El plan de crecimiento de los propietarios de la máster franquicia de UFC Gym en México contempla la apertura de 32 gimnasios más en los próximos 7 años, que se sumarán a las tres unidades que la cadena ya tiene en la Ciudad de México. Para el primer trimestre de 2023 está proyectada la apertura de la cuarta sucursal.
El contrato de franquicia maestra de esta cadena norteamericana, que pertenece en México a dos fondos de inversión y a un family office, fue firmado en 2016. Al año siguiente se concretó la apertura de la primera unidad de la marca en Polanco (1700m2) y, en 2018, fue el turno de la sede Artz Pedregal.
“En 2019, a los pocos meses de haber iniciado la venta de franquicias, logramos firmar el primer contrato. Con tanta mala suerte, que los franquiciados lograron abrir las puertas de Insurgentes (1500m2) a fines de febrero de 2020, unas semanas antes del inicio de las restricciones por la pandemia”, relata Rodrigo Diez Barroso, CEO de UFC GYM México.
Entre los años 2020 y 2022, “el foco estuvo puesto en sobrevivir”, reconoce el ejecutivo. Recién ahora en UFC GYM están hablando nuevamente de expansión y de retomar la venta de franquicias. El plan maestro de la compañía contempla la apertura de cinco unidades corporativas y de 27 franquicias más.
“Además de la Ciudad de México, nos interesa crecer con sedes propias en Monterrey, donde uno de nuestros socios ya tiene oficinas, conoce el mercado local y además nuestra marca tiene un gran engagement”, añade Diez Barroso. También considerarían abrir sedes propias en Querétaro y en Puebla, “que son ciudades que están creciendo”, dice.
En 2019, UFC GYM había avanzado en Guadalajara con un grupo de inversores locales para la apertura de 5 franquicias, pero el proyecto se paralizó con la llegada de la pandemia.
Actualmente, en esta cadena la recuperación de usuarios y de ingresos está en torno al 85% respecto de los números de la pre-pandemia. “En julio pasado, con la nueva ola de Covid, volvieron a imponernos restricciones, prohibiendo el uso de vapores y saunas e imponiendo nuevamente la obligatoriedad del uso de tapabocas”, explica Diez Barroso.