El pasado lunes reabrieron los gimnasios en Quintana Roo con un aforo del 50 por ciento. Con el avance al semáforo amarillo, tras el descenso de casos de Covid-19, 350 centros de entrenamiento retomaron sus actividades, generando alivio en el sector después de casi un mes prestando servicios únicamente al aire libre.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo (COJUDEQ) y los Servicios Estatales de la Salud (SESA) anunciaron  que las nuevas restricciones fijan el funcionamiento de gimnasios indoor al 50% de su capacidad. Así, por ejemplo, en espacios de 100 m2 se permiten hasta 12 personas.

A su vez, también anunciaron que cada usuario tendrá entre 60 y 90 minutos para completar su sesión entrenamiento y solamente podrá ingresar a la instalación habiendo realizado una cita previa. Denis Ruíz, personal trainer de Golden’s Gym, en Cancún, comenta que aunque no hayan restricciones de horarios, si las hay para el uso de aparatos e ingresos a las instalaciones.

Ruíz asegura que las expectativas son muchas. «Está medio triste el panorama. Esta reapertura servirá para reponer ya que no se ha generado mucho ingreso», afirma. Al mismo tiempo, explica que la apertura se habilita justo después de la primera quincena del mes, lo que agarra con pocos ingresos económicos a los usuarios para contratar nuevos programas de entrenamiento.

«El detalle es que en los gimnasios se están congelando las mensualidades o semanas que pagaron los clientes», menciona. De modo que la gente que regresa a entrenar espera que se les valide esa mensualidad que pagaron. «O sea que no estamos sacando nada. Los usuarios están contentos, la respuesta es buena, pero es toda gente que ya pagó», explica el entrenador.

Según Ruíz, un gimnasio que antes de la pandemia tenía una asistencia de 150 usuarios, hoy con las nuevas normativas sólo llega a tener 30 personas. Estas nuevas restricciones fueron comunicadas el jueves pasado en conferencia de prensa por el Gobernador del Estado, Carlos Joaquín González, y se mantendrán hasta el próximo anuncio de situación epidemiológica.