La cadena McFit es condenada en España por una publicidad sexista

El Juzgado de lo Mercantil número 5 de Madrid, España, condenó a la cadena alemana de gimnasios low cost McFit por haber lanzado una campaña publicitaria en 2017 que "denigra la imagen femenina", según afirmó el tribunal cuya sentencia aún no es firme. La demanda fue impuesta por el Instituto de la Mujer de España. La publicidad "Orgulloso de ser McFit" comienza con una mujer en una biblioteca que viste un short tan corto que se le ve una parte del trasero. Luego se muestran escenas de un señor llevando a una dama a su habitación de hotel (donde luego tienen relaciones) mientras se yuxtaponen imágenes de hombres entrenando en los gimnasios de la cadena. "Proud to be McFit" muestra constantemente a estas mujeres de manera sexual, con planos de sus colas que, según la publicidad, ejercitan en estas sedes. El magistrado Teodoro Ladrón condenó esta publicidad ya que da la impresión que la imagen fue usada "para captar la atención de la audiencia y mostrar el trasero de forma procaz". Tras esto, el fallo del magistrado ordenó retirar la campaña no sólo de la web, sino también de la vía pública. Por su parte, McFit argumentó en su defensa que no fue su intención denigrar a las mujeres, y justificó que las imágenes fueron usadas para promocionar "el atractivo físico y el bienestar subjetivo". Esta es "una llamada de atención sobre la permanente cosificación y representación de las mujeres como un objeto sexual disponible, lo que tiene mucha más incidencia de los que se percibe en la transmisión de actitudes de dominación, y en consecuencia, en abusos y agresiones", señala Beatriz Gimeno, directora del Instituto de la Mujer. McFit es una cadena de gimnasios cuyo origen es alemán. Actualmente, es la más grande de Europa ya que opera con 237 sedes en España, Austria, Italia, España y Polonia, además de Alemania. En su página web, la empresa menciona que sus valores son la innovación, la transparencia y la confianza para con su personal y sus socios.

