Smart Fit Perú lanza el Plan Black Corporativo para empresas

La cadena de gimnasios Smart Fit Perú lanza el Plan Black Corporativo para empresas. La propuesta está destinada a todas las compañías que quieran brindar a sus colaboradores espacios de entrenamientos y combinarlo con su rutina diaria laboral. El plan busca sumar a las personas que deseen un estilo de vida más saludable. “Siempre buscamos nuevos beneficios para que más peruanos accedan a un entrenamiento acompañado de asesoría profesional”, menciona Luis Lobato, gerente general de Smart Fit Perú. A su vez, Lobato comenta: “Los colaboradores que accedan a este plan corporativo tendrán la facilidad de entrenar en cualquier sede de Smart Fit en Perú y Latinoamérica, un beneficio acorde al sistema de trabajo híbrido que prevalece en estos días”. El Plan Black brinda a los colaboradores la posibilidad de llevar hasta cinco invitados por mes, ingresar de manera ilimitada a Smart Fit Go, la plataforma de clases online, y acceder a los sillones de masajes de las sedes. Lo que Lobato destaca del plan es que se combina “el home office y la presencialidad en oficina. Así Smart Fit se acomoda a las necesidades de los usuarios para que puedan ejercitarse en cualquier hora y sede de la cadena”. Lobato considera que, en estos momentos, “practicar deporte y estar en buen estado físico es la mejor forma de cuidar nuestra salud, mantener un peso saludable y reducir el riesgo de algunas enfermedades”. Desde Smart Fit esperan que, con la nueva propuesta, “el porcentaje de personas que asisten al gimnasio en el país, que es de solo 1,5%, siga en aumento”. Para obtener más información, escribe a plancorporativope@smartfit.com.

En General Rodríguez se presentó un proyecto de ordenanza para que las empresas inviten a sus empleados a ejercitarse

El jueves 8 de octubre el Concejo Deliberante de General Rodríguez, provincia de Buenos Aires, tratará un proyecto de ordenanza para que las empresas inviten a sus empleados a hacer actividad física. La iniciativa fue presentada por Arianna Bertossi Silva, y está basada en su tesis de maestría que muestra los beneficios del deporte en el ámbito laboral.

“Hace 25 años hago running de forma amateur y hace 10 que doy clases de Spinning. Abrí un gimnasio hace más de 7 años y tuve que cerrarlo por la pandemia. Trabajé en empresas privadas y en el Municipio, y vi que los certificados médicos se recibían y no se hacía nada para prevenir enfermedades que, a través del deporte, se podían evitar”, dice Bertossi Silva.

Arianna es licenciada en Administración, tiene una maestría en Gestión Empresarial por la Universidad Nacional de Luján y es especialista en Deporte y Actividad Física en las Organizaciones. “El proyecto que presenté es un breve resumen del contenido de mi tesis de maestría, y cuenta con sustento científico para fundamentar la propuesta”, añade.

“Esta iniciativa -prosigue- solamente invita a que se haga actividad física en las empresas, no hice mención sobre mi propuesta profesional porque cada organización verá cómo aplicar esta propuesta en función del tipo de trabajo que hace, las edades de los empleados, el lugar que tengan para implementarla o si tienen que contratar un espacio ajeno”.

“Con esta propuesta apunto a mejorar la productividad en las compañías, porque si las personas no se enferman, son mejor tratadas y valoradas. En una ocasión, a un supervisor le dimos una encuesta para responder sobre dos grupos de empleados, uno que se mantenía activo y otro no. En el primer grupo, la productividad era mayor al 50%”, cuenta.

“Los médicos con los que hablé –continúa- no tenían conocimiento de un plan de acción en el ámbito público o privado que pudiera prevenir enfermedades laborales. Mi intención es generar bienestar físico y emocional a los empleados y darles valor a las empresas. Varios de los empresarios encuestados en mi tesis no sabían del beneficio del ejercicio en el trabajo”.

“Tengo la expectativa de que este proyecto sea aprobado. Ojalá los políticos estén a la altura de las circunstancias. Es muy contundente la información que doy en mi propuesta. El intendente Mauro García anteriormente tomó iniciativas en otras áreas del deporte para su fomento, así que sería una oportunidad increíble para todos si se aprueba ésta”, concluye.

