En España Rockfit  adapta el concepto de escape room al mundo del fitness y se prepara para crecer como empresa de equipamiento para gimnasios. La empresa fue finalista del Allianz Start-up Challenge en noviembre del año pasado.

En el escape room de Rockfit, paredes, suelos y pistas de obstáculos están minadas de  sensores e indicadores que  sustituyen a las máquinas tradicionales. Las repeticiones desaparecen para dar lugar a  juegos guiados electrónicamente donde cada movimiento requiere de acción física, técnica, táctica, estrategia y competitividad.

La idea se generó en colaboración con  experimentados agentes de la industria del fitness. Se muestra como una apuesta al gimnasio presencial frente a la creciente virtualización del fitness.

“Lograr que la gente lo pase bien poniéndose en forma” es la premisa de la que parte el concepto de Rockfit. Se trata de una apuesta tecnológica por la gamificación e hiper-personalización,  que busca movilizar al público que la industria del fitness nunca logró tentar.

En 4 meses el centro Rockfit de Barcelona, construido como prueba piloto,  demostró que su modelo de entrenamiento personal automatizado puede ofrecer un valor diferencial a un público  diverso en su preparación física.

Entre sus usuarios un 30%  lleva más de 5 años de inactividad física, y otro 30% de su público  no realizó ejercicio recurrentemente en al menos un año. Sólo el 15% de su público que realiza deporte a diario.

En base a esas exploraciones  Rockfit encaró el diseño y producción industrial para, en el próximo semestre, integrarse a  5 gimnasios tradicionales que ya operan en España  bajo diversas marcas. Mientras tanto prevé desembarcar en Latinoamérica con la apertura del primer centro Rockfit en Puebla, México.