Los 7 errores más comunes de los principiantes en los gimnasios

Según un sondeo online realizado por la multinacional Precor, especializada en la fabricación de equipamientos para gimnasios, la mayoría de las personas que ingresan por primera vez a un gimnasio desisten después del primer mes de haber ingresado, y más de la mitad desertan antes de cumplir el segundo mes.

Una de las principales causas radica en que “las personas adquieren membresías para ejercitarse sin tener claro sus objetivos, con expectativas sobredimensionadas, ignorando la asesoría de los entrenadores o haciendo mal uso de los equipos, lo que resulta en desmotivación”.

Con el propósito de evitar las deserciones en los gimnasios, Precor presentó un listado con los 7 errores más comunes de los “primíparos” al ingresar en un centro de fitness, con el fin de que los usuarios puedan adquirir hábitos saludables y sostenibles en el tiempo:

1. Inscribirse en un gimnasio lejos de la casa o del trabajo, ya que los desplazamientos largos desmotivan el cumplimiento de una rutina semanal constante.

2. Realizar trabajos de fuerza sin un previo calentamiento o ejercicio cardiovascular, lo que genera lesiones y no produce la quema de grasa excedente.

3. Intentar hacer todos los ejercicios en la misma rutina y esforzarse más de lo permitido, lo que ocasionará dolores y lesiones musculares, que harán que el usuario odie volver al gimnasio.

4. Pensar que entre más se suda más rápido se baja de peso. El sudor es una reacción corporal de enfriamiento cuando aumenta la temperatura. El peso perdido por la deshidratación del sudor se recupera enseguida.

5. Entrenar en equipos sin previo asesoramiento de un experto, o en equipos obsoletos que no cuentan con normas mínimas de protección para las articulaciones y que puede ocasionar lesiones de consideración.

6. Querer tener en poco tiempo los resultados de otros miembros mucho más antiguos, es quizá la principal causa de desmotivación. Todo cambio es un proceso que requiere disciplina, tiempo y dedicación.

7. Seguir con hábitos de vida poco saludables es ir en contra de lo que se busca entrando a un gimnasio. Si ya se ha tomado la decisión de inscribirse en uno hay que cambiar desde el primer día los hábitos negativos, como beber alcohol, fumar o comer poco saludable.

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