Hacia un liderazgo más efectivo

Los líderes son capaces de ilusionar a un equipo y de hacer que todos sus integrantes avancen con energías hacia un objetivo común. La suma de todas esas energías en una misma dirección produce un gran movimiento que hace avanzar a las empresas. Existen muchos modelos y teorías sobre liderazgo, pero al final lo importante es llevarlo a la práctica y aterrizarlo en la forma de actuar en el día a día. Vamos a repasar cuáles son algunas de las cosas concretas que se pueden hacer para conseguir un liderazgo más efectivo en las cuatro áreas más importantes. COMUNICACIÓN FRECUENTE: la comunicación sigue siendo la principal fuente de problemas entre las personas, tanto dentro de las empresas como fuera de ellas. La falta de comunicación hace que las personas se desconecten del proyecto en el que trabajan y que tomen rumbos desalineados con la visión de la empresa. La comunicación es un elemento que diferencia a los buenos líderes del resto. Así lo refleja Jim Collins en sus investigaciones sobre liderazgo, en las que destaca como uno de los rasgos de los líderes de Nivel 5 que estos “pasan la mayor parte de su tiempo trabajando con otras personas, es decir, relacionándose y comunicándose”. La comunicación frecuente se debe tener en cuenta en relación con los trabajadores, pero también en relación con los clientes. Éste es el concepto que los americanos llaman el “managing by walking around”, que hace referencia al hecho de dirigir paseándose y teniendo mucha presencia en el lugar dónde suceden las cosas, donde está el cliente. La comunicación frecuente con los colaboradores permite crear lazos emocionales positivos, unificar criterios de actuación, tener una visión y un proyecto compartidos, identificar problemas rápidamente y buscar soluciones consensuadas. La comunicación frecuente con los clientes le da credibilidad al líder frente a sus colaboradores, le hace conocedor de la realidad, le permite controlar la calidad del servicio, genera proximidad y es una oportunidad para dar el ejemplo y ser un referente para el resto del equipo. TRANSPARENCIA EN LA INFORMACIÓN: el objetivo no es ser 100% transparentes con la información de la empresa, pero sí es importante compartir una buena cantidad de información referente a: cómo va evolucionando la empresa, sobre los logros obtenidos y sobre los desafíos a superar. Esto  es fundamental para tener un equipo altamente motivado. Ningún profesional calificado se siente motivado en un proyecto del que desconoce qué efecto está teniendo su aporte sobre la empresa o sobre los objetivos que se marcaron. POLÍTICA RETRIBUTIVA: una política retributiva adecuada debe tener en cuenta que el salario fijo esté en línea con lo que se paga en el sector para puestos similares. Pero si se quiere atraer a los mejores profesionales, seguramente será necesario estar ligeramente por encima de la media del sector. Por otro lado, la creación de incentivos variables en función de objetivos es también un aspecto estimulante para muchos trabajadores, especialmente para aquellos conocidos como los “A players”, que son más competitivos y enfocados en los resultados. RECONOCIMIENTO Y FEED-BACK: cuando realizamos encuestas de satisfacción a los trabajadores de gimnasios, uno de los aspectos que peor valoración obtiene es el reconocimiento por parte de sus superiores. La mayoría de ellos y, especialmente, los técnicos, se sienten muy bien valorados por sus clientes, pero poco valorados por sus superiores. Es verdad que los trabajadores deben venir motivados de casa, pero también es cierto que los directivos tenemos que asegurarnos de no desmotivarlos. Tenemos que crear entornos no desmotivantes y el reconocimiento es un ingrediente imprescindible de este tipo de entornos. Además de reconocer las ideas, el esfuerzo o los logros, hay que dar feed-back durante el proceso, ya que esa es una potente herramienta para ayudar y acompañar el trabajo que se está haciendo. Un tema de tiempo Para lograr un liderazgo efectivo hay que tener en cuenta los aspectos anteriores, pero también es, en gran medida, un tema de tiempo. Y el tiempo siempre es una cuestión de prioridades. A todos nos falta tiempo, lo importante es a qué decidimos dedicárselo. Lo habitual es que nos dejemos llevar por el ritmo frenético del día a día y que dediquemos gran parte del tiempo a solucionar problemas y a apagar los incendios que se producen a diario. Como dice Steven Covey, eso nos garantiza la “productividad” a corto plazo. Hace que el gimnasio siga funcionando a pleno rendimiento en ese momento. Pero hay otras tareas que al no ser tan urgentes, solemos dedicarles menos tiempo y son las que tienen que ver con la planificación o el liderazgo. Son tareas que aunque no las hagamos hoy, no pasa nada, pero si seguimos sin hacerlas durante muchos días, disminuirá la “capacidad de producir” a medio plazo, es decir, seremos cada vez menos competitivos. Las personas se levantan cada día para ir a trabajar y suelen ir siempre a la misma empresa para cubrir el mismo puesto de trabajo. Si queremos que nos den algo más que su tiempo y que sean capaces de luchar contra la monotonía del día a día para salir de su zona de confort, debemos dedicarles tiempo a las personas, debemos dedicarle tiempo a liderar.

