Technogym presenta Mywellness, una plataforma para gimnasios, hoteles y spa

La empresa italiana de equipamientos Technogym presenta Mywellness, una plataforma dirigida para gimnasios, hoteles y spa. “Esta app brinda soluciones de planificación y servicio para los socios y un seguimiento de cada usuario y su experiencia fitness”, afirma Marcela Poghettini, gerente de Marketing y Ventas de Technogym Argentina.

“Hoy, gracias a Mywellenss, Technogym ha reinventado el modo de acceder al wellness y a la salud. Mywellness es la tecnología más completa para la interconexión de equipos de fitness, aplicaciones, dispositivos y personas, y la primera tecnología en la nube del sector”, destaca Rodrigo Andrés, especialista de Ventas Digitales de Technogym LATAM.

Hace poco, Mywellness incorporó una función que crea nuevas oportunidades de negocio para sus clientes: “Las personas que aún no son socios del gimnasio pueden acceder solo a las clases virtuales directamente en la aplicación móvil y pagarlas de manera individual o con una suscripción correspondiente”, remarcan Poghettini y Andres.

“En esta complicada etapa que estamos viviendo, Mywellness ha sido vital para ayudar a los operadores con el entrenamiento de sus clientes desde casa durante el aislamiento y, más tarde, ofreciéndoles una completa estrategia de reapertura”, añaden. Desde la aplicación, los socios también pueden reservar turnos para asistir a sus gimnasios.

“El mayor diferencial de Mywellness es que los propietarios y administradores cuentan con todos los recursos en el mismo lugar. Es la única plataforma que permite integrar diferentes experiencias digitales, y adicionalmente, interactuar con equipos inteligentes”, resaltan Poghettini y Andres.

“Nuestra idea es apoyar al máximo a los operadores en la reapertura, que puedan monetizar el mercado on-demand y acompañar al cliente en cualquier lugar haciendo una gestión apropiada de la experiencia del usuario. Continuaremos desarrollando herramientas que permitan a nuestros clientes aprovechar las tendencias de mercado”, agregan.

En 35 años, Technogym creó una comunidad mundial de más de 50 millones de personas que entrenan diariamente con sus productos en 80 mil centros de fitness y más de 300 mil hogares en más de 100 países. Actualmente, hay más de 15 millones de personas registradas en la plataforma digital Mywellness, de 15.000 gimnasios diferentes.

En Argentina, quienes estén interesados en Mywellness pueden contactarse con Bard International -distribuidor exclusivo en este país-, enviando un mail a contacto@bard-international.com

