La gestión del tiempo en el fitness: clave para el éxito y la motivación
Si te dedicas al negocio del fitness sabes que una de las principales barreras entre tu consumidor, el mercado y tu producto es el tiempo. Esta barrera no solo se refleja en cada estudio de mercado o en tus encuestas de satisfacción, sino también en la dinámica diaria dentro de tu gimnasio, con tus colaboradores, equipos de trabajo e incluso con tus líderes. Esta situación de gestión se convierte en un problema muy conocido, pero al que pocos destinan recursos para solucionar.
La gestión del tiempo, la organización y la planeación son las bases del éxito en el fitness. Para mí, la gestión del tiempo fue fundamental en la construcción de mi autoestima. Una persona que ve su agenda llena de pendientes, que percibe sus semanas como tiempo transcurrido y siente que «no le alcanzó» para lograr lo que quería es una persona con baja autoestima.
Esta misma persona no atiende bien al cliente, no tiene buenas relaciones interpersonales con su pareja, hijos, familia y se irrita constantemente en el tráfico. Seguramente, esta persona se inscribe al gimnasio cada enero, entra con vergüenza y lo abandona debido a la conocida «falta de tiempo».
Pero ¿qué es lo que tenemos que hacer? Inicialmente, siempre recomiendo una etapa de autoconocimiento, donde reflexionemos sobre esas cosas que suelen desconcentrarnos y robarnos tiempo, en qué momento del día somos más o menos productivos, cómo definimos lo urgente e importante, y, por supuesto, nuestro objetivo central y algunos objetivos acompañantes.
Tener claridad en esto nos ayudará a priorizar listas de actividades, tomar decisiones, negociar con alguien cuando quiera tener una sesión de trabajo justo a la hora de buscar a mi hijo en el colegio, y a reservar una hora diaria para ejercitarme.
Conocernos a nosotros mismos respecto al uso del tiempo nos permite construir un modelo de no negociables, esquemas de organización y – mis favoritos- nos permite hacer reportes personales de avance. Esto seguramente mostrará tareas que no hice, cosas que postergué, pero también mostrará avances en aquello que definí como importante y que se alinea con mi objetivo. Esto incrementa día a día mi autoestima y se convierte en un círculo virtuoso.
Luchar contra el mito de no tener tiempo es una batalla llena de recompensas. Además, cuando logramos que los equipos de trabajo se crean que sí tienen tiempo y esto se replica en la atención del cliente interno y externo, el beneficio personal y la rentabilidad de la empresa también comienzan a multiplicarse.
Gestionar el tiempo no es solo aplicar la técnica Pomodoro, la regla de los dos minutos o Getting Things Done. Estos son métodos que solo podremos aplicar cuando entendamos nuestro comportamiento, nuestro entorno y las necesidades puntuales de cada momento en la vida. Los equipos de trabajo deben ser conscientes de esto e incluso conocerse como equipo para poder aplicar las metodologías requeridas para la gestión de proyectos en conjunto.
Laura Vanderkam nos regaló en su libro «168 Hours» un concepto importante: sí tenemos tiempo, pero todo es cuestión de percepción (y yo agregaría que de orden y planificación). Nos abre los ojos a que la semana no tiene siete días, sino 168 horas, de las cuales, en promedio, dormimos 56 horas, trabajamos 40, pero nos quedan 72 ¿Qué está pasando en esas horas?
Con esto en mente, y para una mejor gestión de tiempo en el fitness, te invito durante dos semanas a anotar todo lo que haces cada hora, luego asígnale un valor a todo eso que haces y, al final, verás que sí haces mucho y que sí tienes tiempo. Pregúntale a cada cosa: ¿te necesito? ¿eres una prioridad? A todo lo que hayas respondido que no, elimínalo, y haz una nueva lista de actividades.
¿Qué tan enriquecedor sería poder enseñarles a nuestros clientes que sí tienen tiempo, que la actividad física sí la necesitan y sí es una prioridad? ¿Qué más harás con esto hoy?