La marca personal no se tiene, se deja
Para sobrevivir como profesional debes tomar las riendas de tu destino y gestionar las percepciones, recuerdos y expectativas que quieres generar en quienes te rodean.
Para enfrentar la situación económica actual y un mercado laboral cada vez más competitivo, solo tenemos una salida como profesionales: debemos trabajar cada vez más y mejor para ser mucho más eficaces en nuestros puestos. Esto se aplica a todo el mundo, ya sea uno empleado o emprendedor. No podemos dormirnos en los laureles.
En este sentido, una herramienta imprescindible hoy en día es el personal branding (marca personal en inglés). Sin embargo, ésta suele ser descuidada. Hoy ya no basta con trabajar simplemente. Debemos darle a conocer a los demás, en forma permanente, aquello que sabemos hacer bien para que todos nos reconozcan por ello.
¿Pero, conoces cuál es tu marca?, ¿trabajas por mejorarla?, ¿sabes cómo te ven los demás? Lo cierto es que todos tenemos una marca y tú debes descubrir cuál es la tuya.
Qué es la marca personal
Ésta consiste en la gestión de las percepciones, de los recuerdos y de las expectativas que queremos generar en quienes nos rodean. Tu marca personal es lo que representas, la huella que dejas en las mentes de otros. Es importante que no confundas tu producto con tu oferta profesional o personal. La marca eres tú, el producto es lo que haces.
El poder de tu marca se medirá, en consecuencia, por la capacidad que ésta tenga de influir en las percepciones de los demás. Implica posicionamiento, no es venderte a ti mismo. Se trata de ser un referente, de ocupar un lugar privilegiado en la mente de otros. Tu marca es tu huella, es lo que queda cuando no estás presente.
En otras palabras, la marca personal no se tiene, de deja. Y el objetivo al gestionarla es ser recordado, ser tenido en cuenta y ser siempre la opción elegida.
Por qué es tan importante
En el ámbito laboral, tu marca personal debe ser capaz de persuadir a quién te ha contratado -o a quien te puede contratar- de que te necesita y de que tú eres la mejor opción entre los demás. Siempre te van a buscar por lo que puedes ofrecer -tu producto pero en verdad te van a elegir por cómo te perciben, por tu marca.
Las personas confían en otras personas más que en las organizaciones, por eso la marca personal es una herramienta necesaria para los profesionales de cualquier empresa. El objetivo final de una marca, ya sea personal o comercial, es el mismo, que la elijan.
Siempre los demás te van a juzgar, van a hablar de ti, para bien o para mal, y no vas a poder evitarlo. Po eso, es mejor controlarlo, gestionarlo y sacar partido de ello.
Cómo desarrollo mi marca
Desarrollar tu marca personal requiere de tiempo y de un esfuerzo planificado. En primer lugar, tienes que identificar las características que te hacen sobresalir del resto, ser diferente, relevante, útil y valioso para los demás. Es mejor ofrecer algo nuevo, distinto y único frente a la homogeneidad que reina en el mercado.
El paso siguiente es analizar cómo quieres que te vean y comunicar tus puntos fuertes para que además te conviertas en “deseable”. A la gente no le interesa quién eres, sino lo que puedes hacer por ellos. Tú objetivo como marca es el mismo que el de cualquier marca comercial: ser la opción preferida entre varias posibilidades.
Al gestionar tu marca personal, lo importante no es lo que dices ni lo que haces, sino el resultado de ese esfuerzo, es decir, la marca que has dejado en los demás. Y el valor de esa huella no lo puedes determinar tú, sino los demás. Por eso debes aprender a vender lo que sabes hacer para no tener que venderte a ti mismo.
Las redes sociales
Hoy en día no se puede hablar de marca personal sin hablar de redes sociales. Las nuevas tecnologías y las nuevas formas de comunicación deben ser tenidas en cuenta siempre. De modo que estar en las redes sociales no es una opción, sino una obligación. Lo único por lo que podemos optar es si lo vamos a hacer bien o mal.
Con una adecuada gestión de las redes sociales, podemos ser visibles en nuestro entorno o en el mundo entero. Es prácticamente gratis, con un potencial espectacular, pero que te obliga a demostrar que sabes hacer bien las cosas. En esta cuestión, puedes ser solo un espectador o puedes optar también por ser un actor.
Y no son solo Twitter o Facebook, Youtube también nos permite difundir nuestras ideas; en Slideshare, podemos compartir nuestras presentaciones; en nuestro Blog podemos plasmar nuestros pensamientos; y Linkedin es utilizado hoy en día en el 80% de los procesos de selección laboral.
Eso sí, las redes sociales siempre han de ser tenidas en cuenta como un medio, no como un fin en sí mismo. Hoy, gestionar tu marca personal ya no es opcional. Para sobrevivir como profesional debes tomar las riendas de tu destino y diferenciarte.