En Providencia, Chile, el dueño de un gimnasio quitó el 80% del techo para que le permitan reabrir sus instalaciones
El 10 de diciembre pasado la Región Metropolitana de Chile regresó a la fase 2 por rebrotes de casos de Covid-19 y los gimnasios tuvieron que volver a cerrar sus puertas. Al día siguiente, Daniel Dobbs, propietario de tres centros de entrenamiento en Santiago, se subió al techo de su gimnasio y quitó el 80% de las chapas del galpón para que le permitan reabrir.
Cuando inició la cuarentena, Dobbs se vio obligado a cerrar sus tres centros y mantenerlos así durante 8 meses. Desde hace algunas semanas, las sedes de las comunas de Las Condes y Providencia pudieron reabrir sus puertas, pero con el nuevo retroceso de fase tuvieron que cerrar de nuevo. En esta fase, la única opción es el entrenamiento en espacios abiertos.
La sede de Las Condes cuenta con un espacio semiabierto, mientras que en la de Providencia Dobbs decidió sacar algunas chapas del techo para que se considere un espacio abierto. “Me subí con una persona y lo quité, con todo lo que eso implica: el deterioro del material y el miedo a los robos, pero es la única alternativa que nos queda para seguir”, afirma Dobbs.
Acción Crossfit nació hace siete años en Providencia y luego se expandió hacia las comunas de La Florida y Las Condes. Hasta marzo tenía entre 1500 y 1600 socios entre las tres sedes, siendo Providencia la principal con más de mil clientes. “Teníamos un equipo de 65 profesionales, desde profesores hasta nutricionistas y kinesiólogos”, comenta Dobbs.
Además, contaban con programas para adultos mayores, para niños y para gente con sobrepeso. También tenían un centro de rehabilitación y una empresa de ventas de equipamiento. “En estos 9 meses, el gimnasio tuvo que acarrear gastos gigantes sin ninguna prestación. Tengo a cargo gente que aún tiene congelado su contrato”, revela el propietario.
En Chile se promulgó la Ley de Protección del Empleo con la idea de ayudar a las empresas, pero la situación continúa siendo compleja para el sector del fitness. “No tenemos ningún apoyo y nos están cobrando todos los créditos”, finaliza Dobbs, quien se muestra a hacer lo que sea necesario para garantizar la supervivencia de su emprendimiento.