El olfato podría estar relacionado con la motivación para el ejercicio, según un estudio norteamericano
El olfato podría estar relacionado con la motivación para el ejercicio, según un estudio realizado por la Universidad de California Riverside. A través de un experimento hecho con ratones, los científicos determinaron que el olor puede desempeñar un papel importante en la motivación de los mamíferos para que se ejerciten voluntariamente.
“El ejercicio, que es esencial para la salud física y mental, puede ayudar a prevenir la obesidad y otras enfermedades y trastornos relacionados con la inactividad en los humanos. A algunas personas les gusta hacer más ejercicio que a otras, pero no se comprende bien por qué es así”, dice Sachiko Haga-Yamanaka, autora principal del estudio.
Para especificar las contribuciones genéticas a los rasgos voluntarios relacionados con el ejercicio, Haga-Yamanaka y su equipo indujeron a los ratones a correr de manera voluntaria con ruedas, o VWR, una conducta ampliamente estudiada en el que los roedores corren espontáneamente cuando se les da acceso a ruedas.
A su vez, los científicos establecieron líneas de ratones independientes, evolucionadas artificialmente mediante la reproducción selectiva de ratones que muestran una alta actividad VWR. Los roedores que no fueron modificados genéticamente no presentaron novedades, pero los ratones de alto nivel desarrollaron diferencias genéticas en su olfato que les hicieron percibir los olores de forma diferente a los normales.
“El sistema olfativo se diferenció entre los ratones de alto nivel normales durante el proceso de reproducción selectiva con varios receptores quimiosensoriales en grupos de genes de receptores específicos que se expresan de manera diferencial entre ambos tipos de roedores. Nuestros resultados sugieren que estos receptores quimiosensoriales son rasgos importantes para el control del ejercicio voluntario en ratones”, afirma Haga-Yamanaka.
“De esta manera, no es inconcebible que algún día podamos aislar los productos químicos y usarlos como ambientadores en los gimnasios para que la gente esté aún más motivada para hacer ejercicio. En otras palabras: rociar, oler y ponerse en cuclillas”, afirma Theodore Garland Jr., coautor de la investigación.
El estudio fue publicado en la revista científica Plos One y fue realizado por Quynh Anh Thi Nguyen, David Hillis, Timothy Harris, Crystal Pontrello, Theodorore Garland Jr., Sachiko Haga-Yamanaka -todos expertos de la Universidad de California Riverside-, y contó con la colaboración de Sayako Katada, científico de la Universidad de Kyushu, Japón.