El curioso caso de la canilla que goteaba

Tenemos en nuestra empresa una cocina muy amplia que, además de ser un excelente ambiente para "reuniones informales", es el lugar donde almuerza el equipo. En una época éramos más de 10 personas y obviamente se usaba mucho la pileta de la cocina. Un día, la canilla de la pileta empezó a gotear, aún después de cerrada. ¡Eso mismo! Era como si tuviera vida propia, la cerrábamos e insistía en seguir goteando. Parece que la canilla sentía tanto orgullo de su función que no quería dejar de liberar agua. Es más, estoy convencido de que quería que la gente se quedara más tiempo en la cocina, junto a ella, y que la tocaran más. Y por eso seguía goteando, incluso después de cerrarla. Eran tiempos crisis de abastecimiento de agua en San Pablo y la multa para quien sobrepasara determinado consumo era alta. Además, incluso sin una crisis, no tiene sentido una fuga de ese tipo. Y para agravar la situación, un nuevo auditor había sido contratado por la empresa. Nada mejor para que demostrar su talento que una canilla que gotea. El auditor se apresuró en solicitar a todos que pusiéramos más atención al cerrar la canilla. Y su recomendación fue que usáramos más fuerza para apretar más la canilla. Y luego de dar tales indicaciones, verificaba que el goteo no cesaba, así que todo el equipo –comprometido con terminar con esa fuga- cerraba cada vez con más fuerza la canilla. Pero la canilla era terca y mala. Aceptaba el apretón pero ni bien nos alejábamos de la cocina comenzar a gotear. Era un infierno. Había que darle mil vueltas para cerrarla completamente. Las chicas pedían ayuda a los varones, porque ya no tenían fuerzas para apretar la canilla e intentar frenar el maldito "goteo". Una vez fui a la cocina y estaba el auditor con su computadora trabajando en la mesa. Él no me lo dijo, pero estoy seguro que estaba allí esperando ver a quien suponía que no cumplía su orden de apretar bien fuerte la canilla. La situación se tornó insoportable hasta que un día el auditor entró a la cocina, con la canilla goteando, y tomó una decisión drástica. Colocó un cartel en la pared, escrito en letras mayúsculas, como si estuviera gritando, que decía: "A PARTIR DE HOY, QUIEN NO CIERRE LA CANILLA HASTA QUE LA MISMA PARE DE GOTEAR, SERÁ CASTIGADO SEVERAMENTE." Hubo gente que dejó de usar la canilla y otros dejaron de almorzar en la oficina. Hasta que un día nos sorprendió en la cocina un cartel diferente: “QUERIDOS, DESCUBRÍ QUE LUEGO DE CERRAR LA CANILLA COMPLETAMENTE, HAY QUE GIRARLA 15 GRADOS EN EL SENTIDO CONTRARIO PARA UE DEJE DE GOTEAR”. ¡Fue una fiesta! El truco realmente funcionaba y  la canilla ya no goteaba. ¡Sensacional! La felicidad en la oficina era total. El auditor caminaba por los pasillos orgulloso de haber encontrado la solución final al problema. A partir de entonces, el clima en la empresa comenzó a mejorar mucho. Pero aunque no lo crean, al tiempo la canilla volvió a gotear. Esa genial soluciona ya no funcionaba. Caos en la empresa, estrés, nerviosismo, se venían castigos y hasta se llegó a hablar de "despidos por justa causa". La idea que cambió todo A la oficina iba un muchacho tranquilo, siempre dispuesto a colaborar, pero que hablaba muy poco. Llegaba, saludaba respetuosamente a todo el mundo, se sentaba en su silla, se colocaba unos auriculares y hacía sus tareas. No hablábamos mucho con él y él no hablaba mucho con nosotros tampoco. A veces iba al patio que teníamos en el fondo de la oficina y tocaba la guitarra bajo