Ellos muy rápidos y el resto demasiado lentos

Que los gimnasios low cost generaron un impacto fortísimo en el mercado de fitness ya nadie duda. Llegaron con una propuesta nueva, al menos para Brasil, y en poco tiempo ya estaban abriendo una unidad tras otra. Rápidamente, el terror se extendió entre los gimnasios que se enteraban de que un SmartFit abriría en su barrio. Ver irse de sus gimnasios cerca del 30% de sus clientes activos generó desesperación en los dueños de gimnasios menos preparados. El escenario fue de verdadero caos. El dueño de esa cadena de gimnasios de bajo costo fue maldecido de todas las formas posibles. Y lo que más se oía decir era: “Es lavado de dinero” y “Los números no cierran”. El caso no era, ni uno ni otro. Además, pocos podían anticipar en 2010 que esa cadena crecería de forma mucho más impresionante. Actualmente, SmartFit es uno de los mayores grupos de gimnasios del mundo y, lejos, el más grande de América Latina. Creció tanto que hasta surgieron nuevas marcas low cost queriendo ocupar ese nuevo espacio creado. Rápidamente las cadenas low cost notaron que los gimnasios convencionales ya no representaban competencia y que su lucha debía ser contra las demás propuestas de fitness low cost. Entonces comenzaron a enfocarse en crear diferenciales que les permitieran ocupar el primer lugar de preferencia para el comprador de actividad física "barata". Mientras tanto, los gimnasios convencionales hicieron poco por reaccionar. Muchos continúan maldiciendo a los dueños de los low cost. Otros creyeron que el secreto era bajar  los precios, se llenaron de deudas y terminaron cerrando. Y un grupo no menor sigue encendiendo velas para que ninguna de esas cadenas con precio bajo se instale cerca. El hecho es que muy pocos gimnasios convencionales, ante el desvanecimiento de su modelo tradicional de negocios, hizo lo que debería haber hecho. No miraron a sus clientes, no miraron el mercado y ni siquiera intentaron mirar a sus lados. En cambio se quedaron sorprendidos, en shock, paralizados, estupefactos y, lo peor, desorientados. Muchos todavía no se dieron cuenta de que ese segmento del mercado destinado a los gimnasios que son buenos en ventas, ya está ocupado por los low cost. No sirve de nada querer repetir la historia de David y Goliat. Porque el gigante en este caso es muy ágil, es rápido y tiene un camión de dinero destinado a la comunicación y al marketing. Encima, no están satisfechos con lo que tienen, quieren más. Ellos, en lo más alto del éxito, están haciendo cosas que los gimnasios convencionales nunca hicieron. Están estudiando el mercado y los clientes, probando nueva tecnología, agregando más beneficios para sus socios y desarrollando aún más su producto/servicio. Todo, a una velocidad impresionante. Mientras ellos perfeccionan sus servicios, los gimnasios convencionales son lentos y están perdidos en la búsqueda de un camino. Atrapados, se golpean la cabeza porque no miran hacia adelante, ni a los lados. Su principal reacción fue, desesperadamente, arrodillarse ante el marketing digital, con la esperanza de encontrar allí la salvación de sus empresas. Es fácil ver la desesperación cuando uno abre Facebook o Instagram y nos topamos con errores increíbles de comunicación. Todavía muchos dueños de gimnasios creen que RD Station –plataforma de automatización de marketing – es su "tabla de salvación". ¿Hola? Mientras que los low cost ocupan eficientemente espacios del mercado, los gimnasios convencionales, que tienen el ojo del dueño puesto en el negocio, insisten con lo mismo y no ven que el mercado de ENTREGA DE RESULTADOS está casi completamente desocupado. Un box de CrossFit no sufre con la presencia de los low cost, tampoco lo siente un natatorio. Pocos estudios de entrenamiento funcional o de personalizados se ven afectados por este fenómeno al punto de quebrar. ¡Gimnasios convencionales es hora de despertar! ¿Qué tal si empieza un cambio de posicionamiento? ¿Qué tal si deja de mirar a los competidores con precio bajo y presta atención al enorme mercado de personas que no quieren inscribirse en un gimnasio? Son miles los que buscan resultados. Personas que no están satisfechas sólo con un débito automático mensual en su tarjeta de crédito. ¿Qué tal si empieza a pensar como empresario y deja de ser dueño de un gimnasio? Si usted estuviera empezando hoy con su negocio, ¿ofrecería al mercado lo que le está ofreciendo ahora? Si tuviera que abrir hoy su gimnasio, ¿elegiría brindar una gama de servicios que le permitan cobrar una cuota mensual cercana a los R$ 89 ($840 pesos)? Si su respuesta es “claro que no” –y espero que esa sea su respuesta-, entonces ¡salga de ahí ahora! ¿Por qué sigue intentando vender un servicio en un mercado en el que tiene un competidor gigante, bonito, lleno de equipamientos nuevos y con una máquina de comunicación enorme, que usa a Watson? ¿No sabe qué es Watson? ¡Ve! ¡Salga de ahí! Perfeccione su servicio, reconstruya su equipo, busque a otros clientes y aprenda a atender a esas miles de personas que quieren resultados efectivos y que están dispuestas a pagar por un servicio mejor. - Pero Almeris, yo ya entrego resultados. - jajajajajaj… usted es un poeta. Solo el 22% de sus socios van a su gimnasio tres veces por semana o más. Cada 100 socios que deben renovar, apenas 48 lo hacen. Poco más del 3% de sus clientes realizó una evaluación física en su gimnasio. ¡Usted es un poeta! El negocio ya no es tener un gimnasio con 350 alumnos que pagan R$ 89 ($840 pesos). Y lo peor es que usted tiene esa misma cantidad de socios hace años. ¿Qué más tiene que pasar para que usted entienda, de una vez por todas, que ese segmento de mercado en el que está, ya es dominado por Goliat? Deje de intentar ser David, porque no va a lograrlo. El mercado es agnóstico, así que deje de rezar. El mercado es inclemente, así que deje de llorar. Ya es hora de que empiece a preparar su empresa para vender y entregar resultados de verdad a sus socios. Para esto necesitará enfocarse en pocos clientes, que por recibir más atención de su parte y así obtener resultados, estarán dispuestos a pagar más. Además, le garantizo que en este difícil mundo de entrega de resultados, tendrá menos competencia. Y no soy yo quien lo dice, es el mercado. Amigo mío, el negocio de vender actividad física ya está ocupado por las cadenas low cost. ¡Olvídese! ¡Ya perdió ahí! Ahora, solo existe una oportunidad en el negocio de “entrega de resultados”. Es más, se le está haciendo tarde así que arremánguese, mire el césped de su jardín y descubra la manera de dejarlo bien verde.