Las 4 palancas del crecimiento

Generar mayor flujo de averiguadores, mejorar la tasa de conversión de ventas, fijar medidas económicas de retención e incrementar el ratio de fidelización de clientes. El objetivo número uno de toda empresa es maximizar su beneficio neto. Esta cifra es la resultante de restar los gastos de los ingresos. En determinados sectores, como el industrial o el comercio minorista, el control del gasto variable cuenta con gran protagonismo de cara a ese beneficio. Sin embargo, el sector de gimnasios se caracteriza por contar con unos costos fijos proporcionalmente muy elevados. Dada esta característica, una vez que la facturación supera el elevado Punto de Equilibrio (en inglés Breakeven Point), la mayoría de los ingresos se convierten en beneficio neto. Por tanto, la clave es subir la facturación. A su vez, la facturación (volumen total de ingresos) se nutre fundamentalmente de los ingresos por cuotas y estos son la resultante de multiplicar el ticket medio (ingreso por cuota/cliente promedio) por el número de clientes. Obviamente, a mayor ticket medio, menos clientes necesitamos para alcanzar el Punto de Equilibrio. En base a lo expuesto, la mayoría de operadores buscará maximizar su número de clientes hasta aproximarlo al límite de la capacidad (el ratio cliente/m2 será una variable dependiente del grado de calidad que se pretenda ofrecer). El logro de este objetivo dependerá de: a) la capacidad de captación de clientes y b) la de retención de estos. A) La capacidad de captación está apoyada en dos pilares que van a ser las dos primeras palancas de crecimiento: 1) La generación de clientes potenciales mediante el marketing. Los gimnasios con excelente ubicación y características edilicias pueden alcanzar hasta un 70% de la captación de potenciales por la vía walk-ins, que son interesados que entran espontáneamente a averiguar-. Igualmente, contar con una marca muy reconocida o con gran presupuesto para publicidad on y offline, impulsarán este tipo de visitas. Mi recomendación para aquellos gimnasios que no cuentan con estas ventajas es que inviertan en acciones de tipo member get member- o sea la obtención de referidos a partir de los propios clientes-, convenios corporativos y Digital Marketing, que es la opción con menor costo y más rápido crecimiento. 2) El cierre de ventas con los averiguadores que nos visitan. Obviamente, a mayor número de visitantes/averiguadores logrados con el marketing, mayores chances de nuevas altas. Pero si nuestro ratio de conversión de visitantes en altas es inferior al 70%, estamos desaprovechando mucho del trabajo de marketing y de nuestro potencial de crecimiento. Por eso, resulta fundamental medir esta variable y conocer qué porcentaje de las personas que se interesan por nuestro gimnasio se convierten en clientes. Si este porcentaje fuese superior al 70%, podemos intentar mejorarlo hasta el 80% (en este aspecto influye sobre manera lograr muchos cierres en el día de la visita). Pero sobre todo debemos apostar por aumentar el número de interesados con acciones proactivas de marketing. Si, por el contrario, la conversión es inferior al 70%, el mayor potencial de crecimiento está en mejorar nuestro procedimiento comercial de cierre de ventas (neuroventas, presentación de precios y aceleradores de cierre). B) La capacidad de retención se sustenta en las otras dos palancas del crecimiento: 3) Las medidas económicas de retención. En nuestro sector aún no se ha logrado desarrollar un sistema de conversión en adeptos al ejercicio físico de personas con motivación extrínseca -el 70% de la población, que no cuenta con el hábito del entrenamiento- que mantenga en el gimnasio por más de tres meses a más de un 50% de nuevos inscritos con estas características. Ese ratio de retención solo se logra –al menos por ahora- con medidas de tipo económico como: el cobro de matrículas/cuotas de inscripción (a mayor barrera de entrada mayor barrera de salida), los descuentos por continuidad, las cuotas o programas de larga duración, la domiciliación bancaria/cargos recurrentes automatizados en tarjeta de crédito o contratos que penalizan la deserción temprana. Estas medidas, bien aplicadas, funcionan y tienen una gran repercusión en la cuenta de resultados. Pensar que, en gimnasios con alto volumen de usuarios (por encima de 1.000 activos/mes) sin entrenamientos personales o algún tipo de seguimiento personalizado para todos, se puedan lograr altas cifras de fidelización, es una ingenuidad. 4) La fidelización de clientes. Lograr este objetivo está vinculado con cumplir ciertos estándares de calidad en el gimnasio que satisfagan las expectativas de los usuarios. No obstante, la realidad es que la mayoría de bajas no se produce por insatisfacción con las instalaciones/servicios, sino por el literal “no tengo tiempo”, cuyo verdadero significado es “no estoy lo suficientemente motivado como para que esto sea una de mis prioridades”. Tal como ya hemos indicado, las personas de motivación extrínseca, si no se enganchan con el ejercicio físico antes de los tres meses, abandonarán el gimnasio con alguna excusa brindada por un subconsciente al que no le apetece estar sudando más de la cuenta… Lo que puede mitigar este problema son los programas orientados a la adquisición y disfrute del hábito del entrenamiento. Si tu gimnasio cuenta con un ratio promedio de retención de un mes respecto al siguiente inferior al 90% (tienes más de 100 bajas promedio/mes con un promedio de 1.000 clientes activos), deberías revisar tus medidas económicas de retención y plantearte un programa de fidelización como los mencionados, salvo que tus precios sean demasiado bajos para asumir este gasto y tengas que optar por subir tu flujo de potenciales clientes mediante acciones de marketing para compensar tu baja retención. Si ya cuentas con un ratio de retención superior al 95%, debes asumir que va a ser muy difícil de mejorar y probablemente antieconómico, porque existe un % de bajas por causas inevitables como problemas de salud o traslados geográficos. Por lo tanto, en este caso deberías tratar de crecer con más altas mejorando tu conversión de visitantes en socios (si este ratio fuese inferior al 70%) o inyectando flujo de visitantes con las ya mencionadas acciones de marketing.

