En el día de hoy, Portugal entra en su tercera fase de desconfinamiento, lo que significa que los gimnasios y otros espacios para la actividad física y el deporte pueden reabrir sus puertas, aunque respetando un conjunto de normas sanitarias emitidas por la Dirección General de Salud (DGS).

En primer lugar, los establecimientos deben proporcionarle al personal todo el equipo de protección necesario para trabajar, más la disposición de soluciones antisépticas a base de alcohol en la recepción, baños, salas, y cerca del equipamiento, o de las piscinas en el caso de los natatorios.

Según la DGS, la distancia entre personas debe ser de dos metros en los espacios de circulación, y de tres metros durante su entrenamiento. Por otra parte, en cuanto al uso de barbijo, es obligatorio al entrar y salir del gimnasio, pero no es necesario al momento de ejercitarse.

Para la capacitación del personal, la institución sugiere que se realice en forma virtual. El staff también deberá usar tapaboca al momento de trabajar, excepto en las clases. La DGS también propone el control del acceso a las instalaciones, y la colocación de señalizaciones para garantizar la distancia entre los socios.

Es por este motivo que la institución pide a los gimnasios que realicen una deducción de la cantidad de participantes en las clases grupales para que no se generen aglomeraciones, y, entre cada sesión, desinfecten y ventilen los espacios y elementos usados. En el caso de las piscinas, se sugiere el reemplazo del agua y la cloración de la misma.

Por último, la DGS pide evitar el uso de equipos con superficies porosas, como las colchonetas, y prohíbe los vestuarios. Asimismo, no recomienda reanudar las sesiones grupales dirigidas a mujeres embarazadas, ancianos o personas con enfermedades crónicas.