Algunos gimnasios ya volvieron a reabrir tras una segunda cuarentena

A lo largo y a lo ancho de Argentina, muchos gimnasios lograron reabrir sus  puertas p nuevamente luego de haberlas cerrado dos veces a causa de la pandemia. Estas segundas cuarentenas, por lo general, fueron mucho más cortas, pero eso no quita que haya impactado en las finanzas de esos centros y generado malestar en sus clientes.

Tal es el caso del Complejo FIT Gym de Tartagal, provincia de Salta. Su primera cuarentena duró ochenta días. En junio, pudo reabrir por dos semanas, pero volvió a cerrar otros catorce días más hasta este lunes 13 de julio, que retomó sus actividades. Entre los dos cierres, su dueño Matías Monteagudo percibió algunas diferencias.

“Notamos cierto temor de la gente o incertidumbre de arrancar y que se retroceda a los pocos días o semanas. Eso se siente en las consultas por las cuotas, y en arrancar y tener que parar de nuevo. Sin embargo, los protocolos son los mismos, y cuidamos aún más que se cumplan para que los socios vengan a entrenar tranquilos”, dice Monteagudo.

Por otro lado, “la realidad es que los gastos y los ingresos están casi mano a mano”, comenta Mariano Lauro, dueño del centro de alto rendimiento Aquiles Gym de Balcarce, Buenos Aires. En su caso, “la segunda cuarentena afectó menos, porque (un 40% de) la gente volvió y dio su apoyo abonando sus cuotas mensuales”.

Pero el tener que volver a cerrar también impactó en la actitud de los socios. En Comodoro Rivadavia, Chubut, los centros de fitness reabrieron por segunda vez el 7 de julio, y “la gente se cayó emocionalmente- señala Lorena Alós, directora de LR Fitness-. Retomar la semana pasada fue durísimo (…) Tienen mucho miedo”.

“Yo tomé muchas medidas dentro del gimnasio, pero sólo vuelven los que aman la actividad física y son más jóvenes. Los más ‘fanáticos’ del encierro y de cuidarse son los últimos que van a salir (…). Nosotros -los gimnasios- remamos en las redes con la publicidad de los protocolos y campañas para cuidar la salud”, agrega Alós.

En otras regiones, los gimnasios tuvieron que adaptarse a un nuevo cambio de medidas. Por ejemplo, en la ciudad de Neuquén, se les pidió a los centros de fitness que funcionen una hora menos, y que dividan los turnos por terminación de DNI: pares los lunes, miércoles y viernes; impares los martes, jueves y sábados.

Si bien esta segunda cuarentena “nos agarra más preparados, lo que pasa es que, desde lo operativo, tener que acomodar toda la gente otra vez de acuerdo al documento es un tema”, cuenta Pablo Fierro, dueño de la cadena Terra Gym. “Pero éste es un buen momento para demostrar que somos responsables, serios, que cuidamos a los clientes”.

En Chilecito, provincia de La Rioja, los gimnasios cerraron solamente una semana, por eso pudieron recomenzar este lunes. El centro de entrenamiento Urban cuenta con dos sedes en esta ciudad y esta vez recibió más pedidos de información sobre horarios y actividades que en la primera apertura, según afirma su dueño Juan Herrera.

La clave en esta segunda vuelta, para él es “poder lograr que el resto de los propietarios verdaderamente cumplan con los protocolos de bioseguridad, porque tal vez creyendo en la picardía de no respetarlos por hacer una mínima diferencia de dinero, terminamos afectando a todo el sector y a los otros rubros”.

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