El pasado 24 de junio, el gimnasio La Martineta abrió su segunda sede en Puerto Madryn, Chubut. La flamante instalación, equipada con las marcas Starke y Chalk, consta de 700 m² y su puesta en marcha requirió una inversión de U$800.000 dólares. El dueño del gimnasio, Lic. Federico Ledesma Calatayud, destaca la elección estratégica de la ubicación: “La zona sur de Puerto Madryn es ideal debido a su desarrollo urbano, y su proximidad a la playa, a una nueva escuela y a un centro de salud”. El gimnasio se sitúa en la calle Thomas 2778, a solo 100 metros de la Avenida Roca, una de las principales arterias de la ciudad, lo que proporciona fácil acceso y un estacionamiento propio para 10 vehículos. “Esto facilita la llegada de personas desde los barrios Solana y Sur,” añade el empresario. El gimnasio ofrece gimnasio libre, sauna, crioterapia, área de recuperación, coworking, servicios de nutrición, y boxes de masajes. Además, cuenta con 10 colaboradores. “Nuestra propuesta incluye servicios complementarios en salud, deporte y alimentación”, explica Ledesma y prosigue: “Con la Dra. Paula Gomes Fantasía -especialista en medicina general, en medicina ortomolecular y en nutrigenómica- y el kinesiólogo Raúl López, diseñamos un espacio que maximiza y potencia los resultados de nuestros miembros”. Con una mensualidad promedio de $50.000 pesos, este gimnasio tiene como objetivo alcanzar los 500 socios en 12 meses. La expansión de La Martineta no se detendrá en esta segunda sede. “Nuestro plan incluye la apertura de más sucursales en distintas zonas de la ciudad, participación en clubes deportivos y futuras expansiones hacia otras localidades de la Patagonia”, adelanta Ledesma Calatayud. Por otra parte, al analizar la industria del fitness en el país, Ledesma Calatayud opina que se encuentra “pujante y competitiva, lo que obliga a innovar constantemente en los servicios ofrecidos y en la eficiencia operativa y financiera”. La primera sede de La Martineta, ubicada en la calle Marcos A Zar 127, en el centro de Puerto Madryn, está en funcionamiento desde 2017. Según señala Ledesma Calatayud, allí se encuentran "las únicas dos canchas de squash de la ciudad", donde se realizan torneos locales, provinciales, patagónicos y nacionales para menores y mayores.