autoridades sanitarias se determinó que lo más conveniente es que estos establecimientos operen al aire libre, disminuyendo así el riesgo de contagio de coronavirus”, anunció la Secretaría. Los dueños de los gyms que quieran operar de esta manera no deberán tramitar ningún permiso, pero sí avisar que usarán determinados lugares en ciertos horarios.
Sin embargo, “los parques, plazas, jardines y bosques que no podrán usarse son aquellos que están ubicados en las 158 colonias de atención prioritaria, donde el Gobierno de la Ciudad de México mantiene un esquema de vigilancia epidemiológica, quioscos de salud para asesoría médica y campañas de información”, señaló la Secretaría.
“Asimismo, se exhorta a que la población que decida acudir a las clases que impartirán los gimnasios en espacios al aire libre mantenga las medidas de sana distancia de 1,5 metros, use cubrebocas deportivos y aplique gel antibacterial para evitar contagiarse del virus”, indicó la autoridad.
A pesar de esta posibilidad, no todos los centros de fitness han podido regresar bajo estas condiciones. “La mayoría de los gimnasios no creo que tengan espacios abiertos para operar. Los clubes grandes quizás sí, pero los estudios muy pocos tienen la oportunidad para hacerlo”, cuenta Norma Zurita, directora de Believe Fitness Studio.
Mientras tanto, los operarios de gimnasios esperan abrir sus instalaciones indoor en octubre, y ya se están preparando: “Tenemos una empresa que limpiará a diario los equipos, brindaremos gel, limitaremos el aforo, y ya contraté una app para reservas”, afirma por su parte Alejandro Alegría, director del centro Apocalipsis.
“Los alumnos que tengo son pocos, pero son fieles, entonces voy a empezar casi desde cero, no hay otra. Mis recursos son limitados, pero hay que comenzar con lo que se pueda”, dice Alegría quien lleva seis meses cerrado, al igual que el resto de los gimnasios en Ciudad de México.