La cadena de gimnasios con sede en Reino Unido, Fitness First, cerró las ocho sucursales que tenía funcionando en  Hong Kong  según lo anunciaron el martes pasado, desde la compañía.

Esta decisión fue tomada como consecuencia del cierre de todos los gimnasios que,  como informara Mercado Fitness,fue ordenado por el gobierno de la isla entre fines de diciembre y principios de enero pasados, por el quinto rebrote de COVID.

Fitness First operaba  en Hong Kong como franquicia, con unos  100 trabajadores, de los cuales  60 se desempeñaban como entrenadores. La firma prestaba servicio a más de 10.000 socios.

En una carta recibida por el personal, el lunes pasado, la empresa anunció su cierre definitivo. En ella Fitness First  pidió disculpas, agradeció los servicios prestados, y anunció que se rescindían los contratos de trabajo.

El personal a tiempo parcial recibió su pago a principios de febrero. Aunque según se sabe la empresa no habría anunciado todavía formalmente la recisión de esos vínculos laborales.

“Hong Kong sostiene un firme régimen laboral por el que los trabajadores despedidos deben ser indemnizados inmediatamente, a riesgo de que la patronal sufra una denuncia en el Ministerio  de Trabajo”, explica Fabio Ellis instructor de fitness y terapeuta deportivo mexicano que desde hace 20 años  reside en la isla.

Las franquicias y cadenas de gimnasios se encuentran entre los locales que el gobierno ordenó cerrar desde el 7 de enero. “Los gimnasios boutique y estudios debieron cerrar antes; el 24 de diciembre”, explica Ellis. Él y Fernando Eyheralde, instructor en clases grupales de la cadena Phillip Wain hk, coindicen en que este cierre “complica en mayor medida a los entrenadores personales y pequeños empresarios del fitness”.

“La situación parece no tener una resolución inmediata -explica Ellis-. Cada 15 días el gobierno prolonga los cierres, y si bien se dice que los gimnasios se volverían a abrir en abril, en los chats que compartimos con otros profesionales y propietarios de gimnasios, estamos convencidos de que, con suerte, hasta mediados de mayo los gimnasios permanecerán cerrados”.

El uruguayo Eyheralde, mientras tanto, espera que desde la empresa para la que trabaja lo convoquen a dar clases. “Según dijeron, sería a mediados de abril – dice Eyheralde-.  La empresa para la que presto servicios no sólo está enfocada en el negocio del fitness, por lo que tiene mayor sustento para resistir estos embates”, comenta.

Según analiza Eyheralde, “en Hong Kong las directivas parecen confusas. Sólo permanecen cerradas las escuelas, las peluquerías y los gimnasios. El transporte público funciona con normalidad. Los restaurantes ajustan y relajan aforos según el nivel de contagios. La vida en la calle no es la de una ciudad en cuarentena, sin embargo los gimnasios permanecen cerrados”.