El ejercicio podría potenciar la creatividad días después
El ejercicio podría potenciar tu creatividad días después, según un estudio reciente de la Universidad Aalto, publicado en PLOS Biology. Las actividades cotidianas como el ejercicio, el sueño y el estado de ánimo tienen un impacto prolongado en el cerebro, moldeando la conectividad funcional y potenciando habilidades como la memoria y la atención hasta dos semanas después.
La investigación, liderada por la doctora Ana Triana, monitoreó durante cinco meses a una persona utilizando dispositivos portátiles, teléfonos inteligentes y escáneres cerebrales. Este enfoque permitió observar cómo los patrones de comportamiento y estados fisiológicos influyen de forma sostenida en el cerebro, en lugar de limitarse a respuestas inmediatas y aisladas.
El estudio demostró que incluso una sesión de entrenamiento o una noche de mal descanso pueden afectar la cognición, la memoria y la atención varios días después. Además, se identificó un vínculo significativo entre la variabilidad de la frecuencia cardíaca —un indicador de la adaptabilidad del corazón— y la conectividad cerebral durante el descanso, sugiriendo que técnicas de manejo del estrés también podrían influir en el cableado cerebral.
- De corto plazo (menos de siete días): Reflejan adaptaciones rápidas, como el impacto inmediato de la falta de sueño y su recuperación.
- De largo plazo (hasta 15 días): Relacionadas con efectos más graduales y sostenidos en áreas vinculadas a la atención y la memoria.
La combinación de escáneres cerebrales, dispositivos portátiles y encuestas sobre estado de ánimo permitió un seguimiento detallado e innovador. La investigadora principal, quien también fue participante del estudio, destacó la importancia de este enfoque para obtener datos precisos y representativos de la vida cotidiana.
«Nuestros cerebros no funcionan de manera aislada. Entender su respuesta a los cambios ambientales y fisiológicos es clave para avanzar en neurociencia», explica Triana. El equipo espera que estos hallazgos sirvan de base para investigaciones futuras que combinen datos del cerebro con hábitos diarios, con el objetivo de personalizar tratamientos en salud mental y detectar trastornos neurológicos de manera temprana.
«Vincular la actividad cerebral con datos fisiológicos y ambientales podría revolucionar la atención médica personalizada, abriendo puertas para intervenciones más tempranas y mejores resultados», concluye Triana. Para acceder al estudio completo visite aquí.