Abren en Goiânia, Brasil, un gimnasio sin staff

El 31 de enero abrió sus puertas en la ciudad de Goiânia, Brasil, el gimnasio Go Fitbox. Lo peculiar de la propuesta es que el servicio es 100% autónomo. El usuario compra créditos online y luego accede a una sala individual con un código QR. El precio de cada clase de 30 minutos es 9,90 reales (1,9 dólares) y a mayor cantidad de clases, más bajo es el precio de cada una. Go Fitbox funciona en un contenedor que está dividido en 4 espacios: 3 salas equipadas para uso individual, de 2 por 2 metros (una de cycling, una de running y una de yoga); y una cuarta sala de 3 por 3 en las que grupos de 2 o 3 personas pueden hacer una sesión de funcional. En cada sala hay una pantalla en la que el usuario puede seguir la clase grabada por un entrenador. El gimnasio está en el sector Marista, de Goiânia, dentro de un predio donde una constructora desarrolla un complejo de condominios. “Para atraer interesados, las constructoras necesitan incluir algunos servicios en el predio y, por eso, no pagamos alquiler y tenemos una concesión por un tiempo en el que podremos testear el concepto”, explica Leonardo Livio, creador de Go Fitbox. La apertura se realizó bajo el formato soft opening, de modo que por ahora solo están concurriendo invitados. “Después del carnaval, lo abriremos para todos. La meta es alcanzar los 10.000 registros durante el primer año y luego expandirnos con más unidades propias en la ciudad”, dice Livio, quien aspira a instalar sus gimnasios en empresas, hoteles y aeropuertos. “Mi intención es probar el concepto en esta primera unidad, evaluar los errores cometidos, y luego crecer con unidades propias, al comienzo, y más adelante con franquicias”, explica Livio, ex atleta profesional de Muay Thai y MMA, quien tuvo oportunidad de participar del reality show The Ultimate Fighter, y ha pasado sus últimos 23 años dentro de gimnasios. Antes de la pandemia, Livio tuvo una red llamada Club Cross Fight, con 4 unidades, 48 colaboradores y 2000 clientes. “Vendí el último gimnasio durante la pandemia. Estaba muy estresado por es desgaste diario. Y pensé en desarrollar un modelo de baja inversión, con la menor cantidad posible de empleados y sin tener que pagar alquiler”, relata.   El primer concepto que desarrolló se llamó Go FitTruck y consistía en un gimnasio móvil, montado en un trailer. “Durante la pandemia, la idea se viralizó, salimos en televisión nacional y en revistas, nos buscaron de todo Brasil y llegamos a tener 5 unidades. Pero luego frenamos el proyecto porque noté que, una vez, el concepto volvería a depender de personas”, agrega el emprendedor. Un tiempo después, Livio puso en marcha un FitTruck en Ciudad de México y comenzó a explorar la posibilidad de desarrollarlo en Miami. “Anque las leyes locales lo tornaron difícil de implementar allí, fue en Miami donde, conversando con un amigo que tiene una red de minimercados autónomos, comenzó a gestarse la idea de Go Fitbox que hoy ponemos en marcha”, recuerda.