Un estudio asegura que jugar al tenis te hace más longevo
Las personas que juegan tenis con regularidad viven en promedio 9,7 más que aquellas que llevan un estilo de vida sedentario. El bádminton te hace 6.2 años más longevo; el fútbol, 4.7 años; el ciclismo, 3.7 años; la natación, 3.4 años; trotar, 3.2 años y la calistenia, 3.1 años. Así lo afirma el estudio Copenhagen City Heart Study, realizado en Dinamarca.
Para llevar adelante esta investigación, científicos internacionales le dieron seguimiento entre los años 1991 y 2017 a los hábitos deportivos de 8.577 personas oriundas de la capital danesa y compararon luego la expectativa de vida entre quienes practicaban algún deporte con regularidad y aquellos que tenían estilos de vida sedentarios.
Según afirman los investigadores, «varios deportes se asocian con mejoras notoriamente diferentes en la esperanza de vida». Los resultados no evidenciaron variaciones con relación al grado de educación de los involucrados, al nivel socioeconómico ni a la edad. «Como éste es un estudio observacional, sigue siendo incierto si esta relación es causal», destacan.
En la misma línea añaden: «Curiosamente, los deportes de tiempo libre que intrínsecamente implican una mayor interacción social entre las personas, se vincularon con una mejora en la longevidad», remarca James O’Keefe, coautor del estudio y director de cardiología preventiva del Mid America Heart Institute.
O’Keefe señaló además que se conoce por otras investigaciones que «el apoyo social proporciona mitigación del estrés», por lo que «el jugar e interactuar con otras personas, como en juegos que requieren de un compañero o un equipo, probablemente tenga efectos psicológicos y fisiológicos únicos», extendiendo los beneficios del ejercicio físico.
Las conclusiones de este estudio coinciden con las de otro realizado en la Universidad de Oxford, publicado en el British Journal of Sports Medicine, que reveló que quienes juegan deportes de raqueta con regularidad son menos propensos a morir. Este grupo redujo un 47% las causas por muerte general y un 56% en casos vinculados con problemas cardíacos.