5 minutos de ejercicio vigoroso al día reduciría la presión arterial

5 minutos de ejercicio vigoroso al día puede reducir la presión arterial, según un reciente estudio publicado en la revista Circulation. La investigación, que analizó datos de casi 15,000 participantes, muestra que actividades como correr, andar en bicicleta, subir escaleras o caminar a paso rápido pueden reducir tanto la presión arterial sistólica como la diastólica, incluso en personas que no realizan ejercicio de forma regular. El estudio, realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Londres, también encontró que aumentar el tiempo de ejercicio hasta 20 minutos podría disminuir considerablemente el riesgo de enfermedades cardíacas. En esta línea, Mark Hamer, profesor de medicina deportiva y ejercicio en University College London, comenta que "el ejercicio es lo más importante asociado de forma favorable con la presión arterial." Para comprender mejor los efectos del ejercicio en la presión arterial, los investigadores combinaron datos de seis estudios previos en los que los participantes usaban dispositivos de monitoreo de movimiento durante 24 horas al día. Los participantes, de una edad promedio de 54 años y casi equitativamente divididos entre hombres y mujeres, mostraron una clara tendencia: reemplazar comportamientos sedentarios como sentarse o dormir por solo cinco minutos de actividad física vigorosa resultaba en una disminución promedio de 0.68 puntos en la presión arterial sistólica y de 0.54 puntos en la diastólica.
Cuando los participantes aumentaron a 15 minutos de ejercicio, los resultados fueron aún más notables, con una mejora significativa en ambos parámetros de la presión arterial. Además, el estudio demostró que un cambio de 20 minutos de ejercicio vigoroso podía mejorar la presión arterial sistólica en dos puntos, lo que se asocia con una reducción del 7% al 10% en el riesgo de enfermedades cardíacas y muertes por accidente cerebrovascular. La doctora Jo Blodgett, investigadora principal del estudio y profesora en la Universidad de Londres, destaca la importancia de realizar incluso breves sesiones de ejercicio: "Para la mayoría de las personas, el ejercicio es clave para reducir la presión arterial. La buena noticia es que no importa el nivel de capacidad física, no se necesita mucho tiempo para notar un efecto positivo". Asimismo, Blodgett enfatiza que, para obtener los mejores resultados en la presión arterial, es esencial aumentar la demanda cardiovascular mediante el ejercicio intenso. El estudio sugiere que las personas que no tienen tiempo para realizar un régimen de ejercicio prolongado pueden comenzar con incrementos graduales en su actividad diaria, como caminar a paso rápido o subir escaleras. "No es necesario un entrenamiento estructurado, pero sí es importante aumentar la intensidad de manera que el corazón se acelere y se sientan un poco sin aliento", añade el profesor Emmanuel Stamatakis, coautor del estudio y especialista en actividad física. Los expertos coinciden en que nunca es tarde para comenzar a incorporar ejercicio en la vida diaria. Sin embargo, las personas con factores de riesgo como obesidad o enfermedades cardíacas deben consultar primero a su médico antes de empezar cualquier plan de ejercicio más estructurado. Para acceder al estudio completo visite aquí.