Hizo una muerte súbita y le salvaron la vida en el gimnasio
En la sede Megatlon de Pilar, el pasado 11 de febrero un socio sufrió un episodio de muerte súbita y fue asistido por el personal del gimnasio a través de maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) más la colocación de un desfibrilador (DEA), siguiendo el protocolo de asistencia en estos casos, que le permitieron salvarle la vida.
Según publicó el diario La Nación, Eduardo Garberi, de 68 años, con el apto médico vigente, había concurrido al gimnasio junto a su esposa. Se desplomó mientras elongaba luego de terminar su rutina. Fue asistido por el personal del gimnasio, a la cabeza del profesor Nicolás Monacci, coordinador de servicios del lugar, quien junto a otra persona comenzaron con las maniobras de RCP y le colocaron el desfibrilador (DEA), que a los seis segundos del «choque» permitió que el corazón de Eduardo empezara a latir nuevamente.
“El concepto de la cardioseguridad es responder en forma inmediata, que alguien esté haciendo RCP en cualquier lugar, de cualquier área del gimnasio, en el primer minuto y que le puedan poner el desfibrilador dentro de los primeros tres minutos”, destaca Miguel Iconomopulos, gerente de Seguridad de Megatlon.
Al cumplirse un mes del episodio, Garberi recibió el alta médica. «El médico me dijo que solo el cinco por ciento de los que pasan por esto viven. Un 16 por ciento queda con secuelas y el resto se muere. Yo me salvé porque en el gimnasio había profesionales entrenados para asistirme y había un desfibrilador», fueron sus declaraciones a La Nación.
El socio primero le envió un mensaje de agradecimiento a quienes lo asistieron: «Hola Nicolás, soy Eduardo, yo soy la persona a la cual vos le salvaste la vida junto a una compañera”, y luego lo hizo personalmente.