Cinco errores por los que los cambios no funcionan

La mayoría de las veces el problema no está en la decisión del cambio, sino en su implementación. Evitar estos errores da trabajo y, probablemente, genera algún incremento de los costos, pero no tenerlos en cuenta es mucho peor. En mi actividad como consultor de empresas, con frecuencia encuentro directivos que me indican que han probado implantar determinados cambios, pero no han funcionado. Sin embargo, al analizar cómo lo hicieron, la mayoría de las veces descubro que el problema no estuvo en la decisión de cambio, sino en la implementación del mismo. En este sentido, cualquier error, por nimio que parezca, puede frustrar el resultado. Lamentablemente, la mayoría de estos errores los suelen cometer los miembros de nuestro equipo, porque si algo tienen los seres humanos es la capacidad para los mayores aciertos y, también, para las mayores metidas de pata…Veamos las 5 más habituales:
  • Creer que “to er mundo e güeno[i]”.
Los estudios sobre comportamiento humano muestran cómo la gran mayoría de las personas actúa de forma solidaria y está dispuesta a ayudar al prójimo –en realidad, todas las personas, menos las que por su genética, educación, experiencias tempranas o entorno, se han convertido en sociópatas–. Es decir, la gran mayoría actúa lo más parecido a ser “bueno”. Pero, también existen estudios que indican que el ser humano sólo toma decisiones en base a dos motivos: alcanzar placer o huir del dolor. En este sentido, queda en evidencia que somos egoístas y que, cuando hacemos algo por los demás, en el fondo, lo estamos haciendo por nosotros mismos (Leer a la filósofa Ayn Rand). Esto, llevado a la realidad de las empresas, implica que para hacer cualquier cambio en la organización, los individuos implicados tienen que tener claro en qué los beneficia o cuáles pueden ser los inconvenientes de no alcanzar dicha transformación, por lo que hay que lograr que se visualicen las repercusiones individuales de los resultados generales. Que esto quede bien claro es la clave de la MOTIVACIÓN y el pilar de la puesta en marcha del cambio.
  • No desarrollar un sistema cerrado.
Cuando hablo de sistema cerrado me estoy refiriendo a un proceso con una sucesión de tareas organizadas de tal modo que no quepa la posibilidad de que alguna no se lleve a cabo o que se produzca una interrupción indefinida antes de haber logrado el objetivo. Por ejemplo, si en el sistema comercial, tras la presentación del centro deportivo y sus servicios no se logra cerrar la inscripción del visitante y no se recogen sus datos, ni se desarrollan actividades de seguimiento (como llamada telefónica o email) o de maduración de la motivación de compra (como actividades de Inbound Marketing), el sistema está abierto y se interrumpe sin resultados.
  • No formar lo suficiente.
Probablemente, tú sabes perfectamente qué es lo que hay que hacer y cómo hacerlo (o eso crees…), pero ¿estás seguro de que todos los miembros de tu equipo también lo saben? ¿Poseen los fundamentos de conocimiento necesarios para aplicar determinadas tareas? Pongamos ejemplos: ¿saben realmente tus empleados por qué es primordial contestar una solicitud de información vía internet en un plazo inferior a 48 horas? ¿Saben por qué es muy importante maximizar los cierres de inscripciones en el mismo día en que se produce la primera visita? Y ¿saben cómo hacerlo? ¿Tienen clara la técnica?
  • No entrenar lo suficiente.
Una cosa es conocer la teoría sobre algo y otra muy diferente dominar la práctica. De niño, en la escuela de baloncesto me explicaron cómo se hacía un cambio de mano botando el balón por detrás de la espalda, vi al instructor y me pareció muy fácil, pero necesité muchísimas horas para dominar esta técnica y automatizarla. En las tareas de nuestras empresas, que requieren cierta técnica, sucede exactamente lo mismo. Es imprescindible entrenarlas. De ahí la importancia del trabajo de roleplay con las personas que ejecutan actividades comerciales.
  • No medir y contar con alarmas.
Ya en el siglo XIX, Lord Kelvin citó “Lo que no se mide, no se puede mejorar” y sigue estando vigente, per saecula saeculorum (por los siglos de los siglos, en latín). Los seres humanos necesitamos metas y control de las tareas necesarias para lograr esas metas. En cuanto se relaja el control, se relaja la ejecución. Cualquier cambio en la organización tiene que estar ligado a un objetivo/resultado y hay que medir de forma fehaciente no sólo los resultados, sino las actividades/tareas necesarias para el logro del resultado, porque este va a depender de la consistencia y continuidad de las mismas. La medida nos da información para hacer los ajustes necesarios, para retroalimentar a los interesados y como elemento de motivación. Además, la medida nos permite establecer alarmas que nos avisen de situaciones negativas o potencialmente peligrosas. Por ejemplo, para la fidelización de clientes en un centro deportivo, la medida más importante es el control de asistencias, porque sin una determinada frecuencia no se adquiere el hábito del entrenamiento. Por tanto, contar con una alarma en el sistema informático que nos avise de la baja en la frecuencia de asistencias de un cliente es una herramienta por demás útil. Evitar estos errores de trabajo y, probablemente, genere algún incremento de los costos, pero no tenerlos en cuenta es mucho peor, porque implica no lograr que los cambios funcionen, sumado a la frustración, pérdida de tiempo, de dinero y de oportunidad. [i] Referencia a la película “To er mundo é güeno” del director y humorista español Manuel Summers.

