Implementando la cultura de innovación
El proceso de liderar y promover los cambios para mantener la oferta de valor del gimnasio es un papel importante para llevar a cabo. El líder tiene el papel de conectar personas e ideas (involucrar y alinear las personas con la propuesta), incorporando esa nueva dinámica y permitir la realización del proceso.
Ese es un grande desafío, pues el ser humano tiene la característica de mantenerse en la zona de confort y una persona que dice “ya lo intentamos antes y nunca funcionó” en el equipo, es la persona que puede comprometer todo el proceso.
Para arrancar, hay que (re)definir, fortalecer o mantener la CULTURA de la empresa. La mejor definición de cultura que ví es: «la personalidad colectiva del equipo es lo que define las personas que están en la empresa». De una manera operativa, es como los colaboradores actúan cuando el líder no está cerca y también la manera como el equipo se conecta.
El punto de partida es definir el propósito, la misión y los valores que serán la base de y el conductor de interacciones, acciones y decisiones. ¡Ese debe ser el principal factor motivacional! el que unirá e involucrará de manera fuerte y única las personas que trabajan en la empresa.
Para que la cultura sea verdadera y viva, las personas son un eje clave y también se debe prestar atención a lo siguiente:
- Proceso de contratación e inducción: elige personas por las actitudes y valores, acorde a la cultura de la empresa. La inducción debe ser pensada para que la persona se identifique, se sienta bienvenida y quiera contribuir para moldar la cultura también. La cultura debe orientar las acciones de la empresa, tornándola el conector común de todos en la empresa.
- Proceso de desarrollo: su equipo tiene que estar preparado, con conocimiento y experiencias necesarias para el desarrollo de cada innovación. Hay que pensar los conocimientos necesarios y buscarlos -sea internamente o sea externamente- (cursos, contratación de nuevas personas o asesoría).
Una vez que la cultura es establecida y difundida, es hora de poner en marcha la dinámica de innovación:
- Forme un grupo chico de personas (máximo 6) y heterogéneo, con una pregunta a ser debatida “¿Cómo podemos entregar más valor a las personas?” y, con mucha empatía, entender qué valoran los clientes y poner a rodar el circuito de la innovación que vimos arriba.
Esa forma de pensar cambiará la dinámica entre las personas, que dejarán de solucionar problemas operativos y van CONTRUIR algo nuevo. Y, al participar de la construcción, que por sí solo ya es más motivador que solucionar problemas, se involucrarán y desarrollarán la actitud emprendedora que es el espíritu de la innovación.
Por otro lado, cuándo no buscamos errores, ni quién los cometió, las personas ya no se ponen en la defensiva (víctimas) y pasan a ser actores de los cambios y se establece la CONFIANZA, que permite una conversación e intercambio de percepciones reales, tal cual piensan, respectando los diferentes.
- Piense las hipótesis y elije una: foco es todo. Ampliar la cantidad te generará muchas acciones que no permitirá seguir y la sensación de pérdida de tiempo. También define un espacio corto de tiempo, para ayudar en el foco.
- Dibuja la experiencia: literalmente dibuje. Utilice otra forma de comunicación para expresar la experiencia o la solución. De esa manera se genera nuevas conexiones sinápticas en el cerebro y se permite nuevos aprendizajes y conocimiento.
- Pruébela: ponga en práctica un proyecto piloto con un grupo reducido de personas y entienda cómo fue la experiencia. Pídales feedbacks, coleta informaciones. En esa etapa se notarán las fallas y la tolerancia hacia ellas es fundamental para el proceso de innovación.
- Analice los datos: en el grupo, expongan los datos y deje que todos hablen, para involucrar las personas y también construir la confianza para el intercambio de opiniones. La percepción de cada persona es clave para mejor comprensión y generación de conocimiento y aprendizaje. De ahí viene la expresión «empresas que aprenden».
- Vuelve a la etapa de la hipótesis, ajustando la solución acorde al análisis de datos y mantiene el circuito girando, generando nuevos conocimientos, experiencia y crecimiento de todos.
Este cambio en la operación de tu gimnasio es una práctica muy rica, generando nuevas actitudes en las personas donde cada uno es responsable por la entrega de valor propuesto. El equipo debe contar con personas diversificadas y el líder, el responsable en dar espacio a esa nueva dinámica, facilitando eses cambios, creando la mentalidad de empresa innovadora.