En Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, los gimnasios lograron una extensión horaria

gimnasios de bolivia logran extensión horaria

El trabajo y esfuerzo realizado por la Cámara de Gimnasios de Santa Cruz de la Sierra (CAGIM), en Bolivia, dio sus frutos ya que las autoridades sanitarias de esta ciudad permitieron esta semana que los gimnasios permanezcan abiertos de 6.00 a 23.00, es decir dos horas más, y también podrán prestar servicios los días sábado y domingo.

“Este logro que obtuvimos es muy beneficioso. Sobre todo porque, al operar de manera reducida, la asistencia de clientes baja considerablemente en los gimnasios. Por la reducción de horarios, en diciembre y en enero, la afluencia de socios hacia nuestros locales estuvo un 40% por debajo de lo normal”, explica Freddy Boland, presidente de la CAGIM.

 

“Actualmente –prosigue-, el rubro del deporte y el fitness en Santa Cruz de la Sierra está muy golpeado. Tiene demasiados costos fijos y cargas sociales acumuladas, lo cual causó que muchos centros de acondicionamiento físico tuvieran que cerrar definitivamente a lo largo de los 110 días de confinamiento que hemos tenido”.

 

El porcentaje de clientes que retornó a los gimnasios en esta ciudad boliviana fue creciendo de forma gradual, según detalla Boland: “En agosto y septiembre no llegábamos ni al aforo establecido en el protocolo que es del 30 %. En noviembre, ya estábamos llegando al punto de equilibrio, pero luego con la reducción de horarios la asistencia cayó considerablemente”.

 

Respecto a un potencial nuevo cierre, según Boland, todavía nada es claro. “Sé de una posible cuarentena rígida por la escalada de contagios que se dan en reuniones sociales y en otros eventos masivos. Aun así, nuestra mayor dificultad hoy radica en el temor de un nuevo cierre sumado a la acumulación de deudas y de costos operativos”, dice.

 

Según el presidente de la CAGIM, “los usuarios están cumpliendo más los protocolos que antes, porque tomaron conciencia de la situación. No obstante, el impacto de la pandemia fue muy duro, más que nada porque a los gimnasios se nos tildó de centros de alto contagio durante el aislamiento y eso ocasionó un alejamiento de los clientes”.

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