La cadena colombiana de estudios boutique, Action Black, se prepara para inaugurar cinco nuevas sucursales en Medellín. El 16 de febrero abrirá las puertas de su sexta unidad en Altos de Palmas y un mes después, el 16 de marzo, va a inaugurar en La 33 su séptima sede. El quinto estudio fue inaugurado en la misma ciudad el pasado 20 de enero.
A fines de marzo también está programada la apertura de una unidad en La Avenida Inferior, en mayo una en Laureles, y en julio llegará el turno de Niquia. “Tenemos firmados 15 contratos para poner en marcha nuevas unidades, pero en lo personal espero alcanzar la meta de 24 este año”, adelanta Wilder Zapata Torres, cofundador de esta cadena.
La apertura de cada uno de estos estudios demanda una inversión que va de los U$ 250 a los U$ 300 mil dólares. Zapata Torres proyecta alcanzar entre un 70 y un 80% de ocupación en las nuevas sedes antes que termine el año. «Una vez madura la sucursal apuntamos a tener 1,5 afiliados por metro cuadrado (1000 socios por sede)”, agrega.
El perfil de los usuarios de Action Black está bien definido: un 68% son mujeres jóvenes, con ingresos medios-altos, a las que les gusta la vida nocturna. El ticket promedio en estos gimnasios es de U$ 50 dólares al mes. “Aprovechamos la tecnología para apoyar nuestros procesos y permitir que el equipo se concentre en el cliente”, asegura Zapata Torres.
“Ponemos a nuestros clientes -prosigue- en el centro de todas las decisiones. El objetivo es ofrecerles la mayor calidad de servicios de la forma más limpia, estética y funcional posible, para darles los resultados que vienen a buscar”. Los estudios Action Black ofrecen cycling, boxeo, running, bootcamp, yoga, rumba y musculación, entre otras actividades.
Al menos por ahora todas las sedes de esta cadena son propias. “Aún no hemos encontrado el socio indicado para crecer con franquicias”, explica Zapata Torres, al tiempo que reconoce estar pensando en la expansión internacional de su modelo. “Ya llegará el momento de hacer anuncios en ese sentido”, promete.