Cómo superar objeciones de potenciales clientes

Mejorar sustancialmente los porcentajes de cierre de ventas es posible si se lleva a cabo un adecuado protocolo que esté orientado a la resolución de las objeciones que presentan los potenciales clientes. Si bien en ciertos mercados aún son muchos los centros deportivos que mantienen un flujo de visitantes espontáneos que son potenciales clientes, los porcentajes de cierre de venta a partir de estos denominados walk-in en muchos casos son muy bajos, considerando como bajo a cualquier porcentaje inferior al 70 %. Es razonable que exista una proporción de personas inferior al 30 % que sea muy difícil o incluso imposible de cerrar por causas como: • Sólo han venido a curiosear, sin la menor intención de inscribirse. • No podrán inscribirse hasta dentro de un tiempo, porque ahora mismo viven lejos y están pendientes de mudarse o porque deben esperar hasta contar con dinero efectivo suficiente (cuando cobre a principios de mes, etc.). • Están buscando un concepto de centro deportivo muy diferente al que ofrecemos (tal vez buscan una actividad que no tenemos). Sin embargo, es cierto que, en los últimos años, se ha complicado el cierre inmediato de la venta por los siguientes motivos: • Existe mucha más competencia y los leads quieren comparar antes de inscribirse. • La recesión económica ha convertido a los consumidores en menos compulsivos respecto a las decisiones de compra, mientras que presupuestos más ajustados hacen que los potenciales clientes dediquen más tiempo a analizar las decisiones de gasto (incluso en gastos bajos, si van a ser recurrentes). • En muchos centros se ha abusado de la agresividad en la venta. Los métodos de cierre con mucha presión intimidan al visitante y éste sube sus barreras psicológicas a la compra. • Los vendedores han perdido credibilidad en sus argumentos para el cierre inmediato, porque ahora el público tiene más experiencia y conocimiento de lo que se oferta en los centros deportivos y, por tanto, es más escéptico. En cualquier caso, estos obstáculos no impiden que se puedan cerrar ventas de forma automática, mejorando sustancialmente los porcentajes de cierre indicados, si se lleva a cabo un adecuado protocolo que esté orientado a la resolución de las posibles objeciones al cierre. En el diseño de este protocolo, han de tenerse presentes las siguientes premisas: 1. Por muy bueno que sea el protocolo, si el vendedor no lo lleva a cabo de forma correcta, no funcionará. 2. Aun cuando el protocolo y la ejecución del vendedor sean perfectas, siempre habrán ventas que se frustren por los motivos ya señalados u otros que imposibiliten el cierre. De hecho, si el lead tiene muy claro que no se va a inscribir sobre la marcha, es casi imposible convencerle de lo contrario. No podemos convencer, como mucho, podemos seducir. 3. El protocolo ha de ser realista y ajustado a los recursos reales de la venta, como son el tiempo disponible para la misma, el atractivo del centro, las capacidades de coeficiente intelectual e inteligencia emocional de los vendedores disponibles, el atractivo real de la oferta de precio y/o la ventaja por adoptarla sobre la marcha. 4. La resolución de objeciones no se logra cuando el potencial cliente las refiere tras la presentación de precios. En ese momento, es muy difícil darle argumentos y cerrar la venta. Por el contario, la resolución de objeciones se logra durante la entrevista inicial. Para ello, debemos haber sido lo suficientemente hábiles como para indagar y adelantarnos a esas posibles objeciones, en un momento en el que la relación aún es distendida y sin barreras de prevención al cierre. De hecho, el buen vendedor no sólo se adelanta a conocer las posibles objeciones, sino que, incluso, tiene la habilidad de inducir al interesado a que sea él mismo quien las resuelva en ese momento de la entrevista. 5. En relación con lo anterior, una de las claves primordiales es obtener –mediante preguntas sencillas, pero bien formuladas– el compromiso del usuario con deseo de comenzar a entrenar, sin postergarlo ni un minuto más. Si en la distendida conversación logramos que el lead verbalice que tiene claro que quiere empezar ya, tenemos la partida casi ganada. 6. Y decimos casi ganada porque nos faltaría la parte más importante: ILUSIONAR. Si, una vez que conocemos las necesidades y motivaciones del interesado, somos capaces de ilusionarlo con los servicios y actividades que le ofrecemos y de hacerle visualizar que va a lograr sus objetivos con nosotros, la venta está prácticamente cerrada. Pretender cerrar la venta en base a presentar una oferta es simple y puede funcionar, pero es primitivo y malogra un montón de posibles cierres. Hacer las cosas bien no es una garantía absoluta de éxito, pero mejora mucho las probabilidades de lograrlo y eso es todo lo que está en nuestras manos.