La búsqueda de la compra inteligente

¿Por qué antes cuando comprábamos barato no se lo decíamos a nadie y hoy lo publicamos en redes sociales para que todos lo sepan? ¿Nos hemos vuelto vulgares, pobres y tacaños o nos hemos vuelto más inteligentes a la hora de comprar? Hace tan solo unos años, los consumidores daban mucha importancia a la confianza y seguridad que les ofrecían los productos de “toda la vida” y de marcas conocidas. Pero hoy, esos mismos consumidores están dejando de comprar esas marcas y eligen productos similares de marca blanca. Este fenómeno sucede en un sinfín de sectores de la economía: alimentación, textil, deportes, etc. ¿Qué ha cambiado en estos pocos años? Por un lado, han cambiado los productos y lo han hecho reduciendo sus diferencias en características y en calidad. Hoy prácticamente ya no existen productos malos. Todos tienen una calidad aceptable y características muy similares. Las empresas que hacían productos malos han ido desapareciendo. Esto ha hecho aumentar la confianza de los consumidores hacia productos de marca blanca, que son más baratos, y ha provocado que las distancias en precios deban reducirse, a no ser que el consumidor perciba una gran diferencia entre unos y otros, como sucede con marcas como Nespresso, Actimel, Appel o Harley-Davidson. Otro aspecto importante que ha cambiado es que hoy el consumidor tiene muchas más opciones de productos y servicios entre los que puede elegir y, además, le resulta muy fácil poder compararlos entre sí. Internet es una gran herramienta para que el cliente compare entre diferentes ofertas sin tener que salir de su casa. Además, esa comparación se fundamenta no solo en lo que las empresas le dicen, sino también en la opinión de muchos consumidores sobre sus experiencias con esas marcas. El poder ha pasado en gran medida de las empresas a los consumidores, y ahora todo lo que las empresas hacen se comunica a través del gran amplificador que supone Internet. Es cierto que los productos y los mercados han evolucionado, pero el cambio más importante se ha producido en la mente de los consumidores. Antes comprar barato se asociaba con ser vulgar o pobre, hoy se asocia con ser inteligente. La empresa Media Markt lleva años bombardeándonos con una publicidad que utiliza el concepto de “Yo no soy tonto”. Esta empresa ha entendido perfectamente cómo funciona el consumidor de hoy, y le habla en su mismo idioma. El consumidor actual está obsesionado por la compra inteligente. Esto no significa que quiere siempre lo más barato. Significa que no está dispuesto a pagar ni 1 euro más por algo que no le aporta más valor. Si considera que dos productos o servicios son muy similares, escoge siempre el más barato, porque si no lo hace, siente que es un tonto. La búsqueda de la compra inteligente no es algo exclusivo de las personas con menos recursos económicos, es una cultura de consumo que se ha extendido a todas las capas sociales y económicas. Un claro ejemplo lo tenemos en una persona de alto poder adquisitivo que decide pasar el fin de semana a Londres. Viaja en una aerolínea de bajo costo tipo Ryanair, se hospeda en un hotel “quality low-cost” y va a cenar a uno de los mejores y más caros restaurantes de la ciudad. No se ha vuelto vulgar, tiene la posibilidad de elegir en qué se gasta su dinero y lo hace de forma inteligente. Paga por aquello en lo que es capaz de apreciar la diferencia, porque le aporta un valor que justifica el sobreprecio que paga. Las consecuencias Esta obsesión del consumidor por la compra inteligente tiene varios efectos sobre la forma de vender y de gerenciar los gimnasios y clubes deportivos. En