¿Está preparada tu empresa para los próximos 10 años?

Disrupción es un término relativamente nuevo y sucede cuándo un producto innovador surge y cambia la manera de consumir de las personas en algún mercado, generando un nuevo estándar. Normalmente, la disrupción ocurre por un agente externo al mercado de actuación.

Actualmente, el futuro es invisible y, otras veces, cuando nos damos cuenta, ya pasó. Eso ocurre porque muchas de las empresas que impactarán nuestro mercado ni siquiera existen hoy, y cuándo nos damos cuenta, estas empresas ya se instalaron y generaron muchos cambios en el mercado. Entender la disrupción es navegar mejor en ese contexto, con menos incertidumbres y más claridad en las decisiones.

Para comprender mejor ese hecho y ayudarte a mover en el sentido de los cambios, sigue un caso que impactó un mercado de manera única y generó cambios en las costumbres de las personas.

El caso de Kodak

Kodak creó la primera cámara digital en 1975, que pesaba 3,6 kg, pero como el producto clave era rollo de fotos, decidieron abandonar el proyecto. En esa época se sacaban 7,5 millones de fotos en el mundo. En el año 2002, con las cámaras digitales y aun antes de que los teléfonos celulares empezaran a sacar fotos, el número de fotografías ascendía a aproximadamente 45 millones.

Ya en 2007, los celulares pasaron a ser la principal herramienta para tomar fotos y el número de imágenes capturadas en todo el mundo alcanzaba los 180 millones. En 2016, esa cifra era de casi 2000 millones de fotos en el mundo y los teléfonos celulares eran responsables del 99% de esas fotografías.

La comodidad de tener esa herramienta en las manos permitió que el mercado creciera de manera exponencial y las fotos y recuerdos estuvieran más accesibles. Kodak, en su momento, se enfocó en el producto en vez de hacerlo en el problema que solucionaba -que era guardar recuerdos-, por lo que decidió invertir más para desarrollar los rollos de fotos y terminó en la quiebra.

El mercado de registros de imágenes y recuerdos ha crecido 100 veces en 10 años. Nunca en la historia se han tomado tantas fotografías como en la actualidad. Por eso, es clave cambiar la mentalidad para enfocar la estrategia de tu gimnasio en el problema que estás solucionando, en lugar de solo pensar en lo que ofreces como producto o como servicio. Caso contrario, al igual que Kodak, no podrás adaptarse.

Hacia una cultura de innovación
El cambio es la única certeza. Y para adaptarte a esos cambios, el mejor momento para hacerlo es antes de que sea necesario. Por eso, implantar una cultura de innovación te ayudará mucho, primero porque los cambios sucederán acorde a los recursos que tengas; y segundo porque esa nueva manera de actuar permitirá que tu oferta esté siempre actualizada a las nuevas necesidades que se presenten y, también, tu equipo actuará de manera mucho más autónoma y eficaz.

Pero, ¿cómo crear esa cultura de innovación? El punto de partida es una nueva mentalidad en la actuación del gestor y del equipo. En general, cuando se piensa en innovación, la cabeza empieza a pensar qué hacer. Pero esa pregunta te generará más frustraciones que innovaciones. ¿Por qué? Porque te lleva a buscar la respuesta en los conocimientos actuales que surgen de lo que ya haces hoy.

Por lo tanto, si quieres innovar, tus preguntas iniciales deberían ser:

  1. ¿Qué problema quiero solucionar? Esta pregunta debe ser hecha pensando en los clientes y sus problemas que nosotros -nuestra empresa- puede solucionar.
  2. ¿Quiénes son las personas que tienen el problema que vamos a solucionar? Personas diferentes pueden tener el mismo problema, pero la solución debe ser específica a cada tipo de persona. Por ejemplo, si el problema a tratar es el impacto de la obesidad en las tareas diarias de una persona, la solución será diferente si se trata de niños en lugar de adultos.

Una vez que se entiende y adopta una mentalidad para la innovación, ésta ocurrirá de la mano de la capacidad de la empresa para el aprendizaje constante. Para eso, tu equipo debe evaluar de manera rutinaria el problema con el fin de detectar cambios en las necesidades y costumbres de tus clientes. Esa será la base para para construir y aprender nuevos conocimientos que lleven a las soluciones.

