Muchos espejos en el gimnasio desalientan a las mujeres

Investigadores de la Universidad McMaster de Hamilton, en Canadá, encontraron que las paredes de espejos de los gimnasios pueden desalentar a algunas socias a continuar con el ejercicio. «Si una mujer deja el gimnasio sintiéndose aún peor que cuando llegó, no estará particularmente motivada para entrenarse en el futuro», indican los especialistas.

Los científicos pidieron a 58 estudiantes universitarias sedentarias que se ejercitaran frente a un espejo durante 20 minutos. Al finalizar, dijeron que se sentían con menos energía, menos relajadas y optimistas que las mujeres que entrenaron sin un espejo enfrente. Incluso las mujeres que se sentían bien con sus cuerpos experimentaron efectos negativos después de entrenar con su imagen reflejada.

Las pautas estándar para la promoción del ejercicio sugieren que en las salas de entrenamiento haya espejos en por lo menos dos de cuatro paredes. «La práctica recomendada de colocar espejos en los centros de fitness puede necesitar ser reconsiderada, especialmente en los lugares que están tratando de atraer a los iniciados en el ejercicio», dice la profesora de cinesiología McMaster Kathleen Martin Ginis.

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