primer lugar, obliga a aquellos gimnasios que no sean los más baratos de su zona, a demostrar su valor diferencial desde el primer momento. Es decir, tienen que mostrar al potencial cliente por qué va a pagar más y por qué a pesar de eso, está haciendo una compra inteligente. Por lo tanto, su proceso de atención y de venta no puede ser igual que los gimnasios más baratos. Tiene que ser diferente en la información que da al potencial cliente, pero también en la forma en que lo atiende y en cómo gestiona ese proceso de venta. Por otro lado, debe demostrar al cliente que está haciendo una compra en las mejores condiciones posibles o, por lo menos, en muy buenas condiciones. Si al cliente se le vende a un precio sin oferta y éste sabe que periódicamente ese gimnasio saca ofertas, no se dará de alta. Esperará a hacer la compra cuando haya una oferta, ya que si no lo hace, sentirá que es el tonto de Media Markt, y eso no le gusta a ningún consumidor. El cliente va a negociar y va a apretar, porque quiere asegurarse de que está haciendo una compra inteligente. Ese es el principal motivo por el cual muchos gimnasios han subido la matrícula y la utilizan para ofrecer un descuento y darle al cliente la tranquilidad de que está haciendo una buena compra. Es más inteligente comprar por 25€ algo que vale 100€ que comprar por 0€ algo que vale 0€. En el primer caso te estás ahorrando 75€, mientras que en el segundo no te estás ahorrando nada. Pero la búsqueda de la compra inteligente no acaba en el momento de la venta, sino que se alarga durante toda la vida del socio en el gimnasio. El socio va a seguir cuestionándose cada mes si está haciendo una copra inteligente. Por ese motivo la gestión del gimnasio debe ir encaminada a hacer que el cliente sienta que está donde debe estar. Para conseguirlo, es importante crear estrategias en varias direcciones. Una de ellas es aumentar el número de contactos entre el personal del gimnasio y los clientes. Que el cliente sienta que el personal se interesa por él y le vea proactivo e implicado con su trabajo. Una de las cosas que más insatisfacción genera en los clientes es la falta de atención por parte del personal. También es importante reducir el número de clientes que entrenan solos, ya que a esos clientes no les estamos aportando un valor fuera del que aporta la instalación y el equipamiento. Es necesario generar nuevas y diversas actividades en grupos, o bien en grupos reducidos, y mover al cliente hacia esos tipos de actividades como una alternativa al entrenamiento por su cuenta. Otra estrategia es aumentar el número de servicios del gimnasio que utiliza el cliente. En un club multiservicio, los clientes que no usan gran parte de esos servicios, pueden tener la sensación de que están malgastando su dinero, ya que pagan por muchas cosas que no aprovechan. Mover al cliente de un servicio a otro y conducirlo a probar nuevas actividades es fundamental para mantener la sensación de compra inteligente. En ese mismo sentido, es necesario aumentar la frecuencia de uso del gimnasio, especialmente en aquellos clientes que lo usan poco. Hace años era habitual tener un alto porcentaje de socios que pagaban y prácticamente no venían el centro. Hoy quedan pocos de esos clientes, ya que eso supone una de las compras menos inteligentes que hay. Todas estas estrategias se generan a través de lo que llamamos los “contactos de valor”, una forma de relacionarse con el cliente basada en una metodología muy concreta que llevamos años implantando con éxito en gimnasios de toda España y que tiene un efecto muy positivo sobre los indicadores de fidelización de clientes.