Hacia dónde vamos en marketing y ventas

El avance de la tecnología y de las redes sociales frente a un consumidor que busca contenidos que le aporten verdadero valor tiene una incidencia cada vez mayor en la manera en que las empresas se comunican con el mercado y buscan capturar clientes. El nuevo entorno socioeconómico está marcado por varios cambios que afectan muy directamente al sector de clubes deportivos y gimnasios: la irrupción del fenómeno low cost; un consumo menos aspiracional y mucho más analítico, basado en el precio; la decadencia de medios tradicionales de comunicación frente a la enorme influencia de las redes sociales; y el crecimiento vertiginoso de los smartphones y un sinfín de apps. Estas realidades están generando una serie de tendencias en materia de marketing y ventas a las que debemos estar muy atentos:
  1. Todos queremos jugar.
Cada vez con más frecuencia los adultos asumirán la refrescante idea de que los niños deberían tener -como antaño- diversos juegos "desestructurados". Mediante ellos se pretendería hacer contrapeso a la actual abundancia de actividades "organizadas" y basadas en la tecnología. En este sentido, estamos observando cómo han irrumpido en nuestro sector las actividades y los equipamientos para los más jóvenes, a la vez que algunas actividades pensadas para los adultos tienen un componente más lúdico que suele incluir elementos audiovisuales interactivos.
  1. Todos estamos estresados.
Aunque la vida siempre ha estado llena de estrés, éste está aumentando y multiplicándose. Ante este problema de salud, los gobiernos, las empresas y las marcas, buscarán esforzarse por prevenirlo y reducirlo. Obviamente, nuestro sector juega un papel preponderante como una de las herramientas más poderosas para luchar contra el estrés y otras patologías psicológicas. En este sentido, cada vez más estudios científicos respaldan esta efectividad que se logra merced a los efectos post-entrenamiento de las endorfinas, la satisfacción por haber realizado una tarea productiva en beneficio propio, el logro de objetivos, la distracción sobre las preocupaciones y la socialización propia de los centros deportivos.
  1. A todos nos gusta lo “Smart”.
Siempre gracias a la tecnología, los aparatos cotidianos seguirán evolucionando hacia lo "Smart", con nuevas funcionalidades. La inteligencia otorgada a objetos ordinarios hará que estos sean cada vez más interactivos, y su uso puede tornarse más interesante, agradable y útil para el consumidor. En este sentido ya contamos con varias aplicaciones para smartphones y vía web que facilitan el seguimiento de programas de puesta en forma con asesoramiento sobre entrenamiento y nutrición, control de las variables que afectan a estos procesos, estadísticas y valioso feed-back que nos mantienen conectados con nuestros objetivos y nos permiten realizar adecuados ajustes a nuestra preparación. La invasión de apps relacionadas con el fitness ya es una realidad. Por otro lado, las empresas ya han comenzado a ejecutar campañas móviles con enlaces a las redes sociales e incluso con acceso a sistemas para almacenar información como los códigos QR. Las herramientas de geo localización -como Foursquare, Gowalla, o mismo Google- son cada vez más funcionales a la hora de brindarle al consumidor información más detallada sobre los productos y servicios que prestan las compañías. Adjuntar a la información general de la empresa, campañas con ofertas y promociones, hace que se genere más interés en los consumidores. Y desde una perspectiva de marketing, premiar a los clientes frecuentes con ofertas especiales es una manera de incrementar los índices de lealtad.
  1. Todos estamos controlados.
A medida que la ciencia del análisis de datos se hace más rentable y sofisticada, y que los consumidores generan datos cada vez más rastreables, las marcas podrán ser capaces de predecir con mayor eficiencia y precisión lo que un consumidor necesita y quiere y, por lo tanto, adaptar sus ofertas. Los centros deportivos, cada vez más, poseen valioso software capaz de recoger datos del control de accesos y de las fichas de los socios que permiten sacar un gran rendimiento a las acciones de marketing.
  1. Todos queremos disfrutar a tope de nuestros sentidos.