El aprendizaje constante será la base. Otro aspecto importante es tener en cuenta que la innovación no es solo crear nuevos productos. Hay varias maneras innovar que puedes implementar en tu gimnasio, realizando cambios en modelo de negocio o en la experiencia que ofreces. Para ayudarte en esa tarea adjuntamos a este artículo un archivo que servirá de base para definir la estrategia de tu gimnasio.

Implementar una cultura de innovación en tu gimnasio también te ayudará a atraer talentos y a lograr mayor claridad para la toma de decisiones, generando cambios importantes para tu gimnasio. Para hacerlo con éxito, te sugiero tener en cuenta lo siguiente:

  1. Prepara el ambiente.

Genera una nueva manera de crear expectativas, interacciones y comunicación entre las personas. Desarrolla conexiones entre el equipo para que haya confianza, desde tu parte hacia ellos y también entre ellos. La confianza es clave para la innovación.

Capacita el equipo para entender qué es la innovación y cómo abordar a las personas y a los problemas que tienen. La escucha activa, hacer las preguntas correctas y estar atentos a las respuestas es cómo ellos cambiarán la mentalidad y sabrán entender los problemas.

Ajusta las expectativas acerca de los errores y sé más tolerante, aclarando al equipo adónde quieres llegar. Ellos serán productivos si generan conocimientos, pero no pueden poner en riesgo la operación, la empresa o el clima entre las personas.

  1. Identifica los problemas.

No hay otra manera que no sea interactuar con los clientes con la intención de conocerlos y entenderlos. Cada charla será una oportunidad de entendimiento. Una vez descubiertos los problemas, habrá que transmitir las percepciones e intercambiar ideas para que los demás aporten a su vez otras miradas acerca de los mismos problemas.

Una vez comprendidos los problemas, hay que ver cuáles están alineados con el propósito de la empresa, definiendo cuáles se pueden solucionar con base en el conocimiento actual y cuáles requieren de otros conocimientos y habilidades que la empresa no posee actualmente.

A partir de eso, se define: a) si se mejorará el core business (innovación incremental); b) si se generarán nuevos productos para los clientes actuales; c) si se llevará el mismo producto a nuevos clientes (innovación adyacente); d) si percibió una oportunidad para generar una disrupción en el mercado y cambiar todo.

  1. Genera equipos de trabajo.

Al generar el equipo de trabajo que tendrá a su cargo el desarrollo de la solución es importante tener personas de varias áreas de la empresa para que conocimientos diferentes aporten a una solución innovadora y que le sirva a todos.

Ese equipo de trabajo debe ser elegido con base en el conocimiento previo para una contribución real a la solución que se busca, pero luego ese equipo deberá reunirse con los demás integrantes de la empresa. Eso hará con que el equipo perciba la importancia de todas las áreas del gimnasio y evitará que se generen los silos aislados entre si (los profes por un lado, los comerciales por otro y los de mantenimiento aparte).

  1. Genera la dinámica.

¿Ahora, cómo llevar esto a cabo? Es desafiante tanto por el cambio de mentalidad y porque hay que sacar a las personas de la línea de producción, de sus tareas diarias repetidas, para que puedan pensar fuera de la caja.

Una vez que se habló con los clientes, el equipo intercambió sus percepciones, se definieron los problemas a resolver que están alineados con el propósito de la empresa y también cuáles son conocimientos y/o habilidades necesarias, recién entonces es hora de desarrollar la solución.

No esperes que la solución esté 100% completa para implementarla. Con base en las conversaciones con los clientes, hay que iniciar el proceso de desarrollo empezando por un MPV (Mínimo Producto Viable), la versión más básica del nuevo producto, pero que contenga la solución del problema principal a los ojos de los clientes.

Definido eso, dibuja -literalmente- un prototipo en que señales las etapas de desarrollo y entrega de la solución. Después de la entrega, deberás evaluar, hacer ajustas y seguir con el desarrollo. Los métodos ágiles son un aporte importante para esa forma de trabajo.

Para generar esos cambios constantes e innovar, arranca por los más importante. Pon el foco en los clientes, descubre quiénes son, qué problemas tienen y a qué aspiran. Solo con esa conversación le permitirás a tu equipo hacerse de una variedad de ideas para implementar y tus clientes tendrán una nueva percepción de valor sobre tu servicio. Este arranque te motivará a dar los próximos pasos. ¡Éxitos!

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