Gimnasios: Cambio de era en la estrategia comercial

Ante un entorno social y de comunicación cada vez más influenciado por internet y las nuevas tecnologías, las estrategias de marketing del sector deben aprender a adaptarse a esta nueva era, con el fin de ser más competitivas y productivas.

Entendemos el marketing digital como la aplicación de estrategias comerciales realizadas a través de los medios digitales. Se conoce también como marketing interactivo, medible y dirigido, que se usa mediante tecnologías digitales con el objetivo de generar prospectos entre los consumidores. Otro propósito es que ayuda a tener mayor presencia de marca y, de (más…)

Cómo atraer a la población sedentaria

Tres directivos de gimnasios de distintos puntos geográficos comparten sus mejores prácticas para conquistar y seducir a este público.
Lograr que aquellas personas que quieren ponerse en forma, o mantenerse en un buen estado físico, ingresen al gimnasio nunca ha sido el problema. La población que es realmente difícil de atraer es la sedentaria, que prefiere sentarse en el sillón o quedarse en la cama. Tres directivos del sector comparten sus mejores prácticas para conquistar a este público.
Ágústa Johnson, Gimnasio Hreyfing, Islandia Para  atraer al segmento de la población sedentaria diseñamos un cursos de pérdida de peso de 6 semanas, que se desarrolla en un entorno grupal. Las personas ejercitan tres veces por semana con un instructor y llevan adelante una variedad de ejercicios de fuerza y resistencia.
Al principio del programa y al final se realizan las evaluaciones de aptitud física. Además, cada participante recibe periódicamente correos electrónicos instructivos y motivacionales, con  recetas de bajas calorías, consejos de entrenamiento e información sobre hábitos saludables.
Para participar del programa no es requisito que las personas sean clientes del gimnasio. Sin embargo, entre el 75 y 80 % se asocian al club una vez que el equipo de ventas se contacta con ellos con una oferta especial
Hemos descubierto que las personas que nunca han pertenecido a un gimnasio son resistentes a comprometerse con una membresía a largo plazo. A través de nuestro programa de 6 semanas logran experimentar todos los efectos positivos del ejercicio regular y, de esta manera,  aprenden cómo cambiar sus estilos de vida para mejor.
Nicki Anderson, Reality Fitness, Estados Unidos En nuestro caso, para atraer a este público proporcionamos un entorno no intimidante e inclusivo. Muchos clientes inactivos se acercan a los gimnasios pensando que necesitan que les den una “paliza” de entrenamiento, pero finalmente se terminan alejando sintiéndose derrotados.
Para encaminar a estas personas al éxito hay que ofrecerles clases y actividades que sean capaces de hacer, a la vez que se los desafía de una manera apropiada. Para esto, es muy útil utilizar a los instructores que son altamente motivadores y atentos.
Resulta necesario tomar contacto regular con el cliente para conocer si se están cumpliendo sus objetivos y necesidades. A su vez, es crucial contar con un «embajador» que trabaje en estrecha colaboración con esta base de clientes para aumentar su retención.
Ofrecer clases de «actualización» sobre cómo utilizar el equipamiento también es una estrategia recomendada. No hay que olvidar que la población sedentaria se siente intimidada por los gimnasios. Por lo tanto, es necesario crear un programa de marketing que se articule de forma adecuada. Todo esto permitirá atraer a un público al que, sin saberlo, se le suele dar la espalda.
Wanda Neppell, The Weight Room Plus, Estados Unidos Dado que no hacemos ningún tipo de publicidad o de campañas de mailing directo, porque nuestra experiencia nos indica que no brindan resultados suficientes, la forma en que atraemos a las personas sedentarias es a través del boca en boca.
En  lugar de hacerles la tradicional visita guiada por el gimnasio alrededor del sector de máquinas, los llevamos directamente a las áreas que representan los “puntos claves” del prospecto. Para conocer cuáles son, se les hace completar un formulario personal en su primer acercamiento al club.
“Por favor, tome algunos minutos para completar este formulario. Así podremos conocer qué descuentos podemos ofrecerle y cuáles son sus principales objetivos y metas”, es uno de los argumentos que utilizan los vendedores del club para que los prospectos completen el formulario.
Como el formulario que hemos diseñado nos permite conocer los puntos clave de los prospectos, sólo nos concentramos en esas áreas y evitamos así avasallarlos y abrumarlos con información y todas actividades que ofrecemos.
Para más información sobre IHRSA puede visitar www.ihrsa.org