En este mundo digital, en donde la vida es cada vez más virtual y online,  gana relevancia la estimulación sensorial. El marketing seguirá en la búsqueda de los recursos que mejor le permitan estimular todos los sentidos del individuo, y con esta amplificación de los estímulos, los consumidores demandarán productos cada vez más potentes y mejores experiencias. Cabe reseñar, a modo de ejemplo, las innovaciones en los aparatos cardiovasculares que incluyen posibilidades como música, televisión, internet, ventiladores con aromaterapia y texturas cada vez más agradables al tacto o a la pisada. De hecho, las imágenes, los vídeos y, en general el entretenimiento, ganarán protagonismo. El uso de recursos gráficos y el estímulo hacia la participación facilitan el “engagement” de los usuarios. Buena prueba de que esta tendencia se incrementará es el alto crecimiento que han experimentado las redes sociales basadas en imágenes, como por ejemplo Pinterest.
  1. Todos estamos en las redes sociales.
En esta época en que vivir públicamente se está convirtiendo en una opción predeterminada, las personas están buscando maneras creativas de forjar espacios privados dentro de esas vidas cada vez más públicas. Las personas no rechazan la ubicuidad de las redes sociales o las plataformas para compartir, sino que buscan mantener una identidad digital activa, mientras consiguen definir y gestionar un nuevo concepto de privacidad. Son millones de personas las que ingresan día a día en las diferentes redes sociales existentes. Facebook y Twitter lideran el movimiento del Social Media y son las más utilizadas en la red;  pero otras redes como Tuenti, más orientada al público adolescente; Linkedin, para profesionales y empresas; Foursquare, Flickr, Pinterest, Google+ e Instagram, intentan hacerse un hueco importante en este sector. Obviamente, la mayoría de centros deportivos están explotando la presencia en redes sociales como Facebook o Twitter y éstas se están convirtiendo en un excelente vehículo de comunicación y para potenciar el sentido de comunidad.
  1. Todos sabemos que la felicidad necesita salud.
Hoy las búsquedas humanas ancestrales de felicidad  y de una mejor salud se conjugan y ya no se conciben como propósitos separados dentro de la comunicación comercial. El concepto de salud se ha tornado más holístico en la medida en que la idea de "bienestar" ha ganado terreno en el marketing. Como señalan expertos en medicina y psicología, la felicidad se conjuga constantemente con la idea de salud y bienestar. Y, una vez más, el ejercicio físico se muestra como adalid de estos objetivos vitales. El bombardeo continuo de información recomendando la actividad física como uno de los pilares de la salud y del bienestar, son nuestro mejor marketing.
  1. Todos queremos contenidos con valor.
Los contenidos propios o Inbound Marketing (Marketing de Atracción) continuarán ganando importancia. Las técnicas intrusivas ya no aportan buenos resultados a las marcas. Sin embargo, la creación de contenidos propios por parte de las empresas, enfocados a las estrategias de marketing, están teniendo muy buena acogida. Los consumidores quieren acceder a contenidos que sean de su interés donde y cuando quieran (a través de Internet y las Redes Sociales) y por iniciativa propia, lo que acaba reforzando la confianza y la lealtad entre la marca y el consumidor.
  1. Todos queremos un trato personalizado y amable.
El entorno hipercompetitivo condiciona a las empresas a enfocar su target de clientes y personalizar sus ofertas. Los vendedores ganan protagonismo, porque han de ser capaces de conocer bien a los posibles clientes para ser capaces de llevarlos de un estado pre-contemplativo a uno de toma de acción hacia la actividad física. Y con la nueva actitud hacia el consumo, deben hacerlo con la mayor consideración y evitando las técnicas agresivas que puedan resultar invasivas o molestas.
  1. Todos confiamos más en nuestros amigos que en la publicidad.
Por ello, la mejor fuente de prospección de nuevos contactos será la recomendación de los propios clientes a sus allegados. Para ello, las empresas, además de mantener alta la satisfacción de sus clientes, deberán contar con políticas muy activas de captación de estas referencias y adecuados protocolos comerciales que propicien que estos contactos se conviertan en inscripciones. Vale aclarar que estas tendencias, como cualquier otro fenómeno humano complejo y dinámico, no están predeterminadas. No obstante, son un buen punto de partida para la reflexión entre los profesionales del sector, si se pretende estar al día en este inestable escenario actual. En cualquier caso, éstas muestran un futuro más que prometedor.