el sol. Era vegano también, flaco, barbudo y aficionado del Taboão Fútbol Club, un equipo del cual él era el único hincha. Un día, en medio del pánico y de la desesperanza de todos, especialmente del muchacho, soltó una idea: ¿No sería más fácil arreglar la canilla? Esta frase fue como un latigazo en el lomo de todos y un golpe terrible en la cara del auditor. Fue como el día que Dios creó el sol, fue como el día en que Tite asumió la dirección técnica de la selección brasileña. ¿Cómo nadie pensó en eso antes? Entonces, arreglamos la canilla y todo quedó resuelto. La paz volvió a reinar en la oficina. En su empresa En su empresa, ¿hay una canilla que gotea"? En su empresa, ¿tiene un empleado que nunca hace lo que debe hacer y usted por alguna razón se retrasa su despido? En su empresa, ¿tiene gente que sólo hace las cosas cuando usted está cerca? En su empresa, ¿tiene algún proceso que de tanto repetirse nadie más le analiza, a pesar de que genera malos resultados? En su empresa, ¿tiene un dueño, un gerente, un líder que ata todo con alambre en lugar de invertir en un cambio rápido y consistente? ¿Hace cuánto tiempo que usted insiste en reuniones que no sirven para nada? ¿Hace cuánto tiempo usted dice que va a ser más exigente con todos, pero se ablanda al otro día? ¿Por cuánto tiempo más usted se quejará de “la mano de obra” y no hará nada al respecto? ¿Por cuánto tiempo más usted va a culpar al Gobierno de los malos resultados de su empresa? Ese equipo de música que funciona más o menos, ese instructor que no usa micrófono en sus clases, ese informe que usted pide y nunca llega, esa clase con los mismos cuatro alumnos, esa vendedora que no hace las llamadas por teléfono, ese profesor que sólo quiere dar personalizados, ese tipo de mantenimiento que no cumple con los plazos, ese molinete que funciona cuando quiere. ¿Hasta cuándo usted va a aguantar todo eso? ¿Acaso usted necesita aceptar esas situaciones? ¿No le parece que ya esperó demasiado para poner en práctica, de una manera u otra, lo que aprendió en el curso de gestión del que participó? ¿No es hora acaso de ir hasta el final con todo lo que empezó? ¿No es hora de que usted haga de una vez lo que su empresa necesita y no sólo lo que le gusta hacer? ¿No será éste el momento de empezar a planificar, organizar y administrar mejor? ¿No será éste el momento de dejar de culpar a la competencia cuando todos saben que el problema está dentro de su empresa o, pero, dentro de usted? Es hora de dar un golpe sobre la mesa y decir basta! Es hora de dejar de aceptar que la realidad es irremediablemente así. ¿Será que un gimnasio tiene que perder tantos clientes todos los meses? ¿No será que usted está esperando algo de una canilla que ya está vencida? Entonces, ¡CAMBIE! ¿Cuánto dinero más va a gastar en equipamiento nuevo cuando la solución para su gimnasio radica en que los profesores hagan bien lo que tienen que hacer? ¿Cuánto tiempo más va a retrasar las decisiones importantes? ¿Cuántas clases más serán lanzadas al mercado para que usted entienda, de una vez por todas, que la solución no es "comprar" una clase nueva, sino que usted sea un dueño/gerente competente, activo y presente? No intente ahorrar dinero usando cosas inútiles. No aplique en su empresa lo contrario de lo que usted les exige que sus vendedoras que digan: “Aquí tenemos calidad”. Entonces ¡pare! Deje de atar con alambre esa canilla, porque le garantizo que seguirá goteando eternamente. ES HORA DE CAMBIARLA O DE ARREGLARLA de una vez por todas.