El Concejo Deliberante de Guaymallén, Mendoza, aprobó una ordenanza que obliga a abonar un canon mensual a profesores de educación física y entrenadores personales que hagan uso de plazas o parques del municipio para dictar sus clases. Además deberán estar registrados en el municipio y tener un seguro de responsabilidad civil.
La ordenanza también determinó que los clubes, gimnasios u otras entidades deportivas que ya cuenten con habilitación municipal y hagan o quieran hacer uso del espacio público, sólo deben solicitarlo, sin pagar el canon establecido en la norma.
“Esta norma viene a regular una actividad rentada que creció mucho por la pandemia. La idea es poder llevar un control, cuidar a quienes realizan esta actividad y ordenarla de manera coordinada entre la dirección de Deporte y la dirección de Comercio, sin perjudicar a nadie”, explicó, Évelin Pérez, presidente del Concejo Deliberante de Guaymallén.
En virtud de esta normal, los profesionales, que cuenten con certificado habilitante, que quieran usar espacios públicos para brindar sus servicios deberán inscribirse en el registro creado para tal fin y establecer días y horarios de trabajo en los espacios disponibles. El monto a abonar dependerá de la cantidad de horas solicitadas.
Consultado al respecto, Diego Bulnes, propietario del gimnasio El Predio, opinó: “No me parece mal, porque yo como dueño de un establecimiento tengo que pagar impuestos, tasas por servicios y si bien la plaza es un lugar público, es justo y no veo mal que los profesionales que usufructúen esos lugares también paguen un arancel”.
Por su parte, Diego Martín, de Group Training Center, agrega: “Me parece correcto que se controle la actividad física al aire libre porque hay muchos sin título ni matricula trabajando y eso no es justo para quienes hacen las cosas como corresponden en cualquier profesión”.
El antecedente inmediato en esta provincia es de marzo pasado, cuando la Municipalidad de Mendoza realizó un relevamiento de los profesores de educación física, instructores y entrenadores que ejercen su profesión en espacios públicos de la ciudad. Según el Municipio, el objetivo era “garantizar la disponibilidad horaria para todos los profesores, técnicos e idóneos de la educación física que utilizan espacios públicos para ejercer”.