Paul Scholes, la leyenda del United, abrió un gimnasio en Inglaterra

Paul Scholes, la leyenda del Manchester United, abrió un gimnasio de última generación junto a sus hijos Arron y Alicia, en la ciudad Oldham de Inglaterra. Para montar Scholes Gym, invirtieron 500.000 libras en una instalación de 10.000 pies cuadrados en la zona Lees Road.

El gimnasio está a cargo de los hermanos Scholes, ambos entrenadores personales. Arron, de 22 años, junto con Alicia, de 20 años, quien, además, es atleta profesional y juega baloncesto para London Pulse.

El gimnasio es elegante, con amplios ventanales y una iluminación tenue. Incluso, en la parte delantera del edificio, hay una cafetería. La idea de montar una instalación surgió durante el confinamiento, cuando la familia comenzó a hacer ejercicio en el jardín del hogar.

El espacio cuenta con máquinas cardiovasculares, de fuerza y ​​de acondicionamiento, una pared de pesas y un espacio de estudio exclusivo, distribuido en dos plantas. La propuesta está destinada a las personas que desean ponerse en forma, y mejorar su condición física.

Entre los equipamientos disponibles hay cintas de correr, bicicletas de asalto, remeros y ergios de esquí. Una de las novedades es la máquina de reacción Batak, equipo que rara vez se encuentra fuera de los estudios deportivos profesionales, y que mejora la reacción, la coordinación y la resistencia.

Los hermanos Scholes dirigirán sesiones privadas de entrenamiento, junto a un equipo de expertos. “Tener la oportunidad de participar en el viaje de acondicionamiento físico de nuestros miembros y mejorar su salud mental y física es un privilegio», menciona Arron.

Por su parte, Alicia comenta: “Los gimnasios a menudo pueden parecer espacios bastante fríos y funcionales. Queríamos desafiar eso y crear el tipo de ambiente cálido y acogedor en el que, a nosotros, como familia, nos gusta entrenar”.

«Creo que es un gran lugar para venir, incluso si querés venir a charlar y tomar un café o un batido de proteínas. Pero el objetivo principal es ser un buen espacio para que la comunidad venga», concluye Scholes.

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