Más de 500 gimnasios de Portugal obtuvieron el sello “Healthy & Safe” emitido por la asociación Portugal Activo, que certifica el cumplimiento de todas las recomendaciones de la Dirección General de Salud para operar instalaciones de fitness tras la pandemia de COVID-19. Esta certificación fue lanzada en junio y se puede adquirir de forma gratuita. Para ello, los gimnasios deben firmar una declaración jurada de cumplimiento de las normas y enviarla luego por correo electrónico a Portugal Activo, entidad que encarga de verificar los datos enviados y aprobar la otorgación del sello. Sin embargo, si el gimnasio recibe alguna denuncia por incumplimiento luego de haber adquirido su sello, la asociación podría retirárselo. Entre las normativas que tienen que cumplir, respecto del distanciamiento, se debe respetar una distancia de 3 metros entre personas dentro de los salones de clases grupales y de 2 metros en el resto del centro. “En este momento, todas las provincias y regiones autónomas permiten el funcionamiento de gimnasios, pero con medidas restrictivas”, cuenta Pedro Ruiz, presidente del consejo fiscal de Portugal Activo. La Región Autónoma de las Islas Madeira fue el primer sitio donde reabrieron los gimnasios el 18 de mayo. Desde el cierre de establecimientos el 13 de marzo, esta asociación creó campañas nacionales con empleados, propietarios, más personalidades del sector; y negoció con el Gobierno la reapertura y medidas para hacerlo. En este momento, se está discutiendo la reducción del distanciamiento y la liberación gradual de uso de duchas y saunas. Portugal Activo fue fundada inicialmente como Asociación de Gimnasios de Portugal (AGAP) en 1999 y, en 2019, cambió su nombre. Actualmente, agrupa 1200 centros de fitness de Portugal. Por su parte, Ruiz también es dueño de una franquicia de Vivafit, una cadena de gimnasios femeninos que cuenta con 30 sedes en este país.