Durante el primer trimestre del año (Q1), la cadena brasileña de gimnasios Smart Fit registró una facturación de 1.260 millones de reales (U$245.6 millones de dólares), un incremento del 28% en comparación con el mismo período del año anterior y casi cuatro veces más que en 2019, cuando reportó ingresos por unos 373 millones de reales (U$72.7 millones).

Gracias a este sólido desempeño, Smart Fit obtuvo ganancias por 110 millones de reales (U$21 millones), un 5% más que en el mismo período del 2023. Este crecimiento fue impulsado principalmente por el aumento de abonados, con un incremento del 16% hasta superar los 4,8 millones de socios, y el aumento del número de gimnasios en un 19%, alcanzando los 1.469 clubes.

En cuanto a los demás resultados financieros, el Ebitda, indicador clave de rentabilidad, alcanzó los 395 millones de reales (aproximadamente U$76 millones), con un margen del 31.4%. Además, la empresa tiene grandes planes de expansión para el resto del año, con 75 centros en construcción y otros 105 proyectos firmados, con la previsión de inaugurar entre 240 y 260 nuevos centros en toda América Latina.

Cabe destacar que el 79% de los centros de Smart Fit son propios, mientras que el 21% restante son franquicias. La empresa opera no solo bajo su marca original, sino también bajo las marcas Bio Ritmo y O2, y tiene presencia en varios países de Latinoamérica, incluyendo México, Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, entre otros.