Qué son los “contactos de valor”

Se trata de conversaciones entre un asesor/técnico y un cliente, que está perdiendo interés por la actividad y piensa abandonar. El objetivo es detectar sus necesidades no cubiertas y ofrecerle la mejor solución posible para que decida quedarse en el club. En una época en la que conseguir nuevos clientes se está convirtiendo en una odisea para las empresas, la fidelización ha cobrado si cabe más importancia. En artículos previos he hablado sobre la fidelización de clientes, pero quiero dedicar todo un artículo a una forma de actuar que está consiguiendo resultados espectaculares en algunos clubes deportivos. Se trata de lo que llamamos los “contactos de valor”. ¿Qué es un contacto de valor? ¿Qué lo diferencia de otros contactos? ¿Cuándo debe hacerse? ¿Con qué clientes hay que hacerlo? ¿Cómo se hace? Vamos a intentar responder a todas estas preguntas. Un contacto de valor consiste en una conversación “compleja” entre un asesor/técnico y un cliente, y tiene como objetivo detectar necesidades del cliente no cubiertas hasta ese momento, buscar la mejor “solución” posible y hacer que el cliente se decida a probar dicha solución. El resultado final es, por lo tanto, que el cliente esté más satisfecho al tener mejor cubiertas sus necesidades. Los contactos de valor se inician cuando algún trabajador del club detecta una “señal de alarma”. Todo cliente está dentro de una espiral en la que se desplaza hacia arriba o hacia abajo, nunca está quieto. Moverse hacia arriba del espiral significa que cada vez está más motivado y enganchado con el fitness, mientras que moverse hacia abajo significa que va perdiendo interés hasta que se desmotiva totalmente y se da de baja. Antes de que la baja suceda, hay muchas señales que indican que el cliente está bajando en la espiral de la motivación. A modo de ejemplo, algunas de esas señales son: reducir la frecuencia de uso del club, hacer siempre los mismos ejercicios o actividades, no relacionarse con otra gente, estar periodos cortos sin ir al club, no disfrutar con el entrenamiento, etc. Cuando un asesor/técnico detecta una señal de alarma, debe iniciar un contacto de valor. A diferencia de otros contactos con clientes, éste tiene un claro objetivo ya que en la mente del asesor hay este pensamiento: “He visto una señal de alarma y creo que ese cliente está bajando su nivel de motivación, por lo que voy a ir para averiguar si realmente eso es así, encontrar cuál es la causa de dicha desmotivación, buscar una solución y hacer que se decida a probarla o comprarla”. No se trata de hacer una corrección técnica o de saludar o de ofrecerse en caso de que el cliente lo necesite. Un contacto de valor es mucho más profundo y complejo que el resto de los contactos. Las fases del proceso Para aprender a hacer un contacto de valor, es conveniente dividir el proceso en varias fases:
  • Fase 1: Saludo y, en el caso de que sea un cliente nuevo o no lo conozcamos, es necesario presentarse y pedirle su nombre, ya que utilizar el nombre del cliente en el proceso ayudará a personalizar y a hacer más próxima la conversación.
  • Fase 2: Averiguar el problema, la insatisfacción o la necesidad no cubierta. Para conseguirlo solo hay una fórmula, preguntar. Se puede empezar con preguntas genéricas tipo “¿Estás a gusto en el club?” “¿Qué te parece el entrenamiento que realizas?” “¿Cómo te sientes desde que vienes al club?”. Estas preguntas iniciales sirven para romper el hielo, pero difícilmente nos destaparán un problema o insatisfacción. Por ese motivo, es necesario “rascar” un poco más y hacer preguntas más concretas que nos aseguren que el cliente está realmente a gusto. Algunas de estas preguntas pueden ser: “¿Estás consiguiendo realmente el objetivo que te habías propuesto?” “¿Estás viniendo a entrenar todos los días que querías?” “¿Vienes con ganas o te cuesta venir?” “¿Hay algo que no te guste o que eches de menos en el club?”. Cuando una respuesta del cliente a alguna de estas preguntas nos indique que algo no está funcionando bien, seguiremos preguntando en esa dirección hasta encontrar el problema real.
  • Fase 3: Averiguar qué le gustaría realmente a ese cliente, cuál sería la situación ideal o que se esperaría que sucediera para estar realmente satisfecho. Por ejemplo, si  una persona acaba reconociendo en la fase anterior que se aburre en el club, le preguntamos: “¿Qué te gustaría que hubiera en el club para no aburrirte?”
  • Fase 4: Una vez el asesor conoce realmente el problema, es cuando empieza a pensar en las posibles soluciones y ofrecerá al cliente la mejor solución posible. No la más económica o la más fácil, ofrecerá la mejor. Es el cliente quien debe decidir si cree que esa solución le va a ayudar. Por este motivo, las soluciones se presentan también en forma de pregunta. Si pensamos que la mejor solución es aprender un nuevo deporte como el Pádel, no le diremos “lo que tú necesitas es aprender a jugar a Pádel”. En lugar de eso le diríamos algo así: “Si aprendieras una actividad totalmente nueva como el Pádel, ¿te ayudaría eso a divertirte y a venir más motivado?” Es el cliente quien decide. Si la respuesta es afirmativa, pasaremos a la siguiente fase. Si la respuesta es negativa, buscaremos otra solución y se la volveremos a presentar en forma de pregunta.
  • Fase 5: La última fase consiste en lo que llamamos “cerrar la venta”, es decir, hacer que el cliente se decida a probar la solución que ha elegido. Para esto utilizaremos preguntas como “¿Cuándo te gustaría empezar?”, “¿Buscamos hora para la semana que viene con un entrenador?”. Entendemos que se ha producido el “cierre de la venta” cuando el cliente asume un compromiso serio para iniciar la actividad, y eso es así cuando hay una cita, una fecha de inicio concreta o cuando se ha producido el pago del servicio.
La importancia de las preguntas Como se puede observar en las fases anteriores, la comunicación con el cliente se gestiona principalmente con preguntas. No se lo intenta convencer, sino que se le plantean preguntas para que haga un proceso mental que el asesor irá dirigiendo con las preguntas adecuadas. Al hacerlo de esta manera, el cliente no tiene la sensación de que le queremos vender algo, sino que tiene la sensación de que le queremos ayudar. En realidad, esa es la esencia del servicio al cliente y esa debería ser la única intención y la principal responsabilidad del personal del club. En todo proceso de asesoramiento/venta, el que pregunta es el que tiene el control del proceso. Para hacer los contactos de valor es necesario dominar la técnica de preguntar. Además de dominar la técnica, es importante que el asesor tenga claros los diferentes tipos de preguntas y el orden que se debe seguir:
  • Preguntas para averiguar la necesidad real;
  • Preguntas para averiguar qué le gustaría conseguir realmente;
  • Preguntas para averiguar cuál sería una buena solución para él/ella;
  • Preguntas para averiguar si está dispuesto a probar la solución y cuándo.
Imagina un club en el que todo el personal esté mentalizado de hacer este tipo de contactos y que tenga la formación para hacerlos correctamente. Sólo es necesario que cada trabajador del club haga uno o dos contactos de valor al día. Si esto lo hacen todos y lo hacen cada día, se solucionan muchas insatisfacciones de clientes y se mejora enormemente la fidelización, reduciéndose considerablemente el número de bajas. La figura del líder/gestor es vital para poner en marcha este proceso, ya que todo se inicia con un cambio de mentalidad del equipo. En lo que respecta a los técnicos, tienen que cambiar su forma de pensar y de entender su puesto de trabajo. Deben pasar de técnicos a asesores y asumir plenamente su rol en la gestión de clientes. Éste es un proceso en el que hay que convencerles y explicarles por qué su puesto de trabajo debe cambiar y abrirles una nueva forma de desempeñarse, dándoles el apoyo y las herramientas necesarias para hacerlo bien. El liderazgo y la formación juegan un papel fundamental en este proceso de cambio.

