En el gimnasio Full Fitness, de Bahía Blanca, 10 clientes y 3 profesores se realizaron testeos de COVID-19 y todos dieron negativo. El jueves 27 de agosto, una usuaria asistió por primera y única vez a este gimnasio y se enteró que estaba infectada dos días después.

“Era la primera vez que esa cliente venía a nuestras instalaciones. Se había contagiado en su lugar trabajo, y tuvo el primer síntoma de Covid-19 el sábado 29 de agosto. Ese mismo día se testeó y le dio positivo, pero a nosotros nos avisó recién el lunes”, relata Ezequiel Hipperdinger, dueño de Full Fitness.

“Luego de enterarnos de que esta cliente estaba infectada de coronavirus, cerramos inmediatamente el gimnasio, les avisamos telefónicamente a los demás usuarios que habían estado en la misma clase que ella y contratamos a un equipo de esterilización para que higienizara y desinfectara todos nuestros espacios”, explica.

“Decidimos hacer los hisopados a los clientes y profesores que tuvieron contacto estrecho con la alumna. Tres profesores y 10 socios fueron testeados, pero algunos usuarios no fueron hisopados porque no presentaban síntomas. Entre ayer y el miércoles se hicieron los análisis, y hoy nos avisaron que todos dieron negativo”, agrega Hipperdinger.

“Luego de ver que todos los resultados dieron negativo -opina Hipperdinger-, me sentí súper satisfecho porque eso significa que las medidas de higiene y seguridad incorporadas por el protocolo son las correctas y son suficientes para que no se produzcan contagios”. Full Fitness reabrió sus puertas el pasado 18 de agosto.

En esta línea, Hipperdinger opina: “Es importante que los gimnasios podamos trabajar en este contexto porque, con los protocolos indicados, la probabilidad de contagio es muy pequeña. A parte, somos un rubro que le hace muy bien a la salud, y a través nuestro la gente fortalece su sistema inmune y puede prevenir enfermedades”.