La información como estrategia

Monitorear de manera sistemática la entrada y salida de clientes, analizar el flujo financiero, y comparar el rendimiento propio con el de sus principales competidores, es clave para el éxito de un gimnasio. El gerenciamiento de la información es esencial para el éxito de un gimnasio, ya que: - Sustenta el mantenimiento de los estándares operacionales y permite realizar ajustes para eliminar imperfecciones en los procesos y optimizar la operación; - Sirve como base para el análisis del desempeño, apuntando a la implementación de acciones con menor margen de error; - Provee datos precisos para la identificación de las causas de los problemas, previniendo fallas sistemáticas. Recolectar información, sin embargo, no debe ser un proceso aleatorio. Así como la escasez de ésta compromete el éxito, el exceso de información es igualmente perjudicial. Usted va a realizar un enorme esfuerzo para obtenerla y tal vez no tenga tiempo para analizarla. Por eso, invierta en el monitoreo de números clave, aquellos que realmente serán tenidos en cuenta en la toma de decisiones. Usted puede organizarlos en tres grupos: flujo de clientes, flujo financiero y benchmark (que en español significa: comparación de prestaciones o de rendimiento). Flujo de clientes Esta información debe priorizar el registro diario del número de visitantes, las ventas realizadas, la cantidad de rematriculaciones, y el número de bajas. Gran parte de los gimnasios controla tan solo el número de clientes activos. En la práctica, el crecimiento está directamente relacionado con la cantidad de visitantes que el gimnasio recibe a diario y la capacidad de transformarlos en clientes. Una alta cantidad de visitas y una baja tasa de conversión de ventas, o bien lo contrario, una alta conversión y baja visitación, son fallas igualmente perjudiciales en el camino al éxito. La relación entre el número de visitantes y el de ventas señala la eficiencia de la estrategia de marketing en generar nuevos contactos, y la del equipo de ventas en transformarlos en clientes. El análisis de los resultados le va a indicar la necesidad de mayores inversiones en marketing (en caso que el número de visitantes sea bajo), o de mayores inversiones en la sistematización y entrenamiento del equipo de ventas (en caso que la conversión sea inferior a 50 por ciento). El seguimiento del número de rematriculaciones es un excelente parámetro para identificar la necesidad de invertir en la mejora de sus servicios e instalaciones, o en caso contrario, rever la política de precios. Y por último, el número de bajas permite definir las metas de ventas, teniendo como base las entradas y salidas diarias. También ayuda a identificar las causas de las desistencias. Flujo financiero Establezca un plan para garantizar sus ganancias. No espere que éstas se concreten tan solo por medio de informes, tratándolas como un número que surge al final de una página como resultado de la resta de todos sus gastos. Las ganancias provendrán de un proceso que involucra información, planificación y estrategia. Entonces, organice sus gastos en centros de costos, determine presupuestos para uno de ellos y trate al lucro como una cuenta a pagarse a usted mismo, como un costo fijo de la empresa. Benchmark Investigar las prácticas entre sus competidores e identificar las ventajas y desventajas que ellos tienen es una manera eficiente de evaluar su propia estrategia frente al mercado. Averigüe entonces cuáles son los tipos de clases que ellos ofrecen, la cantidad de clases semanales que brindan, los productos y servicios con que cuentan, su horario de funcionamiento, etc. Para establecer cuáles son los números clave, capaces de ofrecerle un diagnóstico de su gimnasio en cualquier momento, piense en estas preguntas: - Identificación: ¿qué información será realmente utilizada? - Recolección: ¿cómo vamos a investigar esa información y cuál será el esfuerzo necesario para obtenerla? - Análisis y plan de acción: ¿cómo será aplicada esa información para lograr sus objetivos? Utilizar adecuadamente el conocimiento adquirido por medio de la información está entre las principales estrategias para aumentar su lucratividad. Sin eso, aún una buena idea tendrá pocas chances de convertirse en un proyecto exitoso.